Manifiesto: 36 aniversario de la primera huelga de hambre

M A N I F I E S T O

EN EL 36 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA HUELGA DE HAMBRE

El sábado 16 de abril de 1977 en la ciudad de Monterrey, las familias de hombres y mujeres que por motivos políticos estaban presos, eran perseguidos, vivían en el exilio o habían sido detenidos por las fuerzas armadas, las policías constitucionales  y por las ilegales del mal gobierno de México y llevados a sus cárceles clandestinas, decidimos  unirnos y luchar juntos por su libertad;  formamos entonces el Comité Pro- Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México. Todos los que tomamos esta decisión de ir en defensa de los derechos humanos, lo hicimos en un momento en que nadie en este país se organizaba para  hacerlo y porque de alguna forma ya habíamos vivido  de manera individual el calvario de las mentiras, la hipocresía y la simulación de procuradores, funcionarios de gobernación, ministerios públicos, Jefes policiacos y militares y presidentes de la república; todos, grandes maestros del engaño y el crimen. El  que nos organizáramos para exigir justicia era imprescindible  con la represión  que invadía todo el país, como la peste y asolaba poblados enteros;  las fuerzas armadas , la marina o la brigada blanca, apoyados por las policías judicial federal y local, se llevaron a todos los que consideraron insurrectos, fueran hombres o mujeres, viejos y jóvenes, algunos casi niños, mujeres embarazadas; familias casi completas fueron sacadas de sus casas con violencia brutal  – creyendo que de esta forma  sofocarían los brotes revolucionarios en el campo y la ciudad- y los trasladaron a campos militares y a bases navales,  como hoy lo siguen haciendo, en flagrante y descarada violación de la ya de por sí maltrecha Constitución. Y cuando el espacio  en los cuarteles y cárceles clandestinas fue insuficiente para tanto detenido ahí estuvieron  los ranchos de los ricos que gustosos los prestaron para centros de tortura. La desaparición forzada, este invento del nazismo, se inició en México  en la década de los sesentas cundiendo hacia toda Latino América; es por eso que siempre hemos dicho que:  el mal gobierno de México es la gran escuela del crimen; secuestra y tortura, tiene cárceles clandestinas y policías especialmente entrenadas para cometer estos actos criminales en contubernio con las fuerzas armadas; y lo que en las décadas de los setentas, ochentas y noventas se usó para acabar con los movimientos armados y la disidencia, en los sexenios panistas y en el actual lo han utilizado también para aterrorizar y sembrar la desconfianza entre la población entera, porque saben muy bien que la mejor forma de control  del País, es este terrorismo de estado. Por todo esto señalamos a los culpables, a los criminales con nombre y apellido: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto; Pedro Ojeda Paullada, Sergio García Ramírez, Enrique Álvarez del Castillo, Ignacio Morales Lechuga, Jorge Carpizo Magregor, Diego Valadez  del Río, Humberto Benítez, Fernando Antonio Lozano Gracia, Jorge Madrazo Cuellar, Rafael Macedo de la Concha, Daniel Fco. Cabeza de Vaca, Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez Chávez, Marisela Morales Ibáñez, Jesús Murillo Karam, Mario Moya Palencia, Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana, Manuel Bartlett Díaz, Fernando Gutiérrez Barrios, Patrocinio González Garrido, Esteban Moctezuma Barragán, Emilio Chuayffet Chemor, Francisco Labastida Ochoa, Diódoro Carrasco Altamirano, Santiago Creel Miranda, Carlos Abascal Carranza, Francisco Javier Ramírez Acuña, Juan Carlos Mouriño Terraza, Fernando Gómez Mont, Francisco Blake Mora, Alejandro Poiré Romero, Miguel Ángel Osorio Chong, Luis de la Barrera Moreno, Javier García Paniagua, José Antonio Zorrilla, Miguel Nazar Haro, Daniel Gutiérrez Santos, Salomón Tanús, Max Toledo,  Arturo Acosta Chaparro, Francisco Quiroz Hermosillo, Francisco Sahagún Baca, Arturo Durazo Moreno, Alfonso Cabrera Morales, Félix Lozano, Julián Slim Helú, Miguel Bracamontes, Antonio López Rivera, Genaro García Luna, Salvador Cienfuegos Zepeda, Vidal Francisco Soberón Sanz, Manuel Mondragón y Kalb, Javier Coello Trejo, Carlos Armando Biebrich, José Antonio Zorrilla, Jorge Carrillo Olea, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Fernando del Villar Moreno, Jorge Enrique Tello Peón, Alejandro Alegre Rabiela,  Guillermo Valadés Castellanos, Jaime Domingo López Buitrón, Ramón Martín Huerta, José Luis Santiago Vasconcelos, Eugenio Imaz Gispert, Hermenegildo Cuenca Díaz, Luis M. Bravo Carrera, Félix Galván López, Ricardo Cházaro Lara, Juan Arévalo Gardoki, Miguel Ángel Gómez Ortega, Antonio Riviello Bazán, Mauricio Scheleske Sánchez, Luis Carlos Ruano Angulo, Enrique Cervantes Aguirre, José Ramón Lorenzo Franco, Gerardo Clemente Ricardo Vega García, Marco Antonio Peyrot González,  Guillermo Galván Galván, Mariano Francisco Sáynez Mendoza, Salvador Cienfuegos Cepeda, Vidal Francisco Soberón Sanz y subprocuradores, subsecretarios de gobernación, Gobernadores, Jueces, ministerios públicos y todos los que han estado en puestos de servicio público, encargados de la impartición de justicia o de la seguridad de la población. Unos por ser los ejecutores del delito, otros por haberlo ordenado, otros por encubrirlo y los demás volviéndose cómplices al no pugnar siquiera por hacer justicia. Y los que ya han muerto hartos de infamia, su crimen les sobrevive para ser juzgados. La desaparición forzada es un delito de lesa humanidad que no prescribe hasta que aparece la persona detenida. Hoy,  en la procuraduría, quieren hacer creer a la población que llamando de otro modo a los desaparecidos se cambia y se acaba con el crimen. La pequeñez de su humanidad se vuelve más evidente ante la enormidad de sus crímenes. Por todo lo anterior queremos afirmar categóricamente que las legiones de mercenarios que son pagados con la propiedad de los ciudadanos y que han entregado la República Mexicana al saqueo son los mismos responsables de la desaparición forzada en este país.

Huelga de hambre a las afueras de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, 1978
Huelga de hambre a las afueras de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, 1978

Hoy 28 de agosto de 2014, se cumplen 36 años de la primera huelga de hambre en la que 80 mujeres y 2 hombres llegamos a la Catedral de la ciudad de México, después de 10 años de que nadie más había tomado el zócalo para protestar.

 

A LOS DESAPARECIDOS POLÍTICOS

¡VIVOS LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS!

¡CASTIGO A LOS CULPABLES!

POR EL COMITE ¡EUREKA!

 

ROSARIO IBARRA,  CELIA PIEDRA, PRISCILA CHAVEZ, REINA SANTIAGO, ROSARIO PIEDRA, CLAUDIA PIEDRA, CARLOS PIEDRA, JORGE GÁLVEZ, CONCEPCIÓN AVILA, MATILDE GONZÁLEZ, HUMBERTO ZAZUETA, ELDA NEVAREZ, DANIEL RODRÍGUEZ, OSVELIA RAMÍREZ, JOSEFINA RAMÍREZ, LUZ PINEDA, LAURA GAYTÁN, INTI MARTÍNEZ, FERNANDO YAÑEZ