¿Qué contiene el Pan Bimbo Doble Fibra?

El Poder del Consumidor presenta la Radiografía de… Pan Bimbo Doble Fibra (paquete: 640 g.; porción: dos rebanadas)

• Contiene una cucharada cafetera de azúcar por cada dos rebanadas.

• No es integral. En realidad es pan blanco con harina refinada pintado de café, con jarabe de maíz de alta fructosa, salvado de trigo y harina de avena añadidos.

• Contiene colorante caramelo IV, que le da el tono café y que es cancerígeno. 
 

pan04Regeneración, 24 de abril 2014.-Contiene 29 ingredientes en total. El primer ingrediente es harina de trigo, en cuyo proceso de elaboración se elimina gran parte del salvado y germen, y el resto se tritura hasta obtener un grano de finura adecuada.

En contraste, la harina integral es el producto obtenido de la molienda del grano de cereal que conserva su cáscara y sus otros constituyentes, la cual no se encuentra mencionada en absoluto en este producto.

Observa la radiografía completa con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.

 

Pan Bimbo Doble Fibra (paquete: 640 gramos; porción: dos rebanadas):

 

Azúcar:

Un par de rebanadas (que es la porción común utilizada por los consumidores) contiene 4.8 gramos de azúcar, lo cual equivale a una cucharada cafetera de azúcar. Es como si a nuestro sándwich le espolvoreáramos una cucharadita de azúcar.

Este par de rebanadas de pan doble fibra cubre del 14 a 20% de lo máximo tolerado de azúcar para un adulto para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, pues este organismo indica que la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto debe ser de cinco (mujeres) a siete (hombres) cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día.

Si un niño ingiere un par de rebanadas de Pan Bimbo Doble Fibra entonces consumiría del 25 a 33% de la cantidad de azúcar máxima tolerada diaria para un infante, ya que la ingesta máxima tolerada de azúcar añadida para niño debe ser no mayor de tres a cuatro cucharadas cafeteras para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón. Esto quiere decir que si un niño se come un par de rebanadas de Pan Bimbo Doble Fibra está ingiriendo hasta la tercera parte de azúcar máxima tolerada para todo el día.

Pareciere que ingerir una cucharada de azúcar no es tan grave. Sin embargo, es azúcar que se encuentra en un producto salado y de la cual los consumidores no estamos conscientes de su presencia. Mucho menos se creería que en tan solo un par de rebanadas ya se estaría cubriendo hasta la tercera parte del azúcar máxima tolerada para todo el día.

 

Sodio:

216 miligramos.

Esta cantidad cubre el 11% de la recomendación total de sodio para un adulto para todo el día.

Es importante estar alertas con respecto a la cantidad de sodio que se ingiere durante el día, especialmente el que está presente en los productos empaquetados.

El sodio presente en el Pan Bimbo Doble Fibra es básicamente sodio añadido, ya que el trigo o la harina de trigo naturalmente contiene cantidades muy bajas de sodio.

Hay que recordar que en la actualidad uno de los principales problemas de salud que observamos en la población es la hipertensión. El alto consumo de sodio se ha asociado con padecimientos como la presión alta (hyper.ahajournals.org/content/Dietary Approaches to Prevent and Treat Hypertension.full).

 

Colorantes:

Contiene color caramelo IV.

Dicho colorante es utilizado para dar un tono café a los productos. Sin embargo, el caramelo IV se elabora con sulfuros y amonio, que al calentarlo se producen unos subproductos llamados 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI), los cuales se han demostrado estar asociados a diferentes tipos de cáncer (www.cspinet.org/new/FDA Urged to Prohibit Carcinogenic “Caramel Coloring”.html).

El estado de California, en Estados Unidos, ha clasificado este colorante como cancerígeno.

Son tan contundentes los estudios que si algún producto excede los 29 microgramos, éste debe contener una leyenda precautoria que establezca su riesgo al cáncer (www.cspinet.org/new/Lab Tests Find Carcinogen in Regular_.html).

 

Ingredientes:

Harina de trigo (gluten), jarabe de maíz de alta fructosa, fibra de avena, salvado de trigo, gluten de trigo, levadura, hojuelas de avena, inulina (1.7%), jarabe de maíz, germen de trigo, aceite vegetal, sal yodada, lecitina de soya, monoglicéridos, fosfato monocálcico, cloruro de amonio, propionato de calcio, carbonato de calcio, ésteres de ácido diacetil tartárico, sulfato de calcio, enzimas, color caramelo tipo IV, ácido ascórbico, vitaminas y minerales (vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, hierro), sorbato de potasio, azodicarbonamida.

