Romance de tus gemidos (poema)

Inquisidora, asesina, mutiladora del cielo, condenada a coexistir con bastardos, prisionera de amores sin sentido

 

elena

 

Jorge Pino Bocanegra (Poema para Valeria)

 

Inquisidora, Asesina

Mutiladora del cielo

Condenada a coexistir con bastardos

Prisionera de amores sin sentido

Barrotes son tus ojos

Delicias muertas

Tu magnífico cuerpo

Tus nalgas, tus piernas

Tu abdomen, tus senos

Veneno, somnífero de los dioses

Saliva, elixir de los moribundos

Caricias, alucinógeno nauseabundo

Siempre igual

Mujer de la sonrisa quebrada

De los ojos de ninfa

Y yo, Sátiro

Envuelto en tu lujuria

En lo tóxico pero dulce de tu sexo

Flor deshojada

Tallo sin raíces

Las manos quietas

Los labios inmovibles

Me impiden seducirte

Y juegas, te aprovechas

De la belleza

Que conllevan tus labios

De la hermosura

De tu floreado pelo

Me dejas solo

Inquisidora de los celos

No me abandones

Desnudo en la intemperie

No te aprisiones más

En tu mal acostumbrada

Soledad

Yo sé que te ocultas

Tras un manto de indiferencia

Pero en un rincón de tus ojos

Se revela esa mujer

Libre, sin penas

Que ama, hasta volverse vapor

Que ríe matando

Todo rastro

De sufrimiento

Suelta mis manos

Suelta tus dedos

Que ya verás cómo retorna

La ternura

A tu olvidadizo cuerpo

Y ya no habrá que esperar

En ese momento

Toda palabra

Será insignificante

Y embriagados por el mejor de los alcoholes

El amor

Y drogado con tu magnifico cuerpo

Te daré el más dulce de los besos

Y abandonarás tus armas, Asesina

Para entregarte a mis brazos

Y tal vez, flor

Olvidarás tus espinas

Y dejarás que como

Araña trepé desde tu vulva hasta tu cuello

Desde ahí

Drenaremos el dolor

Mariposa de alas lastimadas

De amores jodidos

De esperanzas malheridas

De tristes aullidos

Acompáñame a cantar

Este bolero

Esta canción

Esta melodía

Esta corrida

Esta eyaculación precoz

Que el amor es un silencio,

Un silencio acompañado de un sonido.

Un orgasmo cautivo

El misterioso

Romance de tus gemidos.