Egipto: La guerra de las imágenes

Dina Darwich* “¡La rebelión va a volver!”, “¡Si no conseguimos nuestros derechos, estamos dispuestos a morir!”, “¡Mates a diez o a cien personas, nuestra revolución es pacífica". Consignas gritadas por los manifestantes en la última manifestación en la calle Ahmad Orabi, en Mohandessin. Esta manifestación fue consecuencia de la difusión de un video que mostraba la violencia de la policía y el ejército contra algunos activistas.

Pero nada detiene a los activistas. Recorren los cuatro rincones de Egipto para mostrar videos que “desvelan la verdad” como explica Racha Azab, coordinadora de una campaña ambulante. Provista de un proyector y de una pantalla gigante, esta campaña tiene por objetivo ilustrar a la opinión pública y encarrilar la revolución. Los enfrentamientos en la calle con los miembros del grupo “Perdón señor presidente” que apoya a Mubarak no son ya una fuente de preocupación, incluso si a veces hay que jugar al gato y al ratón con los baltaguis (matones del régimen). Estos últimos han intentado numerosas veces cortar la electricidad para detener la difusión de estos videos molestos.

De las callejas de Chubra a las aldeas más alejadas de la provincia de Minya, en Alto Egipto, pasando por las callejas de Alejandría y los barrios pijos de Ismailiya, estos activistas no desaprovechan ninguna ocasión de unirse a las manifestaciones. Kazibune (mentirosos) es el nombre de esta campaña realizada por hombres y mujeres de todas las tendencias políticas.

Según Racha Azab, el objetivo de esta campaña es desvelar a la luz del día las mentiras del Consejo Militar. Estos videos muestran los actos de violencia cometidos contra los manifestantes desde el primer día de la revolución.

Esta campaña comenzó como consecuencia del llamamiento de la activista Lina Megahed. Llorando en el hospital, con las manos rojas de la sangre de un mártir, no dejaba de gritar con indignación que “la gente ignora la verdad. No han visto estas terribles escenas. Estas imágenes procuran una viva sensación de descorazonamiento. No se puede más que sentir indignación o repulsa frente a actos tan violentos y crueles”.

Estos videos han hecho tambalearse a los medios tradicionales, que optaron por callarse ante los sangrientos acontecimientos. “Esos medios no tienen ya el monopolio de la verdad”, señala Dina Fahmi, coordinadora del grupo en Facebook titulado “Desvelar los crímenes del Consejo Militar”. Ese grupo ha lanzado un llamamiento en Internet para recibir todos los videos que muestran las exacciones cometidas contra los activistas. Con medios ridículos, ese grupo de jóvenes de entre 22 y 29 años ha decidido acudir a diferentes lugares para mostrar a la gente esos crímenes. Y la guerra de los videos se propaga cada vez más. Otro grupo de activistas ha lanzado recientemente un llamamiento similar en Facebook.


Otra escena, otra imagen

El grupo que se denomina “La coalición de la mayoría silenciosa” en Facebook lleva a cabo una campaña titulada “Iaaraf Adowak” (Conoce quién es tu enemigo). Situado en la plaza Al-Hossary en la barriada del 6 de octubre, este grupo, que apoya al Consejo Militar, difunde también sus propios videos. El objetivo: defender al Consejo Militar y denunciar a los matones que se infiltran en las filas de los manifestantes. Este grupo acusa por extensión a todos los manifestantes de actos de vandalismo como el incendio del Instituto de Egipto. Según un exgeneral que ha requerido el anonimato, “el vídeo que circula hoy entre los activistas sobre la chica que ha sido arrastrada por soldados del ejército está trucada por un grupo de jóvenes que ha recibido un entrenamiento en los Estados Unidos y en Serbia para deformar la imagen del ejército”. Pero esta explicación está lejos de resultar convincente. Las violencias cometidas por el ejército son ya legión y los videos que lo prueban salen de todas partes.

El video de una joven activista arrastrada por el suelo y golpeada a patadas por soldados ha conmovido a la opinión pública. Ha provocado vivas polémicas. Algunos se han colocado, con razón, del lado de esta farmacéutica. Otros no la han compadecido. Un hecho que ha llevado a muchos activistas a considerar esta batalla de videos como una guerra psicológica cuyo objetivo es aterrorizar a las categorías marginadas -como los coptos o las mujeres- para que no asistan más a las manifestaciones.

