El padre Alejandro Solalinde asegura que los narcotraficantes comenzaron a interesarse por los migrantes, cuando Felipe Calderón comenzó su guerra, esta guerra provocó el descabezamiento de algunos carteles, entre ellos los Zetas. Acusa que las autoridades mexicanas son parte del negocio.
Regeneración, 23 agosto 2017.- El intento de miles de migrantes centroamericanos que intentan cruzar México para llegar a la frontera e ingresar a Estados Unidos, es muy peligroso debido a los narcotraficantes y las autoridades locales, la mayor parte regresa o se queda en el camino soportando violencia y abuso, poniendo en riesgo la vida misma.
En una entrevista con Noticias Aliadas, el padre Alejandro Solalinde, fundador del Albergue de Migrantes “Hermanos en el Camino”, acoge migrantes en Ixtepec, en Oaxaca, nominado para el Premio Nobel de la Paz 2017, vive desde hace años con escolta armada debido a la sentencia de muerte decretada contra él por los narcos, que hacen pingües negocios a costa de los migrantes.
En este momento, el Albergue de Migrantes acoge a un centenar de personas al día. Los migrantes provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, pero también de Brasil, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, incluso de Belice, se quedan un par de días o a lo más tres, y luego continúan su camino.
Solalinde asegura que los carteles de la droga comenzaron a interesarse por los migrantes, cuando comenzó con Felipe Calderón su guerra insensata y perdida contra el narcotráfico [que dejó 60,000 muertos y 26,000 desaparecidos durante su mandato, según cifras oficiales y privadas]. Esta guerra provocó el descabezamiento de algunos carteles y la expoliación de otros, entre ellos los Zetas.
“Estos últimos se quedaron sin liquidez para pagar la droga. La droga no se puede pagar a crédito: se paga inmediatamente. Por lo tanto, los Zetas pensaron en sacar dinero a los migrantes. Sabían que estos no tienen nada, pero tienen amigos y familiares en EU.”
Por eso, según él, comenzaron a secuestrarlos y pedir rescate. “En pocos meses lograron arrancar millones de dólares. Además del rescate, pronto comprendieron que de los migrantes se podía obtener más: con la prostitución, la explotación laboral, el tráfico de órganos.”
Acusa que las autoridades mexicanas son parte del negocio. “Los agentes de migración, los policías, los políticos de todos los niveles son cómplices, sobre todo en el caso de los migrantes. Saben que es una fuente de dinero fácil y muy grande.”
El padre Solalinde define al gobierno mexicano como una “narcocleptocracia”. Los narcos han infiltrado todas las instituciones de México. “Es raro encontrar yo no he conocido nunca un político o funcionario que no robe”, señala.
Apunta que la migración y los migrantes son parte del problema es estructural, es decir, que nace del sistema liberal-capitalista, entonces la única solución es cambiar el modelo.
No se puede tener al 99% de la población mundial viviendo de las migajas dejadas caer por el 1% de la población.
Con información de Noticias Aliadas