29 ingredientes en total. El primer ingrediente es harina de trigo, la cual de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-247-SSA1-2008 (dof.gob.mx/NORMA Oficial Mexicana NOM-247-SSA1-2008, Productos y servicios. Cereales y sus productos_) se define:

Harina de trigo, a la obtenida de la molienda del trigo del grano maduro, entero, quebrado, y seco del género Triticum, L; de las especies T. vulgare, T. compactum y T. durum o mezclas de éstas, limpio, en el que se elimina gran parte del salvado y germen y el resto se tritura hasta obtener un grano de finura adecuada.

En contraste, la harina integral es el producto obtenido de la molienda del grano de cereal que conserva su cáscara y sus otros constituyentes, la cual no se encuentra mencionada en absoluto en este producto.

El segundo ingrediente es jarabe de maíz de alta fructosa; posteriormente se menciona jarabe de maíz, lo que nos indica que el tipo de endulzante que contiene es básicamente fructosa.

El alto consumo de fructosa se ha asociado a enfermedades como el síndrome de resistencia a la insulina (ajcn.nutrition.org/Fructose, weight gain, and the insulin resistance syndrome.full.pdf+html) y a otros padecimientos metabólicos, como una elevación de triglicéridos en sangre, colesterol, ácido úrico, entre otros.

La fructosa también promueve una mayor generación de grasa en hígado y a largo plazo genera una patología llamada “hígado graso de etiología no alcohólica”.

Los impactos metabólicos mediante la alta ingesta de fructosa son mayores que ante la alta ingesta de otros endulzantes calóricos.

Lo preocupante es que los consumidores consideramos que este es un producto “saludable”, dado que contiene fibra y es de trigo, pero el segundo ingrediente es jarabe de maíz de alta fructosa. Esto nos indica que después de la harina refinada, el segundo ingrediente más abundante en el producto es fructosa. Además, es un producto en el que difícilmente se distinguiría que contiene azúcar, ya que es un producto salado, mucho menos en estas proporciones.

 

Etiquetado:

El etiquetado frontal está basado en colores verde hoja y verde oscuro. En la parte superior se observan dos grandes espigas de trigo, mientras que en la parte central se encuentra transparente el empaque mostrando el contenido del producto. Se pueden ver algunas rebanadas de pan con hojuelas de avena pegadas.

El color del pan es café, lo que combina con las espigas de la parte superior. Observamos también en la parte central una gran leyenda en forma circular que dice “sabroso sabor que puede ayudar a: regular tu digestión, aporta 25% de fibra*”. El asterisco indica que dos rebanadas aportan esa cantidad del requerimiento diario recomendado. Debajo se observa el nombre de la marca productora “Bimbo” y el nombre del producto “Doble Fibra”.

En ningún lado se nos indica que es un producto integral. Sólo se establece que es “Doble Fibra”. En la esquina izquierda en letras pequeñitas es en dónde se establece qué producto es y dice: “pan de harina de trigo con salvado de trigo, inulina, fibra de avena y adicionado con vitaminas y hierro”.

En esta pequeña leyenda tampoco establece que es integral, porque efectivamente, no es integral.

En un sentido estricto, no están incumpliendo con la norma oficial, ya que en ningún lado se establece que es un pan integral. El nombre del producto es “Doble Fibra”, puesto que efectivamente contiene fibra añadida.

La parte engañosa es que induce a creer que es un pan integral, aunque en ningún lado se establezca la palabra “integral”. El consumidor es inducido a creer que es un pan integral, ya que el producto parece integral: tiene salvado añadido, tiene color caramelo lo que le da un tono más oscuro, tiene hojuelas de avena encima, el empaque es verde con grandes espigas de trigo café. Todo aparenta que es un pan integral con mayor cantidad de fibra que el pan integral regular.

En realidad es pan blanco con harina refinada pintado de café, con jarabe de maíz de alta fructosa, salvado de trigo y harina de avena añadidos.

Todos los detalles del etiquetado están minuciosamente cuidados para hacer creer al consumidor que el producto es un pan integral, cuando realmente no lo es.

Cuando al trigo se le extraen el germen y la cascarilla, se pierden la mayoría de las propiedades nutricionales, quedando sólo harina refinada basada en almidones. Es por esto que frecuentemente a la harina refinada se le tiene que añadir vitaminas y minerales. Pero cuando se eliminan y luego se adicionan, la forma de absorción y aprovechamiento ya son los mismos.

Toda la publicidad nos hace creer que es un producto “saludable” y “recomendable” por sus altas cantidades de fibra.

Efectivamente, la cantidad de fibra es considerable (7.6 gramos por cada dos rebanadas), pero la cantidad de azúcar también (4.8 gramos o una cucharada cafetera), siendo ésta principalmente fructosa que se ha asociado con mayores riesgos metabólicos.

En la parte inferior se observan los GDA (tipo de etiquetado frontal propuesto por la misma industria), indicando el contenido de varios de los nutrientes.

