Pobladores de El Muñeco rechazan gasoducto Tuxpan-Tula y sacan a TransCanada

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Los habitantes del antiguo pueblo de El Muñeco, situado al pie del Cerro de las Piedras, done hay pinturas prehispánicas de la cultura tutunakú, rechazaron la construcción del gasoducto Tuxpan-Tula, que presentaron representantes de la empresa TransCanada. Nadie se sentó en las sillas ni comió de los platos que ofreció la empresa.

Leticia Ánimas

Regeneración, 23 de septiembre de 2016. Tlacuilotepec, Puebla.- Ante ejecutivos de TransCanada y del alcalde Alejandro Guzmán García, pobladores de El Muñeco (Cristo Rey), en Tlacuilotepec, manifestaron su indignación contra la empresa a la que acusaron de querer convencerlos llevándoles comida, les pidieron se fueran y les dijeron que impedirán el paso del gasoducto Tuxpan-Tula por su territorio.

Durante una asamblea informativa a la que citó Transportadora de Gas Natural de la Huasteca (TGNH), filial de la empresa canadiense, los habitantes, “por dignidad”, rechazaron “respetuosamente” los alimentos que pretendían darles los empleados del corporativo. “Es una burla, es bajo, denota su inseguridad, traer algún incentivo para convencer a la comunidad” y tampoco quisieron sentarse en las sillas colocadas en la cancha techada para escuchar lo que tenían que decirles.

Los pobladores se quedaron de pie, oyeron la explicación de la obra, los cuestionaron sobre lo que les estaban diciendo, les dijeron que habían dado la “versión más bonita, hizo usted bien su trabajo”, pero no hablaron de los riesgos. Y al final, les dejaron claro que no permitirán el paso del gasoducto Tuxpan-Tula por esa zona y que estaban unidos con sus vecinos de Montellano, Cruz Santa y El Saltillo “en defensa de nuestros cerros y nuestra agua”.

Acusaron al presidente municipal de Tlacuilotepec de querer hacer creer a los pobladores de que “los proyectos de muerte representan el progreso de nuestra comunidad” al pretender convencerlos de que den permisos y vendan sus tierras para el paso del gasoducto.

Los pobladores argumentaron que la supuesta oferta de trabajo por parte de la filial de TransCanada es un engaño porque “así como nos lo dijeron tres veces, la obra se hará sólo con personal calificado y apenas durará seis meses”, por eso la gente no debe ilusionarse. Les reclamaron que desconozcan la fauna y la flora local que les dijeron que iban a proteger, porque “nos hubiera gustado que hablaran de otra especie, porque aquí no hay tortugas, como dijeron y tampoco habló usted del impacto ambiental en su presentación”.

También rechazaron la pavimentación de un camino. Señalaron que la única vía de comunicación con la que cuenta El Muñeco está terminada hasta la localidad vecina de La Cueva y, aunque admitieron que requiere de mejoras, la “queremos desarrollar de manera sustentable. Por tanto, las carreteras de terracería son la mejor opción, pues son parte del paisaje y no se pierde la originalidad”.

Antes, empleados de la transnacional que quiere construir un ducto por el que diariamente correrán 886 millones de pies cúbicos de gas para la Comisión Federal de Electricidad, felicitaron a los asistentes por su interés y “por informarse con información completa y verídica”, dijo el “licenciado Juan Carlos”, como se presentó el representante de TGNH.

Les dijo que la obra es segura, pero que no harán ningún trabajo sin su consentimiento, que aclararían todas las dudas. “Estamos en el diseño de proyectos, en los estudios técnicos, pero todavía no empieza la construcción. Si tenemos una propuesta, pero a partir de que se empiezan a abrir estos espacios de diálogo, podemos ir generando acuerdos”.

Lo que procede primero es “la apertura de pista. Lo que hacemos es abrir el lugar por donde se haya conseguido el permiso. Nivelar el suelo, pero quitamos la parte de plantas y algunos árboles y la idea es que quede limpio el espacio donde se pueda trabajar. El suelo fértil son los primero 10, 20 o 30 centímetros”, eso será removido.

Aclararon que no usarán dinamita, sólo rotomartillos con los que romperán las rocas. Hablaron de las bondades de la tubería de 36 pulgadas que colocarán a lo largo de 263 kilómetros por 130 comunidades de los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo y en la que invertirán 400 millones de dólares.

A pesar de lo que oyeron, los asistentes dijeron que “El Muñeco está de pie en la lucha en contra de proyectos que no representan ningún beneficio para nuestro pueblo. Sólo representan ganancias millonarias para empresarios y corruptas autoridades que están de acuerdo con ellos por no estar con el pueblo”.

En El Muñeco, un antiguo pueblo ubicado a mil 500 metros sobre el nivel del mar, habitan unas 400 personas. Casi el 90 por ciento de ellas tiene menos de 60 años de edad y sólo 14 han podido estudiar el bachillerato. Por lo que el promedio de asistencia a la escuela es de cuatro años, según datos del INEGI.

Se encuentra al pie del Cerro de las Piedras donde hay algunas pinturas prehispánicas de la etnia totonaku.

Obra y donativos millonarios

En una entrevista publicada por el bisemanario Ruta el 16 de Septiembre, Lorena Patterson, representante de TransCanada en México, indicó que en breve iniciará la construcción del gasoducto Tuxpan-Tula y negó que se presione a los pequeños propietarios para que vendan el terreno que ocupará la obra.

“Nuestra manera de trabajar no es bajo presión de ninguna manera, siempre estamos buscando la aceptación de las comunidades en todo momento”, añadió la ejecutiva de la firma canadiense tras firmar un convenio con la Secretaría de Educación Pública del estado de Hidalgo por el que la empresa le donó “un millón de dólares para infraestructura y equipos educativos”.