Joven llama fascista a Mancera en su cara durante evento oficial (Video)

El joven de 22 años cuestionó a Mancera: ¿Por qué nos ponen a policías y a cuerpos de granaderos para no permitirnos el paso? ¡Señor Mancera, eso no es una democracia. Eso es fascismo. Eso es un estado de sitio!”

 

 

Regeneración, 13 de julio de 2016.- Programado para ser un encuentro terso con jóvenes beneficiarios de apoyos económicos en la capital, acabó en un reclamo hacia Miguel Ángel Mancera, cuyo gobierno fue calificado por un joven como “fascista” y en “estado de sitio”.

El escenario del reclamo fue el Teatro de la Juventud, en la delegación Álvaro Obregón. Cientos de jóvenes de distintas demarcaciones llegaron ahí desde temprana hora para llenar el inmueble donde se realizaría la entrega simbólica de credenciales del Programa Jóvenes en Desarrollo.

El primer reclamo fue: “¡Metrobuuuus, incluyan el Metrobus!”, gritó un joven desde los asientos de atrás del teatro. De inmediato vinieron los aplausos y los gritos “¡Metrobús, Metrobús!”.

Coincidencia o no con el discurso de las emociones, en ese momento un joven de 22 años, habitante de la delegación Benito Juárez, se acercó discretamente hasta el escenario donde hablaba Mancera y con su tarjeta de beneficiario del programa en mano, le pidió el uso de la palabra.

La presencia del joven tomó por sorpresa al mandatario local, pues aparentemente su equipo de seguridad no hizo nada por detenerlo. Entonces el muchacho comenzó a hablar y en segundos Mancera asintió para darle el micrófono sin saber lo que vendría.

“Me llamo Emiliano Morales y soy estudiante”, se presentó. Pantalón de mezclilla, chamarra café, tenis, anteojos y cabello rizado. Con voz elocuente y bien articulada, le hizo el primer reclamo:

“Es indignante que en la entrada los policías nos revisaran como si fuéramos a traer algún tipo de arma. Y no, no traemos ningún tipo de arma”. Los gritos de apoyo comenzaron.

“¿Saben con qué no contaban los de su equipo de seguridad, doctor? Con que nuestra arma es la palabra”, le dijo.

Pero no fue lo más duro. Sin titubear, el joven estudiante de la licenciatura en Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, le dijo al jefe de gobierno que la juventud necesita apoyo para abrir espacios donde se pueda expresar.

“En una democracia, las personas salen a protestar. Pero ¿sabe cuándo ya no me cuadran las ideas? En el momento en que voy caminando por el Hemiciclo a Juárez a protestar al Zócalo junto a los maestros y me encuentro con una barricada de policías y de cuerpos de granaderos”. De nueva cuenta, pero con más fuerza, llegaron los gritos y los aplausos de aliento de los jóvenes en el auditorio.

Sin mencionarlo, se refirió a la reiterada negativa del jefe de gobierno a permitir que marchas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del partido Morena, acompañados por familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos lleguen al Zócalo capitalino, con el argumento de que éste se mantiene ocupado con otros eventos.

Emiliano continuó: “Entonces yo pregunto ¿dónde está esa democracia, dónde están las voces que no están de acuerdo? Las voces de la juventud en resistencia no se escuchan”.

Subió el volumen de su voz y continuó: “¿Por qué nos ponen a policías, por qué nos ponen a cuerpos de granaderos para no permitirnos el paso? ¡Señor Mancera, eso no es una democracia. Eso es fascismo. Eso es un estado de sitio!”.

El Teatro de la Juventud parecía albergar a una multitud enfurecida. Atónito, Mancera sólo asentía con la cabeza. La sonrisa que tenía minutos antes se convirtió en un rostro serio, con quijada apretada, signo de molestia en él.

Y si no era suficiente, el joven fue más allá, lo invitó a ir a las universidades a plantear una pregunta:

“¿Por qué tengo un nivel de aprobación de menos de 30% de gobierno? (cifra publicada el pasado 4 de julio en una encuesta del diario El Universal )… Yo le digo: porque los jóvenes estamos hartos de la misma clase política, porque los jóvenes y los de abajo estamos hartos del mismo circo que se venden en los de arriba y el negocio que se ve entre los de arriba, que sólo sea para ellos”.

Pidió que ya era momento de que escuchara las voces de las personas y “que tome una postura en este conflicto que está haciendo con los maestros disidentes y con los estudiantes, porque ya es momento que escuchen a los de abajo”. Agregó que la gente, está cansada de “la misma clase política en Chihuahua, en Veracruz, los Moreira, el mismo licenciado Enrique Peña Nieto, si me estás escuchando te decimos ‘ya basta’. Estamos cansados de que nos traten como tontos, no somos ningunos tontos”.

Los ánimos en el teatro ya estaban encendidos. El estudiante agradeció a Mancera el darle la palabra. Luego bajó del escenario a paso lento, erguido y en medio de aplausos y gritos que lo acompañaron hasta la parte trasera del auditorio, donde se quedó parado y se cruzó de brazos.

De nuevo en el micrófono, Mancera aceleró el término de su discurso y trató de responder a Emiliano al decir que “el Zócalo siempre está abierto, pero hoy está la aldea digital”. La rechifla vino de inmediato. Un “¡buuuuu!” se escuchó unísono en el lugar.

Los jóvenes estaban inquietos después de horas de esperar y luego de la arenga. El acto terminó. Los cientos de jóvenes comenzaron a salir del Teatro y no faltó quien, al encontrar a Emiliano a su paso, le daba abrazos y palmadas de felicitación. Sin conocerlo, un joven lo abrazó y le dijo: “¡Cabrón, eres un héroe!”.