Derrame de gasolina en Veracruz mata a decenas de animales

El derrame de 7 kilómteros causó la muerte de ejemplares de diversas especies, entre ellas peces, anguilas, tortugas, tlacuaches, víboras, conejos, ratones e incluso aves

2 de septiembre de 2014.-Un derrame de gasolina en una toma clandestina de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) contaminó más de siete kilómetros del arroyo Hondo y causó la muerte de ejemplares de diversas especies, entre ellas peces, anguilas, tortugas, tlacuaches, víboras, conejos, ratones e incluso aves, aseguró el director de seguridad pública municipal, Franco Osorio.

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Causa la muerte de ejemplares de diversas especies, entre ellas peces, anguilas, tortugas, tlacuaches, víboras, conejos, ratones e incluso aves

Habitantes de esta localidad del sur del estado, ubicada a unos 100 kilómetros de Xalapa, aseguraron que detectaron el derrame la madrugada del miércoles y, a pesar de que protección civil local, a cargo de Salvador Cruz, alertó a la paraestatal, ésta no envió trabajadores y el vertido del combustible continuó hasta este lunes, como constató La Jornada.

El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, dijo que su administración emprendió acciones legales por conducto del procurador del Medio Ambiente estatal, Dalos Rodríguez Vargas, y dialoga con directivos de Pemex para remediar los daños generados por el derrame en Tierra Blanca y otro en el municipio de Naranjos, en el norte de la entidad.

Mencionó que la mayoría de estos incidentes son propiciados por falta de mantenimiento de ductos o por delincuentes. “Esto es un tema de Pemex, pero nosotros no nos podemos quedar al margen; haremos lo que tengamos que hacer en la ruta legal y jurídica”, apuntó.

En un recorrido se observaron cuadrillas de la empresa GeoClean de México, subcontratada por Pemex, que intentaban contener el flujo de la gasolina hacia afluentes que llegan al Golfo de México: la laguna María Lizamba y la barra de Alvarado, donde confluyen aguas de mar y dulce.

“Cualquier chispa y esto vuela”

Un ingeniero de dicha compañía, integrante de las cuadrillas que intentan remediar los daños causados por los chupaductos, dijo que el derrame es “de proporciones incalculables”.

El agua del arroyo Hondo se convirtió en un espejo rojinegro que refleja la exuberante vegetación local, que, a decir de ese y otros especialistas presentes, “está condenada a desaparecer pronto”.

Ganaderos y agricultores se llevaron a sus animales para evitar que tomen agua contaminada; en tanto, autoridades cerraron un tramo de carretera.

Empleados de Pemex que recorren las inmediaciones del río se negaron a dar información. Algunos incluso dijeron que no conocían la ubicación del oleoducto.

Operarios de GeoClean permitieron el paso a la zona, donde se percibe un fuerte olor a gasolina. “Estamos parados sobre una bomba. Cualquier chispa y esto vuela”, comentó uno de los trabajadores de la empresa, cuya base está en el puerto de Coatzacoalcos.

El obrero, que pidió anonimato, subrayó que tiene años de experiencia en contingencias similares, pero nunca había visto una toma clandestina como esta: ubicada en sitio inaccesible para vehículos terrestres y a menos de 50 metros de unas vías férreas.

Uno de los ingenieros dijo que, “por lógica”, la única forma en que los chupaductos pudieron llevarse el combustible fue mediante un hi-rail, un camión o camioneta provisto de neumáticos normales y ruedas de ferrocarril para desplazarse sobre rieles, carretera o caminos de difícil acceso.

Pablo, vecino de la zona donde se ubican las vías, sostuvo: “Esto no lo hicieron (delincuentes) pequeños. Aquí sólo puede circular Ferrosur. Fueron los mismos que cobran a los migrantes, ¿quiénes más? Aquí la gente no puede robar gasolina, no sabe. No hay trabajo, pero ese hoyo no lo hicieron con palas; eso se hizo con trascabo”.

Señaló que en Tierra Blanca son frecuentes los derrames por perforaciones clandestinas, pero nunca había visto algo parecido.

Cuadrillas de obreros de overol naranja se apuestan en la entrada al municipio. Por tramos, el olor a combustible es insoportable. Habitantes de las inmediaciones de la laguna María Lizamba claman por ayuda. El alcalde panista de Tierra Blanca, Saúl Lara González, no quiso dar entrevistas. A las 15 horas su oficina estaba llena de personas que querían una explicación, pero les dijo que los atenderá el próximo lunes.

En un comunicado, Pemex informó que recuperó más de 250 mil litros del combustible derramado, emulsionado con agua del arroyo Hondo, y que permanecerá en la zona hasta remediar el daño.

Precisó que laboran 100 trabajadores de Pemex y de GeoClean de México, así como unos 45 lugareños, quienes han colocado 30 barreras, 100 cordones de material oleofílico y varias unidades motoras de vacío para recuperar la gasolina derramada.

(Con información de Afp)