Edulcorantes artificiales, igual a más gordos y más diabéticos

Los edulcorantes artificiales se usan hace más de cien años con la idea de endulzar los alimentos evitando las calorías que esto conlleva, lo cual ayudaría a las personas con sobrepeso y diabetes.

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Regeneración, 23 de octubre de 2014.-Sin embargo hay estudios que afirman que esto no es así dado que alteran el metabolismo del azúcar produciendo lo que se conoce como intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina y desequilibrios en la flora intestinal.

En un estudio realizado en el Instituto Weizmann y de la Universidad de Tel Aviv, se le suministró agua con tres edulcorantes de uso masivo a un grupo de ratones y compararon los resultados con la respuesta metabólica de otros que tomaban agua sola o agua con azúcar y verificaron que los del primer grupo habían desarrollado intolerancia a la glucosa en la undécima semana.

Luego recabaron información entre seres humanos e interrogaron sobre su consumo deedulcorantes artificiales a 381 voluntarios no diabéticos, lo que les permitió verificar que los cuarenta participantes que más los habían consumido tuvieron niveles más altos de azúcar en la sangre en relación a los 236 que no los habían consumido.

Luego les dieron sacarina durante una semana a siete voluntarios saludables que normalmente no consumían edulcorantes y al cabo de la misma cuatro de ellos mostraron cambios en la distribución de sus bacterias intestinales y una disminución en su capacidad para procesar el azúcar. El director de la investigación, el doctor Eran Elinav, del Departamento de Inmunología del Instituto Weizmann en conjunto con el profesor Eran Segal, del Departamento de Matemática Aplicada e Informática, afirman que el uso generalizado de los edulcorantes artificiales en las bebidas y los alimentos pueden contribuir a la obesidad y la epidemia dediabetes que está afectando a gran parte del mundo.

Es importante comprender lo que sostiene el estudiante de posgrado Jotam Suez en el laboratorio de Elinav, a cargo de la dirección de la investigación, acerca del descubrimiento de que los edulcorantes artificiales, a pesar de no contener azúcar, tienen un efecto directo sobre la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa.

Otros estudios realizados en humanos han verificado que las bebidas endulzadas artificialmente se asocian no solo con la obesidad, la diabetes de tipo 2 y el síndrome metabólico, sino también con las enfermedades cardiovasculares a partir de tan solo una sola bebida al día.

Se ha observado que las personas que regularmente consumen edulcorantes artificiales tienen patrones de activación alterados en los centros de placer del cerebro en respuesta al sabor dulce, lo cual indicaría que estos químicos sintéticos no pueden satisfacer el deseo por los dulces.

«Estos estudios sugieren que animar a la gente a beber refrescos de dieta podría ser contraproducente como un mensaje de salud pública. Así que el actual mensaje de salud pública de limitar la ingesta de azúcares tiene que ser ampliado a reducir el consumo de todos los edulcorantes y no sólo los azúcares», advierte Susan E. Swithers, de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos) en un artículo publicado en la revista Trends in Endocrinology and Metabolismo.