La batalla mediática de El Chapo y sus mujeres

Por Jenaro Villamil | homozapping

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Regeneración, 6 de marzo del 2016.-Primero fue Emma Coronel, la esposa más joven de Joaquín El Chapo Guzmán, quien ofreció una entrevista a Univisión para denunciar que el capo no podía dormir en su nueva estancia en El Altiplano. Ahora, es la hija mayor Rosa Isela Guzmán, quien le señala a The Guardian y a Proceso que su padre fue traicionado por Ismael El Mayo Zambada y por el gobierno federal, después de haber apoyado con cheques la campaña de algún político que parece tener copete.

En medio de esta bien sincronizada aparición de esposa e hija, la hermana de Guzmán Loera, Bernarda, se presentó el viernes en el penal del Altiplano y solicitó a las autoridades federales y al director del reclusorio para que le den un trato justo y humano al reo más famoso del narcotráfico.

Los efectos de esta escalonada participación de mujeres vinculadas a Guzmán Loera están demostrando tres cosas:

1.-El Chapo ahora “fuga” información y no sólo su presencia física. Está demostrando que tiene elementos muy delicados que no le convienen ni al gobierno de Peña Nieto ni a sus ex aliados del cártel del Pacífico que se conozcan.

2.-Guzmán Loera y sus abogados y estrategas saben aprovechar la celebridad que ha alcanzado para armar un auténtico Chapo Show en medios internacionales. No en balde, el efecto de estas intervenciones es mayor gracias a su incidencia en cadenas como Univisión o periódicos como The Guardian.

3.-De prófugo peligroso y narcotraficante sanguinario, Guzmán Loera se está convirtiendo en “víctima” del sistema penal mexicano y en posible declarante incómodo. Romper el pacto de silencio o la omertá puede generar momentos muy incómodos para la administración peñista.

Ninguna de estas intervenciones se podría lograr sin la enorme expectativa que se ha generado en torno a las historias de El Chapo. En este sentido, el criminal está capitalizando la propia leyenda que construyó el gobierno mexicano y, especialmente, el de Peña Nieto con la persecución insana y las filtraciones de las conversaciones entre Guzmán Loera y la actriz Kate del Castillo.

La entrevista de la hija Rosa Isela Guzmán ya no simula. Asume que su padre es un capo del cartel de Sinaloa y que el mando de esta organización estaba predestinado para su hermanastro Iván Archivaldo Guzmán y no para El Mayo Zambada. Aporta uno de los elementos más delicados en esta teleserie involuntaria: que fue El Mayo quien “colocó” a El Chapo en Mazatlán para que fuera atrapado en febrero de 2014.

La hija le declara a José Luis Montenegro, joven reportero autor del libro Narcojuniors, y a Rory Carroll, que “el gobierno rompió su promesa”.

“Si hay un pacto, ellos no lo respetaron. Ahora que lo atraparon dicen que es un criminal, un asesino. Pero no dijeron lo mismo cuando pidieron dinero para sus campañas. ¡Son unos hipócritas!”, exclamó Guzmán.

“Sólo sé que mi padre le dijo a su abogado que le entregara unos cheques al representante de campaña (de un destacado político) y le pidió que le respetara”, abundó la hija de El Chapo.

Estas expresiones le generaron una carcajada al vocero de Los Pinos, Eduardo Sánchez, consultado por el periódico Reforma. “¿Un pacto? ¡Es un disparate!”, exclamó el vocero peñista, según se lee en la primera plana del periódico el sábado 4 de marzo.

Quizá la sonrisa se le desdibuje al vocero y a su jefe si las mujeres de El Chapo continúan hablando, como hasta ahora lo hacen y con el impacto que están logrando.