¿Qué contiene el Gatorade? ¿realmente hidrata?

• Además de contener azúcar también contiene jarabe de maíz de alta fructosa. De hecho, es su principal ingrediente.

• Contiene tartrazina, que se ha visto tener asociaciones en cambios de conducta como hiperactividad y déficit de atención en niños y niñas.

• Esta bebida es apta sólo para deportistas de alto rendimiento.

• Es preocupante que la industria de bebidas proporcione “indicaciones” nutricionales y en ocasiones hasta médicas a través de institutos creados por la misma industria.

imagen-gatoradeRegeneración, 13 de marzo2014.-. Los electrolitos jamás deben ser suministrados de manera adicional a los presentes en los alimentos y agua potable cuando una persona NO se encuentra deshidratada o está en condiciones normales.

Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

 

Gatorade sabor lima-limón (600 ml., un vaso):

 

Azúcar:

36 gramos por envase, lo cual equivale a 7.2 cucharadas cafeteras de azúcar. Esto cubre del 104 al 140% de lo que un adulto puede consumir para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, pues este organismo indica que la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto es de 5 a 7 cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día (circ.ahajournals.org/content/Dietary Sugars Intake and Cardiovascular Health: A Scientific Statement From the_.pdf+html).

La Organización Mundial de la Salud establece que no se debe superar más del 10% de las calorías totales, no excediendo 10 cucharadas de azúcar añadida para todo el día (www.who.int/dietphysicalactivity/Global Strategy on Diet, Physical Activity and Health.pdf). Así, conforme con este límite máximo, una sola botella de 600 mililitros cubre el 72% de azúcar.

El principal ingrediente es jarabe de alta fructosa, el cual tiene mayores impactos metabólicos que la glucosa, como lo es la elevación en sangre de triglicéridos, colesterol, ácido úrico, impactos en hígado a través de la acumulación de grasa en el mismo, entre otros (chc.ucsf.edu/sew/PDFs/Consumption of Fructose and High Fructose_2011.pdf).

Esta bebida se promociona como bebida isotónica. Las características de una bebida isotónica son bebidas que incluyen en su composición bajas dosis de sodio, normalmente en forma de cloruro de sodio o bicarbonato sódico, azúcar o glucosa, potasio y otros minerales para favorecer una mejor hidratación ante actividad física extenuante. Las soluciones isotónicas tienen como objetivo generar un equilibrio osmótico en la célula, es decir, que existan las mismas cantidades de solutos dentro y fuera de la célula. Esto sucede con los sueros o con las bebidas que contienen electrolitos. Cuando un organismo ha perdido electrolitos (o minerales), se administran vía oral para generar equilibrio en el cuerpo (medamezcua.com/ftp/Manual de cirugía.pdf).

Las soluciones isotónicas deben ir acompañadas de glucosa para impedir una descompensación electrolítica y así favorecer una compensación rápida de energía a la célula. En la presente bebida observamos que el principal ingrediente es jarabe de alta fructosa. Soluciones isotónicas no están basadas en fructosa porque la ruta metabólica es distinta; sin bien la fructosa suele estar presente a través de la sacarosa, mas no como ingrediente principal (medamezcua.com/ftp/Manual de cirugía.pdf). En esta bebida el principal ingrediente es fructosa.

Los electrólitos afectan la cantidad de agua en el cuerpo, la acidez de la sangre (el pH), la actividad muscular y otros procesos importantes. Se pierden electrolitos cuando se suda y se deben reponer tomando líquidos. Los electrólitos comunes abarcan: calcio, cloruro, magnesio, fósforo, potasio, sodio (www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/Electrolitos.htm).

Es importante mencionar que los electrolitos jamás deben ser suministrados de manera adicional a los presentes en los alimentos y agua potable cuando una persona NO se encuentra deshidratada o está en condiciones normales. Si éstos se suministran sin que el cuerpo tenga un requerimiento adicional y además se toman con cantidades tan elevadas de azúcar, se generará el efecto opuesto al que se pretende. El propósito de suministrar electrolitos acompañados de glucosa son para generar un balance osmótico, es decir, un balance dentro de la célula y fuera de la célula (líquido extracelular). Cuando el suministro de glucosa junto con electrolitos es elevado y la persona se encuentra en condiciones normales, lo que sucederá es un desequilibrio deshidratando a la célula en lugar de hidratarla.

