Cuetzalan resiste a los ‘proyectos de muerte’ avalados SEMARNAT y ejecutados por CFE

Demandan cuetzaltecos anulen permisos para subestación y línea de electricidad 

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Por Leticia Animas Varga (@letianimas) 

Cuetzalan, Pue.- Habitantes de Cuetzalan iniciaron un juicio de nulidad contra el otorgamiento del permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para el establecimiento de una subestación y una línea de conducción eléctrica a la CFE que a su juicio forma parte de la red de “proyectos de muerte” que se quieren ejecutar en la Sierra Norte.

A casi un mes de la clausura definitiva de las obras diversos pueblos han reforzado el plantón que se ha convertido en un “lugar de encuentro” para impedir su construcción, se informó en la 17ª Asamblea por la Vida y la Defensa del Territorio que se celebró este día en la comunidad de Tzicuilan en la que participaron representantes de 179 comunidades de 23 municipios, 18 poblanos y 5 veracruzanos, que comparten organización, montañas y luchas.

La demanda de nulidad se basa en el hecho de que la SEMARNAT violó el Programa de Ordenamiento Territorial de Cuetzalan y permitirá la interconexión entre las hidroeléctricas, la minería y la extracción de hidrocarburos que se quieren establecer en la región.

En tres asambleas anteriores, se recordó, la gente “decidió que no era una obra buena para nuestro territorio”, así se lo hicieron saber a las autoridades municipales, pero como fueron incapaces de entender lo que el pueblo planteaba decidieron hacer valer su palabra con el derecho que les da la Constitución que reconoce que “la soberanía recae sobre la nación y que los pueblos originarios tienen derecho a decidir sobre su territorio” e instalaron un campamento y suspendieron la construcción.

Las obras de la Comisión Federal de Electricidad forman parte de la red de proyectos de muerte en la Sierra Norte de Puebla, se aseguró, aunque la empresa insista que son “para beneficio de la región, pero no ha presentado los estudios ni los datos que sostengan el argumento de que la obra responde a las necesidades del pueblo”.

Tanto en el ayuntamiento de Cuetzalan, como en la empresa constructora, como en la CFE, mencionó Leonardo Durán, hay gente de corazón duro que no ha entendido las razones del pueblo para oponerse a esta obra y esto fue lo que llevó a la suspensión definitiva de los trabajos.

A la fecha, dijo, más de mil personas se movilizan cotidianamente para impedir las obras que en nada benefician a la población, donde pacíficamente han impedido las labores de los empleados de la constructora, se construyó una casa con bambú donde se hace talleres, donde hay una cocina y el pasado 10 de diciembre se sembró una milpa que simboliza la vida.

La instalación del plantón ha desatado la creatividad del pueblo masehual y se ha sostenido con el apoyo de 10 comunidades de indígenas totonakus que han aportado alimentos que “nos den energía para defender la tierra. Es un lugar de fiesta, un centro de encuentro”.

La línea de alta tensión se proyecta con una longitud de 20 kilómetros atravesando terrenos de las comunidades de Colonia Cuathémoc, Xaltsintan, Alahuacapan, Xiloxochico, Chikueyajko, Acaxiloco y Nahuiogpan. Pasará a menos de un kilómetro de la parte del río Apulco que corre sobre la localidad de Cuamono, misma que fue enlistada en el programa de obras e inversiones 2010 – 2014 de la CFE, dentro del catálogo de proyectos con estudios de pre-factibildad, factibildad o diseño de una hidroeléctrica, se establece un análisis realizado por los pobladores.

La subestación se proyecta construir en las inmediaciones de la cabecera municipal de Cuetzalan, cerca de donde la empresa ICA pretende instalar 4 centrales hidroeléctricas sobre el Río Apulco, muy cerca de las concesiones otorgadas a Grupo Frisco en Tetela y a Minera Autlán en Cuetzalan y Tlatlauquitepec.

Infraestructura para llevar energía a las zonas de concesión minera y de hidrocarburos

Además de los proyectos hidroeléctricos, la región se está viendo amenazada por industrias extractivas de mayor magnitud, ya que el gobierno federal ha entregado concesiones mineras en las zonas altas y ha definido grandes zonas de licitación para la extracción de hidrocarburos en las zonas bajas. Tanto la minería como la de extracción de gas y petróleo, son grandes industrias que consumen enormes cantidades de energía, requiriendo para ello de líneas de conducción eléctrica en alta tensión, que puedan suministrarles las cantidades de energía que requieren. Coincidentemente con esto, la línea de alta tensión que ahora pretende construir la CFE entre Ayotoxco y Cuetzalan, traza su trayectoria entre las zonas que se proyectan para la extracción de minerales y las zonas para la extracción de hidrocarburos.

La propia CFE ha esbozado la relación entre este proyecto y las industrias extractivas. En la manifestación de impacto ambiental del proyectos para la línea de alta tensión, menciona a la minería como uno de los sectores de referencia que aumentaría la demanda de energía en la zona, llegando a calificarla como una actividad de alta importancia para la región (ver páginas 16 a 19 del Capítulo 3, de la Manifestación de Impacto Ambiental “Línea de Alta Tensión Cuetzalan Entronque Teziutlán II-Tajín”).

Los anteriores argumentos son elementos más que suficientes para pensar que este proyecto de la CFE, forma parte de la red de proyectos de muerte en la Sierra Norte de Puebla. Pese a ello, la paraestatal ha insistido en que el proyecto es para beneficio de la región, con un discurso que se ha vuelto oficial desde las instituciones de gobierno. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado los estudios ni los datos que sostengan el argumento de que la obra responde a las necesidades de la población local.

A fin de tener un análisis más certero en este tema, desde el Organo Técnico (OT) el Comité del Ordenamiento Territorial Integral de Cuetzalan (COTIC), se están haciendo consultas con personas especializadas en materia de electricidad, a fin de que aporten más elementos técnicos sobre las razones que justifican al proyecto de la CFE. Este proceso de consulta consiste en enviar a los especialistas la información que hasta el momento ha hecho pública la CFE, a fin de preguntar si es justificable la idea de establecer un proyecto de estas características, considerando las necesidades de esta población. Todos los análisis que hasta el momento se han recibido, mencionan que una obra de estas características está demasiado sobrada para la demanda de energía que consume una población rural de menos de 50,000 habitantes como la de Cuetzalan. Así lo han concluido académicos del Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, como de ex trabajadores de la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro y trabajadores de la propia Comisión Federal de Electricidad.

El análisis elaborado por la Mtra. Nora Lina Montes y el Dr. Alejandro Alvarez Béjar, académicos del Posgrado en Economía de la UNAM que se han dedicado a estudiar el sector energético en nuestro país, señala que en el caso de esta infraestructura que pretende instalar la CFE, “es bastante claro que se trata de satisfacer las demandas de proyectos extractivos existentes y programados”, concluyendo que “este proyecto debe evitarse tal y como está concebido actualmente”.

Por su parte, el Mtro. René Torres Bejarano, profesor – investigador de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN, al analizar la información sobre las dimensiones del proyecto, concluyó que esta “megainstalación” no muestra correspondencia con las necesidades de consumo de electricidad para una población como la de Cuetzalan, pero si con las demandas que podrían tener los proyectos extractivos. Y a partir de su análisis, el Mtro. Torres le dice al pueblo Maseual que “si las cosas se apresuran por parte de la CFE y ellos tratan de imponer este proyecto (como suele suceder), yo les aconsejaría que no permitieran que avancen los trabajos y se opongan con todas sus fuerzas….. Todos los Mexicanos se los agradeceremos