La masacre de los 72 migrantes en San Fernando vuelve al debate

 fdoTrabajo de investigación periodística expone vacíos y contradicciones en la versión oficial.

 Regeneración, 28 de mayo del 2015. (Sididh)  Familiares –  Un extenso trabajo de periodismo de investigación, realizado por Periodistas de a Pie, pone en duda la versión oficial conocida hasta hoy de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, el 24 de agosto de 2010. De acuerdo con el reportaje multimedia, hay contradicciones en las fechas del secuestro y del asesinato por parte de Los Zetas, así como en los motivos de la masacre. También se pone en duda si los marinos descubrieron los cuerpos, si la Secretaría de Marina alteró los hechos en su comunicado, si los migrantes fueron asesinados porque se negaron a ser reclutados, si los sobrevivientes fueron más de tres, si están en la cárcel todos los culpables y si las familias recibieron los cuerpos correctos de sus muertos.

En un evento que conmocionó a la opinión pública nacional, el 24 de agosto de 2010 se dio a conocer que la Secretaría de Marina halló 72 cadáveres en un rancho-bodega abandonado en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas. De acuerdo con los reportes periodísticos y la información oficial ofrecida, los 58 hombres y 14 mujeres eran migrantes que habrían sido asesinados por miembros del cártel Los Zetas, y se les halló con las manos atadas y un tiro en la cabeza.

A partir de documentos oficiales, reportes periodísticos e información de expertos y organizaciones civiles, el equipo de periodistas recopiló e interpretó información que pone en duda incluso datos básicos conocidos por la opinión pública, como la fecha en que se cometió el crimen, el motivo y el número de sobrevivientes.

 Por ejemplo, los reporteros hallaron que los agentes del Ministerio Público describieron que en la escena del crimen encontraron 13 cuerpos de mujeres y 59 de hombres, mientras que la Procuraduría General de la República (PGR) y las autoridades federales informaron que 14 de las víctimas eran mujeres. Además, indica la investigación, reporteros locales supieron del hallazgo de los cadáveres desde el día 23 de agosto y tomaron fotografías de la escena del crimen, aun cuando la Marina sostiene que uno de los supuestos sobrevivientes fue quien les dio aviso el día 24.

Entre otros errores documentados por el equipo periodístico, se hallan errores de identificación de los cadáveres –a la fecha, hay 11 sin identificar-, contradicciones en el números de sobrevivientes –pues las autoridades dijeron que eran tres, mientras que los testimonios hablan de al menos cinco- y la falta de información para los deudos.

 “Fueron abandonados por el estado que no los protegió en su camino. Fueron asesinados por criminales en complicidad con policías. Fueron borrados por el Estado al que no le interesó identificarlos y devolverlos a sus familias”, denuncia la asociación de periodistas.

Periodistas e a Pie señala que conocer qué pasó y convertir esa memoria en una conciencia colectiva es una aportación para que estos crímenes no se repitan. La investigación fue realizada por el equipo de investigación de dicha plataforma y por periodistas invitados, con el apoyo de la plataforma de periodismo latinoamericano CONNECTAS y el International Center For Journalists (ICFJ).