Sobre la violencia a las mujeres y el Estado mexicano

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“En los últimos años hemos presenciado no sólo un aumento de los homicidios de mujeres, sino una continua y habitual ausencia de investigaciones efectivas y de justicia”, declaró AI para México.

Por Dra. Isabel Bueno Lázaro

Regeneración, 5 de marzo de 2016. Las instituciones de gobierno en México han fallado en su obligación de proteger a las mujeres de la creciente violencia y discriminación que por razones de Género sufren, y procesar legalmente a los responsables de esta. “En los últimos años hemos presenciado no sólo un aumento de los homicidios de mujeres, sino una continua y habitual ausencia de investigaciones efectivas y de justicia”, declaró AI para México.

Sabemos que hay leyes que contemplan la tipificación del delito, así como el castigo pertinente a quién incurre en la falta, el caso es que aun siendo leyes modernas y coherentes no se aplican, debido a la corrupción imperante y la tradicional actitud de tratar los delitos de violencia contra de las mujeres como algo menor, que “ella se lo buscó”.

En Veracruz con una política de violencia contra todos y contra todo, las mujeres no reciben reconocimiento ni aún en el caso de ser ultimadas con lujo de violencia, y no merecen ni los inicios de una investigación. Según el diario Imagen, en el año 2015, la Fiscalía designada para el caso, no reporta en la entidad ni un feminicidio. Porque no hubo investigación, ni se abrió un expediente que pareciera tratar el caso.

Respecto de las violaciones sexuales, AI recordó que en el año en que se reportaron 14 mil 829 denuncias de esta clase de abusos en todo México, sólo se lograron 2, 795 condenas en los tribunales. El mismo informe explica que la cifra de violaciones sexuales resulta “alarmante”, teniendo en cuenta que la mayoría de las mujeres no denuncian estos delitos. Consideró además que la mayoría de los casos no se investiga efectivamente y las medidas que se adoptan para proteger a las sobrevivientes son insuficientes.

La información detalló el aumento de las amenazas y las agresiones contra mujeres activistas de derechos humanos que trabajan para que se haga justicia a sus familiares asesinados. Por otro lado, criticó también las respuestas inadecuadas del Estado mexicano respecto de derechos de las mujeres, discriminación de género, violencia contra las y los migrantes y falta de aplicación de sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que exige que se cumplan los acuerdos que el Estado Mexicano firmó y que coinciden con las leyes de nuestro país.

Una delegación de México, debió comparecer ante el Comité de Expertos de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer por las constantes violaciones a los derechos humanos de las mujeres en el país. El Comité de la CEDAW, por sus siglas en inglés, demandó respuestas específicas a la representación oficial mexicana del Instituto de las mujeres, sobre sus acciones para prevenir, atender, sancionar o castigar y erradicar la trata de personas y la violencia de género, abatir la impunidad, y garantizar el derecho al aborto legal, entre otros temas.

La francesa Nicole Ameline arremetió contra la delegación mexicana, y el Inmujeres. “¿No es acaso justo hacer de la violencia contra las mujeres una causa de prioridad nacional? Usted ha reconocido la violencia e impunidad que viven las mujeres y que llega a niveles insostenibles. ¿Tienen en cuenta esta urgencia?. Se cuestionó la incongruencia del Estado al tener una Fiscalía para investigar la trata de personas, pero sin facultades contra el crimen organizado. Esta experta pidió que se le explicara qué lógica se sigue en México, donde a un tratante de humanos se le aplican cinco años de prisión y a una mujer por abortar 35 años de cárcel.

En cuanto a los derechos reproductivos, es vergonzoso que los niveles de muertes en situaciones de gestación y parto, se encuentren al nivel que países como Haití, o Somalia, que han padecido procesos de guerra o catástrofes naturales. Las muertes por violencia obstétrica, en especial entre las indígenas que no tienen fácil acceso a los centros de salud, dobla a la media nacional. Un genocidio rara vez mencionado.

Respecto al aborto, las activistas mexicanas, han observado que aunque la interrupción del embarazo por violación es legal, su acceso es casi nulo sobre todo en 17 estados que reformaron sus constituciones para “proteger la vida desde la concepción-fecundación”. Que precisamente se está proponiendo en nuestro Edo de Veracruz, como parte de un acuerdo entre partidos y que refleja la carencia de sensibilidad de los legisladores ante las necesidades de las mujeres.

También varias compañeras muestran que las mujeres, como sujetos activos de la sociedad, han aportado y siguen aportando conocimientos, desde diferentes esferas, y sensibilidades. Pero estos saberes, no llegan a hacerse lo suficientemente visibles, de forma que no están presentes en los foros de debate ni en los ámbitos de decisión. Para convencer hay que estar, pues no se puede convencer desde el desconocimiento y la ausencia.

Lo que pedimos es: A los hombres todos los derechos; no más; y a las Mujeres todos los derechos, no menos. Si no es ahora, cuando? Si no lo hacemos nosotras mismas, Quién?

Si, hemos avanzado en derechos laborales, políticos y culturales, pero nos falta mucho por hacer antes de considerarnos en situación de igualdad de oportunidades a los hombres, en cuanto a escolaridad, justicia y recursos económicos. De los más de 100 millones de pobres que hay en el mundo, 60 de estos son mujeres. De los millones que no saben leer ni escribir, el 80% son mujeres y en nuestro país generalmente son campesinas que desconocen sus derechos, son de procedencia indígena y se rigen por los cánones de “Usos y costumbres.” Éstos determinan que tradicionalmente sea la mujer quién esté supeditada al hombre de la casa y priorice las necesidades de él antes que las de ella, desde la infancia.

Este texto es especial para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y dar las gracias a todas las mujeres que nos mostraron el camino y a todos los hombres solidarios que nos acompañaron o “dejaron pasar”.