El uso medicinal de la marihuana, un mercado multimillonario

 

El mercado de la marihuana medicinal en México tiene un valor aproximado de dos mil millones de dólares. En 180 días las farmacias contarán con reglas para la venta de los fármacos a base de marihuana. Si se legalizara la producción de la planta, bajarían los precios de los medicamentos que contengan cannabis.

Regeneración, 1 de julio de 2017.- Un frasco de aceite elaborado con Marihuana cuesta hoy 6,500 pesos y no todos los pacientes pueden pagarlo; si se legalizara la producción el costo bajaría a 300 pesos.

En 180 días las farmacias contarán con reglas para la venta de los fármacos a base de marihuana

En lugares como Colorado, las ventas anuales de la industria legal de la marihuana superan los mil millones de dólares.

El mercado de la marihuana medicinal en México tiene un valor aproximado de 2,000 millones de dólares, señaló en entrevista Carlos González, director operativo de Hemps Meds México, subsidiaria de Medical Marijuana, con sede en Estados Unidos.

Sin embargo, el potencial de esta industria sería mayor si existiera una regulación para la producción nacional de cannabbis para uso medicinal.

A una semana de publicarse en el Diario Oficial de la Federación el decreto que reforma la Ley General de Salud y del Código Penal Federal, que regula el uso medicinal de la marihuana, la empresa Hemps Med abrió este miércoles una oficina en Monterrey, con lo que comienza operaciones formales en el país y Raúl Elizalde, padre de la menor Grace, fue nombrado presidente de la firma en México.

Grace, quien padece el síndrome de Lennox-Gastaut, es la primera paciente mexicana en obtener un permiso para usar el aceite de CBD de cáñamo 100% libre de THC, gracias a un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 2015.

Ahora, la pequeña de 8 años presenta grandes mejorías, ya que los episodios epilépticos que llegaban a ser de 400 al día, se redujeron notablemente.

Carlos González refirió que esperan la regulación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para determinar el tipo de inversión que hará la empresa; además, dijo, buscan colaborar con las autoridades mexicanas en la investigación sobre los beneficios del canabbis medicinal.

Indicó que uno de los principales retos de las empresas que quieran entrar al mercado será demostrar con investigación los beneficios del producto.

Hacerlo accesible

Actualmente, cada frasco del aceite cuesta 6,500 pesos y sería poco costeable para pacientes de bajos recursos; además, el gasto puede ser mensual o quincenal, dependiendo de la dosificación que se prescriba.

El Grupo Organizador del Foro Internacional de Política de Drogas “Perspectivas legislativas en el uso de cannabis medicinal”, señaló que el elemento clave será ver si la Secretaría de Salud Pública (SSA) y la Cofepris permiten en el marco regulatorio, el cual deberá estar listo más tardar el 20 de diciembre, la producción nacional de aceites como el de Grace para que el costo sea menor.

El costo del acierte podría bajar a 300 pesos, es decir, 22 veces menos de lo que hoy cuesta el que usa Grace. La producción nacional de aceites THC serían accesibles para gente de bajos recursos.

Medicinal o terapéutica

Luego de la reforma legal, el artículo 198 del Código Penal Federal señala que “la siembra, cultivo o cosecha de plantas de marihuana no será punible cuando estas actividades se lleven a cabo con fines médicos y científicos”.

Silvia Cruz Martínez del Campo, doctora en farmacología en el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Convestav), explica que la marihuana no es considerada por ninguna instancia internacional como un medicamento, en el mejor de los casos, como una planta con propiedades medicinales.

La semana pasada, José Narro Robles, titular de la SSa, presentó el libro ‘Bioética y salud pública en la regularización de la marihuana’, el cual reúne la opinión de diversos expertos en la materia, encabezados por el Presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética, doctor Manuel Ruiz de Chávez.

En él, la doctora Cruz Martínez del Campo explica en el capítulo “Ética de la Investigación y uso médico del cannabis” que lo que se considera como medicamento son algunos compuestos individuales como el dronabinol y otros cannabinoides naturales y sintéticos.

La especialista indica que la marihuana en sí, no es la que cura los padecimientos, ya que puede generar dependencia, sino son los activos como el cannabidoil, por vía oral, los que ayudan al tratamiento de síntomas.

