Las personas afectadas que no reciben un correcto tratamiento, pierden incluso las ganas de convivir y trabajar y podrían iniciar con el consumo de alcohol u otras drogas.
Regeneración, 23 de septiembre de 2017.- Benjamín Domínguez Trejo, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, alertó que la mayoría de la población que vivió el sismo del 19 de septiembre, experimentará o ya sufre de estrés postraumático.
Lo más preocupante, dijo el experto, es que los afectados podrían vivir con esa condición hasta por 20 años, hecho que representa un desafío para la salud pública.
Domínguez Trejo explicó que los humanos estamos sujetos a diversas situaciones impredecibles y se generan reacciones “normales” con la función de protegernos, por ello, “sentir miedo después de un terremoto es una reacción normal de protección”.
Agregó que “la mayoría de la población puede resistir estas experiencias debido a la edad y a las redes de apoyo, pero existe un sector en el que el síndrome no desaparecerá y se tiene que trabajar rápido y con precisión para identificar los casos de vulnerabilidad, de otra manera ese segmento puede quedar discapacitado”.
El especialista explicó que el estrés postraumático en un conjunto de síntomas que casi siempre se presentan juntos después de una experiencia traumática, como el pasado sismo.
Expuso que algunas personas ya se encuentran en la etapa aguda, por ello desde el terremoto se siente estresadas y temerosas ante la posibilidad de que se repita el evento.
Las personas afectadas que no reciben un correcto tratamiento, pierden incluso las ganas de convivir y trabajar y podrían iniciar con el consumo de alcohol u otras drogas.
El académico señaló que otra de las características del síndrome es la respuesta de evitación o de huida, así como la activación simpática, en la que el individuo se siente sobresaltado, con demasiada energía, tanta que no puede estar sentado por un rato ni dormir.
Además, explicó que en ocasiones se presentan secuencias retrospectivas o flashback que les repiten escenas traumáticas, aunque ellos no lo deseen.
Para sobreponerse, Domínguez señaló que es necesario dejar que el organismo descanse y dijo que el sueño fisiológico es el antídoto contra esta sensación.
“A algunas personas les es útil el ‘ayuno’ de noticias, porque si bien estar al pendiente nos mantiene informados, en ciertos casos son evocaciones (del temblor) que afectan emocionalmente e impiden una pronta recuperación”.
Así, el especialista agregó que también es importante mantener la cercanía con las redes de apoyo social, con “personas con las que nos sintamos apoyados, pues eso nos ayuda a mantenernos en un estado de serenidad”.
Por último, dijo que las siguientes líneas telefónicas: 4161-6041 y 5622-2288, están a la disposición de la población. Ahí, “un grupo de profesionistas pueden identificar casos de estrés postraumático y evitar que progresen a etapas en los que los síntomas serán prolongados y su tratamiento muy costoso”.
Con información de UNAM