Grupo del PRI agrede reportero en Yucatán

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La agresión ocurrió cerca de una bodega en Mérida, donde un grupo del PRI recogía artículos y despensas que repartirán entre ciudadanos. El reportero investigaba denuncias de compra de votos; policías estatales atestiguaron la agresión y no intervinieron

 del Diario de Yucatán sufrió una agresión , donde varias personas cargaban cientos de bolsas negras en camionetas que, según informes recibidos días antes, servirían al PRI para distribuir en la campaña electoral en el interior del estado. Por reportes con vecinos  de la zona, se confirmó que las bolsas negras y  los artículos pertenecen a un candidato del PRI.

En una bodega ubicada en el sector sur-poniente del Periférico de Mérida, la noche del sábado, un grupo de personas realizaba maniobras de carga, vigilados por patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.  El reportero Hernán Casares Cámara se acercó al lugar para investigar lo que ocurría, ya que se tienen informes de que el PRI está juntando, en distintas bodegas de Mérida, miles de artículos para distribuir en la campaña electoral.

El 2 de mayo pasado Casares Cámara, reportero de Grupo Megamedia, se acercó a una de las bodegas, pintada de blanco, de reciente construcción, a 200 metros de la empresa Sitsa.

LOCAL

Primeras agresiones

Al entrar a la calle que conduce a la bodega y tomar una foto con su celular de la actividad de camiones y personas en el lugar, fue agredido por unos 25 individuos, que bloquearon el paso de su vehículo, lo obligaron a descender, le quitaron el celular y las llaves de su auto a la fuerza y amenazaron con golpearlo, todo en presencia de una patrulla con dos agentes, que en ningún momento intervinieron, informó el Diario de Yucatán.

El primero en increpar al periodista fue un hombre joven, de camisa blanca, quien se acercó corriendo a su vehículo y le gritó: “¿Qué haces aquí, por qué tomas fotos? Esto es propiedad privada”.

En pocos segundos, unas 25 personas rodearon el auto del periodista e intentaron abrir las puertas y la cajuela. Le arrebataron el celular y le quitaron las llaves del auto.  Rodeado de los trabajadores de la bodega, el periodista se acercó al policía de la SSP José Pérez Che que observaba los hechos a 30 metros de distancia, junto a su patrulla placas YZG-58-89, para pedirle ayuda. El agente le respondió: “Es la política jefe, nada puedo hacer’’.

Mientras ocurrían los hechos, Casares observó que, en punto de las ocho de la noche unas 30 personas, hombres y mujeres jóvenes de apariencia modesta, salían de la bodega principal y abordaban un camión de carga con tres filas de asientos de madera, marca Isuzu, que partió rumbo al Periférico.