Empresas del priismo, ganonas de las licitaciones del Nuevo Aeropuerto

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La investigación publicada en Proceso, sugiere que los constructores favoritos del Estado de México y vinculados con tráfico de influencias, ganaron la mayoría de las licitaciones del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Regeneración 28 de enero del 2016.- El Gobierno Federal no evitó que los primeros contratos para el nuevo aeropuerto se asignaran a constructoras relacionadas por vía familiar y de negocios con el priismo mexiquense.

Entre los ganadores de las primeras tres licitaciones destaca Transportaciones y Construcciones Tamaulipecos (Tracotamsa), propiedad de Rolando Cantú Barragán, un contratista que hasta hace poco sólo operaba en Tamaulipas y es primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, el dueño de Grupo Higa, quien construyó y financió las residencias de la primera dama, Angélica Rivera, y del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

En la segunda licitación, ganó el consorcio formado por Omega Construcciones Industriales, Calzada Construcciones (Calco) y Construcciones y Dragados del Sureste (Cydssa). Las dos últimas están asociadas de manera permanente en la razón social Hidrovías y Carreteras (Hycsa).

Calco es propiedad de Alejandro Calzada Prats, hijo del priista tabasqueño Feliciano Calzada Padrón, que fue secretario particular de Roberto Madrazo Pintado y colaborador en sus aventuras presidenciales de 2000 y 2006 (Proceso 1245 y 1999). El grupo político de Madrazo ha tenido una histórica relación con la familia Hank, cuyo extinto patriarca, Carlos Hank González, fue cabecilla del llamado Grupo Atlacomulco. En tanto, Cydssa, también de origen tabasqueño, es encabezado por Sergio Roberto Valenzuela Aguilera.

Hycsa señala en su sitio de internet que para operar concesiones carreteras está asociada con La Peninsular. Esta constructora es subsidiaria de Grupo Hermes, el corporativo de Carlos Hank Rohn, hijo de Hank González.

Otro de los ganones es Omega Construcciones Industriales, parte del Grupo Omega, un conjunto de empresas con numerosos contratos con el Gobierno del Distrito Federal para obras como la remodelación del Autódromo Hermanos Rodríguez y la Línea 6 del Metrobús.

Omega, propiedad de Jorge Miguel Melgarejo Hadad, forma parte del consorcio que construirá la tercera etapa del tren interurbano México-Toluca, otra obra emblemática para la administración peñanietista y cuyos principales constructores son cercanos a la élite política mexiquense y a las empresas relacionadas con ella.

En las licitaciones para las obras preliminares a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), participaron 224 empresas y 116 proyectos, de los cuales el GACM se inclinó precisamente por las relacionadas con el priismo del Estado de México.

Las empresas que integran Grupo Higa o son propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú tampoco han participado en los procesos licitatorios desde el escándalo que provocó el reportaje “La casa blanca de Peña Nieto”, publicado en noviembre de 2014 por el equipo de investigación de Aristegui Noticias. Las empresas de Hinojosa Cantú dejaron de ser contratadas; al menos no aparecen en los registros de compras y proveeduría gubernamental con nuevas asignaciones, aunque sí aparecen las de su primo Cantú Barragán.

Los contratos entregados en el primer paquete de las 21 licitaciones para el NAICM, emitidos en diciembre pasado, apenas son para obras preliminares y sus montos son modestos. Conforme al llamado “Plan Maestro” del proyecto del NAICM, en 2016 se licitarán 10 paquetes más, donde se asignarán las obras principales del proyecto.

Se trata del edificio terminal, terminal de combustibles, plataformas de embarques, líneas de distribución de combustibles, sistema de ayudas a la navegación, el túnel central de servicios, las ayudas visuales, estaciones de bomberos, edificios de apoyo y entronques viales de acceso en su primera fase. De acuerdo con el GACM, se aplicarán en estas obras aproximadamente 6 mil millones de dólares.

Extracto del artículo original de Arturo Rodríguez García para Proceso