Regeneración, 1 de febrero de 2016.- Alrededor de 40 personas se ahogaron mientras que 75 fueron rescatadas, cuando un bote que llevaba migrantes hacia Grecia se hundió al golpear con unas rocas.
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Entre los muertos había al menos 10 niños y las fotografías de sus cuerpos sin vida han servido como recordatorio un vez más, de la grave crisis migratoria que azota a Europa actualmente.
Aunque esta vez las fotografías no han tenido el mismo impacto que las anteriores (quizá porque ya no son novedad) el número de muertes de migrantes sigue aumentando, así como los problemas que surgen entorno del fenómeno (secuestros para esclavizar y explotar de muchas formas a los migrantes).
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La Organización Internacional para la Migración dijo que hasta el viernes pasado, 218 personas se ahogaron este mes en el mar Egeo tratando de llegar a las Islas Griegas.
Pero mientras los números de muertes aumentan, la simpatía por los migrantes decrece. Angela Merkell, canciller alemana, que una vez fue vista como heroína al abrir las fronteras de Alemania a los refugiados, s encuentra hoy bajo presión para detener el flujo tan grande de personas. El sábado, dijo a colegas de su partido que había que comunicar a la gente que los migrantes tendrían que volver a sus países eventualmente. Que la estancia en Alemania es sólo estatus temporal de residencia y que se espera que una vez restaurada la paz en Siria y el estado islámico sea derrotado en Irak, tendrán que volver a sus países.