TransCanada descalifica a trabajadores poblanos para construir gasoducto

Empresa canadiense que construye el gasoducto Tuxpan-Tula promete crear empleos en los municipios por donde pasará la obra, pero descalifica a los poblanos.

Leticia Ánimas

Regeneración, 17 de julio de 2017. Huauchinango, Puebla.- A pesar de que es una de las ofertas que les ha hecho a los habitantes de las comunidades afectadas por el gasoducto Tuxpan-Tula, la empresa TransCanada descalificó la mano de obra de la Sierra Norte de Puebla para contratarla en la construcción y operación de los 263 mil metros de longitud de la tubería que atravesará además los estados de Hidalgo y Veracruz.

Por estar habitadas por albañiles, carpinteros, campesinos y artesanos en las comunidades de los municipios de Venustiano Carranza, Jalpan, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaxco, Honey y Pahuatlán, será muy difícil reclutar “personal calificado” para las obras del ducto que transportará diariamente 886 millones de pies cúbicos de gas desde el sur de Texas hasta el altiplano central del país, consideró la empresa canadiense en un Estudio de Impacto Social (EIS).

Aunque sólo se abrirán 980 plazas de trabajo durante los cuatro años que durará su construcción y los 25 de su operación, una de las estrategias definidas en el documento es la de “comunicar (a los afectados) que se crearán empleos para las personas que viven las áreas de influencia –unas 130 comunidades de las tres entidades federativas-, como una “ampliación de los beneficios” que recibirán por la colocación del gasoducto.

El objetivo del plan de comunicación, se establece en el EIS, es “blindar el proyecto contra intereses políticos y privados”.

Sin embargo, en el tema de la generación de empleos y la capacitación laboral se determinó que en el altiplano hidalguense existe una mayor gama de profesionistas y por ellos será más fácil contratar personal calificado, caso contrario en los municipios de la sierra poblana donde los pobladores tienden a “hacer más albañilería, carpintería… o suelen ser artesanos” y si se les llega a reclutar el esfuerzo de capacitación será mayor.

El mismo EIS prevé la toma de medidas para evitar que se genere “economía informal” alrededor del paso de la construcción del proyecto, como la venta de alimentos, por lo que se propone llegar a acuerdos de “proveeduría formal cuando inicien los procedimientos de la obra. Con ello se evitará también que habitantes de otras poblaciones aledañas lleguen a las localidades en el área núcleo y se aminorará la movilidad y el tránsito en las zonas donde pasa el proyecto”.

“Es común que los habitantes de las localidades contiguas al ducto imaginen beneficios muy por encima de la realidad y que sólo atañen a los pobladores de la región”, por lo que se consideró que los mensajes sólo deben dirigirse a las localidades del área núcleo quienes podrían ser proveedores de algún bien o servicio de TransCanada”, establece el EIS.

El gasoducto Tuxpan-Tula pretende atravesar al menos dos municipios de Veracruz, siete de Puebla y once de Hidalgo —especialmente territorios indígenas otomíes, nahuas y totonacos—, afecta comunidades agrarias, ejidos y pequeña propiedad en al menos 130 localidades de los tres estados.

El proyecto forma parte de un corredor gasífero que importará gas obtenido mediante fracking en Estados Unidos, desde el Sur de Texas (también licitado a TransCanada, en asociación con Sempra Energy) y que desde Tuxpan, Veracruz, busca transportar ese gas hacia Tula, Hidalgo, para una termoeléctrica de la CFE.