 

Sodio:

280 miligramos.

Aunque se establece que es una bebida “baja en sodio”, realmente se desconoce en qué se basa para indicarlo, ya que una botella cubre el 11.6% de sodio recomendado para todo el día.

 

Ingredientes:

Agua, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar, ácido cítrico, cloruro de sodio, citrato de sodio, fosfato monopotásico, goma éster, saborizante natural, saborizante lima-limón, tartrazina.

Además de contener azúcar también contiene jarabe de maíz de alta fructosa, cuya principal composición es fructosa y, como se mencionó antes, el alto consumo de fructosa se ha asociado con trastornos metabólicos, como el síndrome metabólico, que es tres o más de los siguientes: triglicéridos altos (o grasa en sangre), colesterol alto, presión alta, altos niveles de glucosa en sangre, ácido úrico alto, hígado graso, sobrepeso u obesidad.

Por otro lado, en países con altos consumos de jarabe de alta fructosa se han visto mayores prevalencias de obesidad y diabetes (www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/High fructose corn syrup and diabetes prevalence: a global perspective).

Aunado a las altas cantidades de azúcares contiene tartrazina, que se ha visto tener asociaciones en cambios de conducta como hiperactividad y déficit de atención en niños y niñas (http://adc.bmj.com/content/The effects of a double blind, placebo controlled, artificial food_.pdf+html).

 

Etiquetado:

El etiquetado frontal muestra una “G” grande, con un relámpago en la parte media y debajo de la gran “G” el nombre del producto “Gatorade”.

En la parte inferior establece que es (en letras no visibles) “sabor natural” y debajo de esa leyenda “lima-limón”.

El color del fondo del etiquetado es gris. La mayoría de las leyendas son también de color gris en un tono poco más oscuro; esto no favorece en absoluto su visibilidad.

En la parte lateral se encuentra la información nutrimental, donde los colores de las letras son también grises.

Además de ser grises y no verse, las letras son sumamente pequeñas.

Las letras de los ingredientes son de apenas un milímetro y son extremadamente difíciles de leer (se tuvo que utilizar una lupa para alcanzar a distinguirlas, y aun así hubo dificultad para leerles).

Antes de la lista de ingredientes hay una leyenda que establece que es una “Bebida isotónica sabor natural lima-limón baja en sodio”. Dichas letras son de mayor tamaño que las letras de los ingredientes, pero no son fácilmente visibles.

La forma en que se presenta la información nutrimental y la lista de ingredientes es una infracción a la norma oficial de etiquetado, la cual establece en el punto 4.2.10.1.3 que: “Los datos que deben aparecer en la etiqueta deben indicarse con caracteres claros, visibles, indelebles y en colores contrastantes, fáciles de leer por el consumidor en circunstancias normales de compra y uso” (www.dof.gob.mx/nota_detalle/NOM051_05/04/2010.html).

En la parte trasera del etiquetado debajo del nombre “Gatorade” tiene una leyenda que indica “los electrolitos y carbohidratos reponen energía”, luego un asterisco que te conduce a la página web del ‘Gatorade Sports Science Institute’ (sic) www.gssiweb-sp.com/gatorade/default.aspx, y justo debajo otra leyenda que dice “Rehidrata Repone Reactiva”. Sin embargo, no se establece que esto aplica sólo para deportistas de alto rendimiento, no para la población en general en condiciones normales.

Es preocupante que la industria de bebidas proporcione “indicaciones” nutricionales y en ocasiones hasta médicas a través de institutos creados por la misma industria, como el mencionado. Es claro que la información que el ‘Instituto Gatorade’ o GSSS pueda proporcionar tendrá un fuerte sesgo de conflicto de interés.

El tipo de información “científica” que proporcionan institutos que son de la industria sólo confunden a la población, haciendo creer que los productos que generan son de excelente calidad, cuando no es tal. Un producto en donde el principal ingrediente es jarabe de maíz de alta fructosa dista mucho de ser una buena opción.

