EPN y Calderón usaron la misma estrategia y fracasaron igual: analistas

Sobre seguridad, nada ha cambiado desde que inició el sexenio, incluso, la propuesta para contener la ola de violencia se a desdibujado hasta tal nivel, que se limitó a las acciones del sexenio anterior, cuando Felipe Calderón declaró la “guerra contra el narco”.

 

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Regeneración 25 de julio de 2016.- El fuego cruzado de la estrategia contra las drogas ha cobrado 150 mil vidas, según Leon Panetta, ex Secretario de Defensa de los Estados Unidos y los índices de violencia cuestionan a diario la estrategia de seguridad de la actual administración.

El fin de semana pasado, dos alcaldes fueron asesinados, uno de Chiapas y otro de Guerrero, son un indicador de fragilidad de las instituciones que no sólo comunica que son incapaces de cuidarse a ellos mismos, sino también a la ciudadanía, apuntaron especialistas, quienes ven que la estrategia de seguridad de Peña Nieto es inflexible y no atienden a las circunstancias de inseguridad en el País.

“Lo que hemos visto en una repetición de la estrategia de la fuerza federal, que en ocasiones ayudan a contener mientras están ahí, y cuando te vas vuelve la violencia”, dijo Édgar Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.

Además, la mayoría de los delitos, están ligados con el crimen organizado, dijo la organización civil Semáforo Delictivo, quienes se dedican al trabajo estadístico en temas de inseguridad y señalaron que 6 de cada 10 homicidios son repercusiones del narcomenudeo.

Por si fuera poco, el Ejército no ha reducido su presencia en las calles como prometió Peña Nieto al iniciar su sexenio, dijo Rubén Guzmán Sánchez, del Instituto para la Seguridad.

“El Gobierno aceptó las críticas. E invirtió, al principio, un montón de dinero en una nueva estrategia de seguridad, que dividiría al país en cinco regiones. Se hablaba de que se iban a seleccionar zonas prioritarias, invertir mucho en prevención social [115 mil 600 millones de pesos para el 2013] y a la vez realizar el fortalecimiento de las instituciones locales”, detalló Guzmán.

Entre otras acciones, Enrique Peña Nieto retomó otras propuestas que Felipe Calderón Hinojosa como la implementación del Mando Único a nivel nacional, en el que los elementos de la policía municipal pasen bajo la dirección del orden estatal.

Para Cortez Morales, los problemas para atender la inseguridad en México se deben a la falta de diagnóstico que determine el tamaño y profundidad de la delincuencia.

“El gran problema que sigue teniendo nuestra política, es que pareciera que se quiere resolver todo con una medida. Yo creo que no, que no hay ninguna medida. Cuando se hablaba de la nueva estrategia de seguridad, tendría que haber una amplia visión de la seguridad”, dijo Cortez.

Y para muestra un botón, pues en Morelos, una de las entidades que impuso el Mando Único, no ha dado los resultados deseados contra la violencia en la entidad. Y es que en el primer semestre del año 280 homicidios dolosos se han registrado, cuando en el mismo periodo del año pasado hubo 237 personas asesinadas.

Y mientras Peña Nieto se regocija de haber dejado sin cabeza a grupos delictivos, lo que derivó de ello fue un proceso de diversificación y expansión de delitos.

“Los crímenes de alto impacto, el secuestro, la extorsión, el crimen organizado y todo lo que ello contrae impactan demasiado. Se federalizó la seguridad. Pero se dejó de poner atención, a nivel local, cuando hablamos del robo, del asalto a mano armada, que son los delitos más frecuentes”, dijo Rubén Guzmán.

Así, los niveles de violencia se mantienen en ascenso en todo el País, trascienden casos como el de Colima, antes considerado como un estado pacífico y que hoy ostenta la tasa más alta en homicidios. Otro caso es el de Guanajuato, donde el 54 por ciento de los homicidios cometidos son ejecuciones del crimen organizado, por decir algunos casos.

“No se trata que de pronto subió la violencia. Es un proceso histórico que ha ido en ascenso. Hay una debilidad, la inconsistencia del sistema de seguridad pública es consecuencia de las fallas estructurales. Como cuáles, en la contratación de gente que no tiene vocación, en la capacitación de estas personas y, por último, en emplear medidas para que no se corrompan, a través de la enseñanza y obvio con el ejemplo de las autoridades superiores”, detalló Pablo Monzalvo Pérez, profesor del Diplomado en Seguridad Pública de la Universidad Iberoamericana.

Por otro lado, para los expertos, los casos de asesinatos de los alcaldes de Chiapas y Guerrero el fin de semana ponen de manifiesto la colusión de las autoridades ya ha infiltrado a la democracia.

“Hay que ver como la delincuencia tiene superioridad en armamento, disciplina más allá de las fuerzas de seguridad pública y eso preocupa. Hay agresión al estado en diversas formas, ya sea a en cualquiera de los tres niveles. Eso se llama un estado líquido, quiere decir que no es suficientemente capaz de resolver y prevenir este tipo de acontecimiento, independientemente de que municipio se trate”, dijo Monzalvo, que agregó la incapacidad del Estado para reaccionar tiene sus orígenes en la corrupción.

La ola de muertes ha repercutido en los distintos partidos políticos, quienes han condenado los hechos. Al menos 16 ediles han muerto durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, una tendencia que se mantiene luego del Gobierno de Felipe Calderón dejó 38 alcaldes asesinados.

Martí Batres Guadarrama, líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), consideró que esto es muestra de que la estrategia de Peña nieto en el combate a la delincuencia ha fallado, debido a la falta de una política que atienda la problemática social y a la corrupción.

Y acusó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de cometer los mismos errores que el ex Presidente panista Felipe Calderón Hinojosa al implementar su estrategia de seguridad. “El PRI estando en la oposición criticaba la violencia y el asunto de muertos de Calderón. Se suponía que iba a ser diferente y la violencia va a rebasar a este Gobierno. De acuerdo a las tendencias a la mitad del sexenio de Peña Nieto ya van más ejecutados que en el mismo periodo de Calderón”, destacó.

Vía Animal Político.