“El cannabidoil en aceite tiene grandes posibilidades y no hay razón para que no entre al país”, señaló.

Dicha sustancia no es psicoactiva y no está descrito que produzca adicción. En México, antes de la regulación, se permitiría la importación del cannabidoil para pacientes con enfermedades relacionadas con el sistema nervioso como alzheimer, cáncer y epilepsia, pero con su liberación se abren las posibilidades.

En marzo, el doctor Saúl Garza Morales, neuropediatra y Coordinador de la Unidad de Neurodesarrollo del Hospital Español de la Ciudad de México presentó los resultados del primer estudio clínico en el país dedicado a demostrar los beneficios del uso del cannabidiol en pacientes como Grace, que padecen el síndrome de Lennox-Gastaut.

Durante un año los doctores aplicaron el tratamiento a 39 niños usando el RSHO-X, producto del Cannabidiol puro, derivado del cáñamo, aprobado en enero de 2016 en México por la Cofepris.

El estudio demostró que 84% de los pacientes lograron disminuir de manera significativa las crisis epilépticas, mientras que aproximadamente 16% logró el control completo de todas las crisis durante cuatro meses continuos.

¿Pérdidas?

Según datos de la compañía New Frontier Data, dedicada al análisis de datos relacionados con la industria del cannabis, el impacto de la legalización de la producción de marihuana medicinal en la industria farmacéutica estadounidense, representaría una pérdida de 4 mil 400 millones de dólares.

De acuerdo con el portal Nación Cannabis, las medidas podrían afectar a farmacéuticas como Pfizer, Big Pharma y Allergan ya que algunos de sus fármacos tratan síntomas que el cannabis medicinal podría sustituir: dolor crónico, dolor nervioso, trastorno de estrés postraumático, náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia, síndrome de Tourette, trastornos del sueño, ansiedad, cuadros convulsivos-epilepsia, glaucoma, etc.

Carlos González, de Hemps Meds México consideró que la regularización en nuestro país no supondría un escenario como el de Estados Unidos. No sería un problema para las farmacéuticas, al contrario, dijo, es una oportunidad en la que seguramente buscarán incursionar en cuanto se tengan los reglamentos.

La ley como está implica un atraso de siete años en la producción de fármacos derivados del cannabis. Si se inclinan por lo farmacológico, Grace va a tener que seguir importando su aceite. Esa es la dimensión de abrir la producción nacional de cannabis para uso terapéutico.

Sólo farmacias

En el caso de México, el titular de la Cofepris, Julio Sánchez y Tepoz mencionó que el mercado se abrirá en 180 días lo que permitirá que las farmacias nacionales puedan vender medicamentos a base de cannabis, según declaró en conferencia de prensa en el marco de la Semana Internacional de Ciencias y Buenas Prácticas Regulatorias, realizada el 27 de junio.

Hasta el momento, sólo la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm) se ha pronunciado sobre el tema, ya que desde mayo informó que trabaja en una estrategia para sus 5 mil farmacias afiliadas para la venta de medicamentos derivados de la marihuana.

A decir del director de operaciones del Hemps Meds, el que no haya pronunciamientos de las farmacéuticas podría deberse a que están esperando que la autoridad sanitaria emita las reglas.

¿Qué se espera en la reglamentación?

El grupo de expertos que participó en la realización del libro ‘Bioética y salud pública en la regularización de la marihuana’, señalan que la reglamentación en México del cannabis será compleja ya que deberá encararse de forma interdisciplinaria, tanto en la esfera privada de las personas como en el ámbito de la salud pública.

“Se requiere de políticas públicas que maximicen la salud de la población y la protección de grupos vulnerables, al mismo tiempo se protejan los derechos humanos y la autonomía de las personas”.

En cuanto al tema del uso médico de la cannabis, consideraran que es necesario tomar en cuenta políticas en torno a la investigación.

Señalaron que es necesario aclarar que la marihuana no es un medicamento ya que hay reglas científicas “muy estrictas que hay que seguir para validar su utilidad”.

“El mensaje de que la marihuana es medicinal es muy riesgoso, ya que lleva a una disminución enorme de la percepción de riesgos y beneficios”.

(Con información de economíahoy.mx)