Película: Rosa Blanca (1961)

Clásico del cine mexicano que muestra la prepotencia de las transnacionales por el control del petróleo mexicano.

Jacinto Yáñez, (Ignacio Lopez Tarso) un ejidatario analfabeta, es el propietario de “La Rosa Blanca”, un rancho donde vive felizmente con su familia en el estado de Veracruz, cuando aparece la codiciosa compañía petrolera estadunidense Condor Oil. Don Jacinto se rehusa a vender su tierra, por lo que la compañía no se detendrá para lograr sus oscuros objetivos y apañarse el petróleo mexicano. 

“La Rosa Blanca no es nomás caballos y cerdos. Es un pedazo de mi patria. Que es vida, la mía y la de mi gente. Que es nuestro sol, el aire y el lugar donde van a crecer nuestros hijos. Que es nuestra tierra y que por cien mil dólares yo no voy a darles cuenta a un grupito de extranjeros de lo que a mi se me antoje hacer allá”, expresa el protagonista al rechazar vender sus tierras.

Hoy durante su gira por el estado de México, Andrés Manuel recordó la cinta:

“Desde la Constitución de 1917 se estableció que el hidrocarburo es de los mexicanos, y se recuperó el petróleo (de las transnacionales). Pero el artículo quedó como letra muerta, porque los extranjeros ya dominaban en las áreas petroleras en Tamaulipas, San Luis Potosí, Tabasco, Campeche y Chiapas”.

Como ilustra la película: “Si un propietario de tierras en esos estados tenía petróleo, las empresas extranjeras llegaban y lo amenazaban, le decían, “o me vendes o le compramos a la viuda”.