Migrantes atrapados entre México y EU a causa del crimen organizado

 Los grupos leales al cártel de Los zetas cazan a los migrantes en las terminales de autobuses, carreteras y vías de tren que llegan a Nuevo Laredo.

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Regeneración, 9 de abril de 2017.– Nuevo Laredo, Tamaulipas, es uno de los cruces fronterizos más importantes para la relación comercial entre México-Estados Unidos, es aquí donde comienza y termina el sueño de miles.

Hombres, mujeres, niños que llegan aquí con el deseo de cruzar, en búsqueda de mejores condiciones de vida, terminan bajo el asedio de los grupos del crimen organizado que controlan los cruces ilegales y bajo la repercusión de las autoridades estadounidenses.

El gobierno municipal de Nuevo Laredo y la Iglesia Católica, esperan en cualquier momento deportaciones masivas de mexicanos. Aceptan que esto generará presiones económicas y de servicios, a la par del impacto que tendrá la ciudad ante las actividades ilegales que se realizan en la zona.

Los grupos leales al cártel de Los zetas cazan a los migrantes en las terminales de autobuses, carreteras y vías de tren que llegan a Nuevo Laredo, los secuestran piden rescate a sus familias, no menos de 3 mil dólares para dejarlos ir, a los que no tienen dinero los hacen parte de su pandilla o los matan, relataron migrantes al diario El Universal.

Muchos de los deportados, dicen que han preferido quedarse en México bajo el riesgo de ser cooptados por los grupos del crimen organizado que cotidianamente disputan Nuevo Laredo, a fin de controlar el tráfico de drogas, personas, armas y dinero.

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Este medio constató que las autoridades migratorias estadounidenses utilizan todos los métodos a su alcance, desde patrullajes, en bicicleta, o hasta el uso de drones, vehículos todo terreno y helicópteros o la retención de teléfonos celulares para revisar su contenido, y así evitar cruces ilegales.

El director de la Casa del Migrante Nazaret, el padre Giovanni Bizzotto, nació un 20 de septiembre en Italia, cerca de Venecia hace más de 60 años, ha trabajado en México desde hace casi 10 años en diferentes etapas, , primero en Michoacán, 16 más en EU y 9 años en Cánada.

Señala que el problema que hoy enfrentan es que en Nuevo Laredo hay 1 200 cubanos varados, advierte que la Casa del Migrante abrió hace 13 años para dar cobijo a los migrantes que venían del sur en su camino a EU, pero que hoy se ha convertido en el refugio de los deportados. “Las cosas cambiaron, recibimos a muchos ancianos que habían hecho su vida del otro lado, a personas con problemas de salud, VIH, gente vulnerable, esas son las deportaciones”, expresó.

Las deportaciones son diarias con un promedio de 100 personas, cuando antes eran entre 50 y 70, esperan que el número de repatriados, aumente conforme pasen los meses. “Aquí los recibimos, llegan con el corazón roto, derrotados, cansados, la mayoría, un 60% quiere regresar a su tierra, el otro 40% intentará regresar a Estados Unidos, muchos allá tienen su vida”.

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Cerca del refugio para los migrantes, el alcalde Enrique Rivas, entrega obras. Recorre las calles de Nuevo Laredo en una camioneta blindada, rodeado de 5 guardaespaldas y custodiado por una camioneta artillada de la Marina,, con 6 marinos equipados para repeler cualquier agresión.

Adelanta que “tarde o temprano iniciarán las deportaciones masivas. Creemos que nos va a ssaturar el albergue, que pasen de 50 o 70 a 200 o 300 migrantes, estamos adecuando ya un lugar con mayor capacidad. Nos preparamos para un escenario así, nos estamos preparando en conjunto con la Sedena y la Policía Federal”.

Pide crear un fondo fronterizo a fin de apoyar a las autoridades municipales por las presiones económicas que generan las deportaciones y ayudar a los migrantes a regresar a casa.

Con información de: El Universal