Es curioso observar que la información que se proporciona para establecer el porcentaje de fibra de acuerdo con la recomendación de ingesta diaria utilizan una porción de dos rebanadas, en tanto que para el resto de la información se utiliza como porción una rebanada.

Entonces, en este formato de los GDA la información de “azúcares” que se propoerciona es para una rebanada y no dos como para el criterio de fibra.

En el mismo apartado de azúcares se proporciona un porcentaje de acuerdo como la “ingesta diaria recomendada”, pero esto es engañoso, ya que no existe una “recomendación de ingesta daría”, sino que se establecen máximos tolerables, no recomendaciones. El azúcar añadida no es una recomendación, sino que se establecen criterios máximos para consumo dada su alta disponibilidad.

Aunado a este engaño, el porcentaje que se presenta es también incorrecto, ya que la cantidad base de azúcar que se utiliza son 90 gramos, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece claramente que la ingesta máximo tolerada o permitida no debe superar los 50 gramos, manteniéndolo en un ideal de 25 gramos.

Si se utilizaran los criterios científicos correctos, el etiquetado GDA debería decir “4.8 gramos, 9.6% de la ingesta máxima tolerada”. Y para el caso de la recomendación ideal, la información tendría que decir “4.8 gramos, 19.2% de la ingesta máxima tolerable ideal”.

Tener disponible la información de esta forma permite a los consumidores detectar que al consumir dos rebanadas de pan estarías ingiriendo del 9 al 19% de la ingesta máximo tolerada de azúcar para todo el día, de acuerdo con criterios de la OMS.

En la parte trasera del empaque podemos observar en la parte central una leyenda grande que dice lo siguiente: “A TI QUE TE GUSTA SENTIRTE BIEN Y SABER QUE TU CUERPO FUNCIONE CORRECTAMENTE, INCLUYE EN TU DIETA DIARIA PAN DOBLE FIBRA BIMBO. La fibra es un nutrimento que cumple con funciones muy importantes para el organismo como ayudar a tener el tránsito intestinal adecuado y contribuye a producir sensación de saciedad. El consumo recomendado de fibra es de 30g al día*. El Pan DOBLE FIBRA BIMBO aporta 7.6g de fibra por porción de dos rebanadas que lo hace una BUENA FUENTE DE FIBRA.

Se ha visto que el adecuado consumo de fibra es un factor protector para varios padecimientos crónico-degenerativos. Sin embargo, se recomienda preferentemente consumir la fibra a través de alimentos enteros como los granos enteros, las verduras, la fruta, leguminosas. Además, la cantidad de azúcar que contiene el producto por cada dos rebanadas pone en riesgo la salud y en mayor medida si es un producto de consumo cotidiano.

Es frecuente que la industria de alimentos, como parte de sus estrategias publicitarias, mezclen en los mensajes mentiras con verdades, de esta manera los consumidores terminamos creyendo los mensajes.

En la leyenda descrita es verdad que el buen consumo diario de fibra es importante para el organismo. Sin embargo, no sería conveniente incluir en la dieta diaria pan doble fibra ya que es un producto refinado con fibra adicionada. Sería mucho más conveniente consumir la fibra en alimentos enteros, como los frijoles.

En cuanto a la información nutrimental que se proporciona y los ingredientes se hace notar la gran diferencia en el tamaño de letra; comparándolo con la leyenda promocional es hasta 10 veces más pequeña la letra de los ingredientes, siendo que es información mucho más relevante.

Por ejemplo, entre esta lista vemos que contiene cloruro de amonio, el cual es elaborado con amoniaco. Éste es una sal incolora e inolora que se utiliza para alimentos como panes, roles, etc. Sin embargo se ha visto que puede provocar nauseas ante su consumo, vómito y en cantidades altas puede provocar acidosis. La FDA estadounidense ha clasificado este ingrediente como seguro, pero a partir de 1980 sólo para empaquetado, sin limitaciones más que las buenas prácticas del fabricante.

El consumo cotidiano de este tipo de productos no es recomendable, ya que contiene un colorante comprobado ser cancerígeno y es básicamente harina refinada con jarabe de maíz de alta fructosa, por lo que este tipo de productos pueden llegar a ser un riesgo para la salud.

 

Valoración general:

No recomendado para consumo habitual, ni para adultos ni para niños.

Se puede utilizar esporádicamente por su cantidad de fibra.

No vale la pena exponer al organismo a recibir algún daño a través de la ingesta de este tipo de productos, siendo que existen alternativas totalmente viables y mucho más económicas.

 

Alternativa:

Pan elaborado con harina integral, no refinada.

De preferencia utilizar algún pan realmente integral sin jarabe de maíz de alta fructosa.

Nota: se puede consumir un pan integral casero o de alguna panadería local.