Tepatlán, Puebla: Cuando el pueblo dice no por Leticia Ánimas

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En el municipio de Tepatlán, Puebla, el gobierno estatal y federal pretenden instalar una hidroeléctrica en el río Ajajalpan, construida por una empresa privada. Más de dos mil indígenas  se reunieron con funcionarios del gobierno y representantes de la empresa Deselec-Comexhidro para expresar su rechazo al proyecto y a la consulta propuesta. Al final, obligaron al alcalde a revocar los permisos

Por Leticia Ánimas 

Regeneración, 6 de julio de 2015. San Felipe Tepatlán, Puebla. Firmes como las rocas que le dan nombre a su pueblo, los habitantes de San Felipe Tepatlán acudieron a la cita que les hizo el secretario del ayuntamiento con empresarios de Deselec-Comexhidro que quieren hacer una hidroeléctrica en el río Ajajalpan; y ahí, frente a ellos, dijeron otra vez “no” al proyecto y se quedaron hasta que su alcalde Ramón Santos Dávila revocó el permiso de uso de suelo otorgado al corporativo.

Unas 2 mil personas llegaron a cancha de la comunidad, ubicada al filo del barranco donde llega el caudal que quieren represar, y de ahí no se movieron hasta constatar que la autoridad firmó y selló el acuerdo para revocar el permiso de uso de suelo que permitía la construcción de la generadora de energía que vendría desde su vecino Ahuacatlán, iría a Tlapacoya y llegaría hasta El Espinal, en Veracruz.

Aunque tuvieron que esperar tres horas a los empresarios encabezados por Mauricio Justus Villarreal, los pobladores decidieron soberanamente que la reunión también les serviría para reiterarles a los funcionarios de la Secretaría de Energía (Sener), de la Semarnat y de Gobernación federal y estatal y de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), que no quieren su proyecto.

Cargando cartulinas y con mantas colgadas a la entrada del pueblo y de la cancha, en principio se mostraron renuentes a oír la explicación de Deselec-Comexhidro. Argumentaban que ellos ya tenían una decisión, pero accedieron al pedido de uno de sus vecinos para que les hicieran la exposición. Quien también los convidó a escucharla fue Emilio de Leo Blanco, de la Sener quien les aclaró que ellos solamente venían a cumplir con el protocolo que les manda el reglamento de la Ley de Energía Eléctrica y que la consulta vendría después.

“En el caso de San Felipe Tepatlán por diversas causas, no se pudo llevar a cabo (la consulta). Sí venimos a platicar con sus autoridades tradicionales y se les dejó la información. Pero cuando venimos no hubo acuerdo y dadas las condiciones se decidió suspenderla. Luego el presidente nos dijo que había mucha inconformidad pero que debían recibir más información y por eso estamos aquí para pedirle a la empresa que dé más información. No venimos a imponer ningún proyecto sólo estamos acompañando, como lo dice la Ley de la Industria Eléctrica, a la empresa y salvaguardando los derechos humanos de todos ustedes”, les explicó.

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Información, antes

Los pobladores le replicaron que estaban de acuerdo con que tienen derecho a recibir información, pero este requisito debe cumplirse antes de dar los permisos y no después como se hizo aquí, porque Deselec-Comexhidro obtuvo las licencias de cambio de uso de suelo desde el año 2009 y aquí no hubo “nada de información”.

“Ellos ya tienen todos los permisos y nunca consultaron con el pueblo. Entendemos que los del gobierno vengan representando la ley, pero por qué no la representan bien: la empresa debió dar información antes del 2009, junto con el presidente municipal que estaba. Así funciona el artículo 119 de la Ley y es una falta de respeto para nosotros que ellos ya tengan los permisos y apenas vengan a dar información”, reclamaron.

Indicaron que en algunos pueblos, como Altica, cuatro personas se atrevieron a firmar dando su consentimiento y aprobando la hidroeléctrica. “Ustedes creen que todo el pueblo dependemos de cuatro personas” y, como se hizo en casi toda la asamblea, se escucharon los gritos de los pobladores diciendo “no”. “Éste no es un pueblo que actúe con violencia, es un pueblo que está exigiendo sus derechos”, aclararon.

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Empresa mexicana

Cerca de la una de la tarde, Mauricio Justus Villarreal, responsable del proyecto hidroeléctrico Puebla 1, se presentó ante la asamblea y aclaró que tienen 5 años trabajando en la zona, que son una empresa mexicana “100 por ciento mexicana” y justificó que no hicieran una consulta previa a los pobladores, debido a “es muy difícil explicar un proyecto cuando uno no sabe qué va a hacer”.

“Cuando uno no sabe si va a hacer una casa de dos cuartos, tres cuartos. Entonces el proceso para identificar un proyecto hidroeléctrico requiere de muchos detalles, muchos estudios, y mucha inversión inicial. Para poder hacer esa inversión inicial alguien tienen que poner ese recurso. Ese recurso no viene gratis, y ese recurso viene siempre y cuando, exista algún indicio de que va a haber aceptación del proyecto y por eso iniciamos siempre con los permisos de construcción municipal”, razonó.

Les dijo que ellos construyeron cuatro de las 68 hidroeléctricas que hay operando en el país, que no son contaminantes.

Luego anunció que les presentaría a su familia: varios de los trabajadores que laboran para la empresa. Uno por uno, hasta llegar a ocho, dijeron de dónde venían, hablaron de su origen humilde, de ser hijos de padres agricultores, de ser producto de la cultura del esfuerzo.”Todos somos profesionistas, había dicho Justus. También dijeron que el proyecto es seguro, que se trata de energía limpia.

Pero Julio César Vallejo, el octavo, quien dijo ser originario de Zongolica, Veracruz, donde la empresa tienen otra planta de energía, no pudo terminar su exposición: de pronto empezó a escucharse el sonido del video de la empresa que se transmitió por tres pantallas planas colocadas en varios lugares de la cancha a las que al principio la gente no atendió y luego, poco a poco, se fueron acercando para tratar de ver los detalles del proyecto, pero la visibilidad no era buena.

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El alcalde de Tepatlán aceptó revocar los permisos

Por ello los pobladores recuperaron el micrófono y pidieron suspender la transmisión, cosa que se hizo unos quince minutos después, para volver a decir a grito abierto y a mano alzada que no quieren la hidroeléctrica en el Ajajalpan y le solicitaron al presidente municipal que de una vez se hiciera el acuerdo de Cabildo para revocar los permisos otorgados a la empresa Deselec-Comexhidro.

Ante esto, el empresario Justus Villarreal se levantó de su lugar en el presídium y se encaminó a la puerta seguido por sus empleados. Subieron a sus camionetas y dejaron a la comunidad. Lo mismo hicieron después los funcionarios federales y estatales. Lo quiso hacer el acalde pero la gente le pidió que se quedara, le reiteraron su apoyo y no tuvo más que llamar a su Cabildo para que subieran con él a la tarima colocada al frente de la asamblea y esperó a que redactaran un acuerdo que luego firmó y selló.