 

Publicidad:

La publicidad de Gatorade se basa en deportistas de alto rendimiento consumiéndolo, haciendo referencia a que el producto les ayuda a sostener su rendimiento y les ayuda a mantener una adecuada hidratación y equilibrio electrolítico mientras realizan la actividad física.

En las condiciones en que se promociona el producto —en el entendido que es para atletas de alto rendimiento— las altas proporciones de azúcares añadidos que contiene esta bebida no tendrán un impacto metabólico. Sin embargo, no es así si lo consume la población en condiciones normales.

En México, el 60% de los jóvenes menores de 30 años no realizan actividad física (www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/programas/Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad_feb2010.pdf) y del total que sí efectúa alguna actividad física, son pocos los que tienen actividades de alto rendimiento.

Sin embargo, la distribución de Gatorade tiene una alta cobertura, es decir, su vendimia no es exclusiva para deportistas sino para la población en general. Se encuentra disponible en la mayoría de las tiendas de abarrotes, supermercados, tiendas de conveniencia, y es promocionado en los eventos deportivos, aunque las actividades físicas no sean de alto rendimiento, se distribuye en eventos deportivos escolares o se induce a creer que ante cualquier tipo de actividad física su uso es adecuado.

Si bien en el país se está incitando a la población a tener mayor actividad física para contrarrestar el sobrepeso y obesidad, con el consumo de este tipo de productos la actividad física desarrollada no tendrá gran impacto en la reducción del sobrepeso y sí tendrá gran impacto metabólico.

Ante el consumo de este tipo de bebidas entre la población en condiciones normales —no deportistas de alto rendimiento—, se incrementan los riesgos de padecer sobrepeso, obesidad y diabetes. Hay estudios en donde se demuestra que ante el consumo de una bebida azucarada diaria de 600 mililitros, en un año habrá aumentado en un 26% su riesgo a padecer diabetes (www.atg.state.vt.us/assets/Sugar-Sweetened Beverages, Weight Gain, and_.pdf).

El alto consumo de azúcar, especialmente a través de bebidas, está directamente asociado al sobrepeso y obesidad.

Ver videos de publicidad Gatorade:
www.youtube.com/watch?v=W3EvMlq780s
www.youtube.com/watch?v=tJ1FH8uebE0
www.youtube.com/watch?v=VOIO0T_nO00

Como se observa en los vídeos, se utilizan sólo deportistas de alto rendimiento para su promoción, pero quienes realmente lo consumen son adolescentes y jóvenes que realizan actividad física moderada e inclusive quienes no realizan actividad física alguna.

Hay una gran parte de la población que lo utiliza como opción cuando las temperaturas son altas o en sitios en donde hace mucho calor. Existen padres de familia que inclusive consideran el producto como una “mejor” opción para hidratación de sus hijos.

Es importante que la población sea protegida de la publicidad que puede llegar a ser inductiva y confusa.

 

Valoración general:

Apto sólo para deportistas de alto rendimiento, como lo sugiere su publicidad.

No recomendado para la población en general en condiciones normales, es decir, que NO se encuentra deshidratada.

Evitar en la población infantil por sus altos contenidos de azúcar y por la tartrazina.

 

Alternativa:

Suero casero. En un litro de agua exprimir el jugo de un limón, añadir una cucharada sopera de azúcar, una pizca de bicarbonato de sodio, media cucharada cafetera de sal.

Nota: Es importante estar alerta a los productos que se anuncian como saludables, ya que resultan más peligrosos, pues creemos que estamos consumiendo algo saludable y resulta que en realidad no lo es; sólo son engaños publicitarios. De esta manera, los consumidores no logramos detectar que dichos productos pueden ser nocivos para nuestra salud. Por supuesto, es importante tener especial cuidado si hay alguna condición de diabetes o hipertensión. Los consumidores confiados en los etiquetados frontales y las leyendas más visibles, frecuentemente hacemos caso a las promociones o a la información que más se resalta en los productos.