Hoy, ese video se ha convertido en un arma mágica para influenciar a la opinión pública. Cada campo posee su propio arsenal. De la batalla electoral a los enfrentamientos entre activistas y fuerzas de policía pasando por los debates religiosos, numerosos videos circulan entre los usuarios de la Red.

Según el actor y activista Khaled Abdallah, Egipto está entre los primeros países del mundo en términos de utilización de YouTube. “Esto tiene sin duda una razón. La gente intenta conocer la verdad por medio de recursos que no sean los de los medios tradicionales”, estima Abdallah que ha grabado numerosos videos de enfrentamientos entre el ejército y los activistas.

El Financial Times había escrito en un número precedente que la revolución egipcia se había transformado en una batalla mediática, en una guerra de videos entre el ejército y los activistas. El periódico inglés ha ido más lejos considerando que la imagen del joven activista Abboudi con el rostro hinchado y tumefacto por los golpes fue la chispa que desencadenó esta guerra.

Esta batalla de la imagen ha alcanzado su apogeo en los acontecimientos sangrientos de Maspero el pasado mes de octubre. Los coptos habían organizado una marcha pacífica. Fueron atacados por el ejército. Balance: 27 muertos.

Cada parte intenta difundir imágenes que sostienen su punto de vista a la vez que critica al otro, acusándole de haber recurrido a Photoshop para ganar la simpatía de la opinión pública.

Mahmoud Khalil, profesor de periodismo, explica que “se trata de un medio influyente de expresión, de una especie de revuelta contra los medios tradicionales que han hecho durante treinta años propaganda de un poder autoritario”.

Hoy, cada ciudadano se ha transformado en periodista. Le basta con utilizar su móvil para realizar su misión de investigador. El último vídeo titulado Saed al-oyun (Eye Hunter) lo prueba. Ese vídeo, también, ha sacudido a la opinión pública. Mostraba a un policía que apuntaba voluntariamente a los ojos de los manifestantes. La escena ha sido filmada por un simple paseante. Gracias a ese video, el policía ha sido llevado a los tribunales. “Es lo que se llama el periodismo ciudadano. Un fenómeno que ha tomado importancia tras la revolución”, prosigue Mahmoud Khalil.


Récords de audiencia

Un nuevo grupo llamado Mosserrin (Insistimos), formado por cineastas profesionales y activistas, bate hoy récords de audiencia en YouTube. “Tenemos equipos de rodaje y de montaje. Se proporciona una documentación visual sobre la revolución desde su inicio a los grupos de activistas que desean lanzar un proyecto particular”, explica Khaled Abdallah, uno de los fundadores de Mosserrin.

El primer proyecto de Mosserrin ha sido difundido en la plaza Tahrir durante una sentada el pasado mes de julio. El grupo ha difundido las más bellas imágenes de los 18 días de la revolución. Ese proyecto ha inspirado muchos otros. Películas y cortometrajes ha aparecido también a partir de imágenes de aficionados siguiendo el ejemplo de Al-Magd lil Chohadaa (Gloria a los mártires) o de Arbaa layali min al-qatl (Cuatro noches de matanza).

Khaled Abdallah piensa que es hora de que el pueblo conozca la verdad. “Esta verdad es clara como el agua cristalina. Pero puede resultar cara. Lo que más se teme, es que la gente no seleccione los buenos y los malos pretextos planteados por el poder, como la estabilidad securitaria, la crisis económica y el caos. Estas violencias podrían de esta forma convertirse en legítimas, lo que no sería aceptable”, explica Abdel-Rahman, un joven activista que ha perdido a uno de sus amigos en los últimos enfrentamientos. Desde entonces no deja de difundir videos que muestran la violencia del ejército. Una militancia que, en su opinión, permitirá el éxito de la revolución.

* Al-Ahram nº 908, semana del 8 al 14 de febrero de 2012. http://hebdo.ahram.org.eg/arab/ahram/2012/2/8/enqu0.htm
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR