Brigadistas no pierden los ánimos, buscan vida entre los escombros

Los rescatistas calculan todos sus movimientos milimétricamente, buscan que más mexicanos resurjan de los escombros.

Regeneración, 20 de septiembre de 2017.- Luego del sismo que colapsó edificios completos en la Ciudad de México, vecinos, trabajadores y transeúntes se unieron para sacar a la gente que quedó atrapada entre los escombros.

Sergio Calva es uno de ellos, junto con sus amigos, el trabajador de la construcción se unió a los brigadistas que atendieron el derrumbe de un edificio en Emiliano Zapata y prolongación Petén en la colonia Emprendedores.

“Todavía se oyen voces de mujer, anoche se oía la voz de un señor que estaba con su esposa y ahorita todavía se escuchó el grito de auxilio de la señora, que toca el claxon de un auto”, dijo el hombre de 50 años a El Universal.

“Llevamos más de 15 horas (trabajando) y todavía seguimos con ánimos hasta sacar a la gente atrapada”, agregó.

La alegría se apodera de los rescatistas cuando alguien sale con vida. El sentimiento de ánimo se contagia, buscan a más, sin importar la sed o el cansancio.

A los brigadistas, también se han unido jóvenes de diversas universidades.

Paulina Moreno y su compañero Gerardo Rodríguez, han acudido para ayudar en lo que haga falta, ambos son estudiantes de medicina de la UIC.

Mientras, a orilla de calle, decenas de familias esperan que los suyos salgan con vida. 

En otro punto de la ciudad, el señor Laurencio Muñoz está desaparecido. Él es el portero del edificio que se derrumbó en la calle de Coquimbo, esquina Sierravista en la zona de Lindavista.

 “No puedo con este miedo, me tiemblan las manos, el cuerpo. Se me está saliendo la vida con ellos ahí atrapados, sin que nadie me diga nada”, dice la cuñada de Laurencio a Animal Político.

Desde ayer, los familiares esperan noticias. Recorrieron hospitales en busca de Laurencio, pero no hubo noticias.

“Mi papá estaba en la planta baja, y mi mamá estaba trabajando en el primer piso junto con su hermana, no hemos tenido nada de contacto. Tres putas veces me dijeron que ya había aparecido, nos mandaron a diferentes hospitales y nada. Hemos recorrido todos los hospitales cercanos”, relató uno de sus hijos a Animal Político.

En otro caso, Odín Ruiz Lobos, de 43 años, quedó atrapado en el edificio de Álvaro Obregón 286, en la Colonia Roma.

Apenas el lunes había entrado a trabajar en recursos humanos y ayer, el edificio colapsó ante el sismo de 7.1 grados.

Su esposa no se enteró de inmediato pues no tenía luz, pero al llegar al lugar confirmó que su esposo no pudo salir, se encontraba en un cuarto piso.

En el Colegio Rébsamen, decenas de brigadistas siguen intentándolo, no claudican. Buscan cualquier señal que les de esperanza para rescatar a más niños.

Hace unas horas, una de las menores atrapadas movió los dedos entre los escombros del Colegio.

Los rescatistas de todos los puntos devastados en la ciudad, calculan todos sus movimientos milimétricamente, buscan poner una vida más a salvo, a otro u otra mexicana más que, con la unión de todos, resurja de los escombros.

 

 

 

Con información de El Universal y Animal Político