Por el combate a la violencia de género contra las mujeres

foto: mexico.cnn.com

El 25 de noviembre es el día internacional para erradicar la violencia contra las mujeres. Esta violencia se da por el hecho de ser mujeres y está presente tanto en espacios públicos como privados y tiene diversas manifestaciones: violencia física, sexual, económica, patrimonial y psicológica, incluso el feminicidio. Cada día son asesinadas siete mujeres en México, es un tema que la sociedad mexicana debe atender de manera urgente

Por Carol Arriaga*

Regeneración, 24 de noviembre de 2015. En 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, se estableció el 25 de noviembre como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres; Naciones Unidas lo ha conmemorado desde el año 2000.

Este día pero de 1960, fueron asesinadas las dominicanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal. Las activistas políticas, esposas y madres, pertenecientes a una familia acomodada, lucharon contra el régimen represor del entonces presidente Rafael Leónidas Trujillo.

Tras una vida de activismo político y defensa de la democracia, en la que Minerva fue acosada por el dictador Trujillo, y ella y María Teresa encarceladas, las hermanas Mirabal, conocidas como “Las Mariposas” fueron apaleadas, asesinadas y lanzadas en un vehículo para simular un accidente automovilístico, por parte de integrantes del Servicio de Inteligencia Militar del régimen del dictador. Sin embargo, la versión oficial fue insostenible y la indignación del pueblo dominicano prevaleció.

Antes y después de esos lamentables acontecimientos, la violencia de género contra las mujeres, que es la que se da por el solo hecho de ser mujer, ha estado presente tanto en espacios públicos como privados, en sus diversas manifestaciones: física, sexual, económica, patrimonial y psicológica, hasta llegar a la feminicida.

En la violencia de género contra las mujeres, los agresores pueden ser mujeres, lo cual constituye, por supuesto, una manifestación de misoginia, aunque mayoritariamente proviene de hombres, y de las instituciones, al ignorarla, tolerarla o justificarla.

Si bien, hay mujeres que por sus especiales condiciones, son más susceptibles de ser agredidas, en estas sociedades machistas, como son las mujeres migrantes, las niñas migrantes no acompañadas, las mujeres privadas de la libertad, las sexoservidoras, las transexuales, las discapacitadas, las embarazadas, las embarazadas adolescentes, las madres adolescentes, las trabajadoras domésticas, en condición de calle, en pobreza, en orfandad, en vejez, y un largo etcétera; esta violencia está presente en todas las clases sociales, incluso tratándose de familias políticas y pudientes.

A pesar de su amplitud, la violencia contra las mujeres ha sido –y sigue siendo- socialmente naturalizada, por eso es invisible, y hombres y mujeres no toman consciencia de ella; en esa proporción, las encuestas y registros de violencia contra las mujeres, aunque alarmantes, no reflejan la realidad en su totalidad.

Ante esta situación, hago un fuerte llamado a las mujeres y a los hombres de México a unirse a la lucha en contra de la violencia de género contra las mujeres, porque nos hace daño a todas y todos, porque no se trata de un asunto privado ni individual, sino del bienestar de la comunidad, porque esta situación nos concierne y nos afecta como sociedad, es una lucha colectiva, no de género.

Y exijo a mis camaradas de Morena, de las bases, de la dirigencia o en cargos de elección popular, que como partido de izquierda, nos unamos, cada cual desde su trinchera, con acciones -más que con discursos- al combate a la violencia de género contra las mujeres.

Prevengamos la violencia, sin dejar de atenderla, denunciemos y condenemos la violencia, pero no la ocultemos, porque al esconderla, la perpetuamos.

* Secretaria de Mujeres, CEN Morena.

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