Tres pueblos resisten desde hace 12 años contra la presa El Zapotillo, Jalisco

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Los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Jalisco, se oponen a la presa El Zapotillo porque inundaría sus pueblos. Llevan 12 años de luchando en contra de la presa, demandando el respeto de sus derechos humanos y “por una política de gestión integral del agua, para que haya agua para todos y agua para siempre”. En la actualidad, la resistencia pacífica y directa contra la presa que de forma ilegal se comenzó a construir, favoreciendo la ambición de empresas y gobernantes que pretenden privatizar el vital líquido y comercializarlo.

Regeneración, 7 de abril de 2017. Las históricas comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, habitadas desde el siglo VI han superado diversas vicisitudes a lo largo de su historia: como la Guerra del Mixtón y la Guerra Cristera. En los años 50’s, el tema de represas en la región del río Verde provocó diversas posturas de los habitantes.

Hoy resisten pacíficamente la amenaza de la presa El Zapotillo que de forma ilegal se comenzó a construir, “favoreciendo la ambición de empresas y gobernantes para pretender privatizar el vital líquido y comercializarlo como mercancía”, señala en un comunicado firmado por el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo y por los Comités de Hijos Ausentes de Temacapulín en la República Mexicana y Estados Unidos.

“Nosotros, con el auxilio de la sociedad civil organizada y grandes aliados hemos creado un movimiento primero para salvar nuestros pueblos de la inundación, que se opone a la construcción de presas y que llama a una revolución del agua y de volver a la raíz, que consiste en que haya agua para todos y para siempre”, añaden el movimiento de resistencia popular.

“Nuestra postura sigue siendo la misma –afirman–, nos oponemos a la construcción de presas y trasvases porque son megaproyectos que han demostrado tener mayores perjuicios que beneficios por los altos impactos ambientales, sociales y culturales, beneficiando a unas cuantas empresas que elevan los costos de construcción y funcionamiento, fomentando la mercantilización y privatización del agua.”

Temacapulin mosaico

Los habitantes de las tres poblaciones señalan que se requiere una política que vea el agua como un bien natural común, que aproveche y proteja aguas superficiales y subterráneas basadas en el ciclo natural de la misma, evitar el desperdicio del vital líquido causado por fugas y mala infraestructura, resguardar las áreas de recarga natural, ordenar los distintos usos del agua, basados en estándares internacionales conforme a los derechos humanos”.

“Nuestras comunidades desde un principio no fueron consultadas y se han realizado actos constantes de hostigamiento, tanto por los gobiernos federales, estatales y municipales.  Se han documentado múltiples actos de corrupción, despilfarro de recursos públicos y demagogia política de los distintos actores políticos y funcionarios públicos”.

Durante todos estos años hemos recibido muchísimas muestras de solidaridad y apoyo, pero también dictámenes, informes, resoluciones judiciales y sentencias que de alguno u otra forma nos han dado la razón: la presa El Zapotillo no tiene razón de ser, con todas estas opiniones en contra y violando derechos humanos la presa se siguió construyendo”.

“En 2013 y 2014, cuando parecía que no había más que hacer y que la necedad y ceguera de los gobernantes se iba a imponer, un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reforzado por 3 suspensiones definitivas concedidas en 3 diferentes amparos presentadas por nuestra comunidad detuvieron la obra a la altura de 80 metros y así se mantiene desde el 3 de julio de 2014 a la fecha”.

Aunque existen juicios pendientes de resolverse en tribunales, las autoridades de todos los niveles siguen moviendo sus hilos, el Gobierno de Jalisco contrató un estudio millonario a la UNOPS, para elaborar un dictamen que parece no dará mejores resultados que los que ya se tenían. Actores políticos tanto de Jalisco como de Guanajuato parecen haber iniciado una guerra de declaraciones, pugnas y pujas para ver cuál es el mejor postor o impostor, todos quieren el agua a cualquier costo, pero sin buscar una solución real al problema, mucho menos presentan propuestas.

“Deberíamos estar trabajando para proteger el agua de manera integral, eso pasa por defender la tierra, el aire, los bosques, la agricultura, el patrimonio cultural y ambiental, rechazar cualquier intento de privatización y buscar soluciones que nos incluyan para un bien común y por la autogestión de los pueblos, así como la construcción de poder popular”, dicen los pobladores.

Los comités hacen un llamado a todos los mexicanos “a defender el agua, a seguir rechazando la presa El Zapotillo, impedir que se desplacen e inunden las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, rechazar el trasvase y el acueducto, así como denunciar la ineficiencia de la Comisiones Nacional del Agua y Estatales del Agua, tanto de Jalisco como de Guanajuato, y que se acaten las recomendaciones del Observatorio Ciudadano del Agua de Jalisco que son vinculantes y de obligada consideración”.

Es momento de unirnos más allá de discursos políticos hipócritas y falsas posturas. Los pueblos y comunidades afectados por diversos problemas ambientales, de agua, tierra, aire, bosques, hagamos un solo frente a favor de la vida, de la justicia y la paz, concluyen.

Comunicado completo: 

POSICIONAMIENTO DEL COMITÉ SALVEMOS TEMACAPULIN, ACASICO Y PALMAREJO ANTE LAS RECIENTES DECLARACIONES EN TORNO A LA PRESA EL ZAPOTILLO Y ACUEDUCTO

Considerando los recientes posicionamientos y declaraciones de la Federación y de los Gobernadores de Jalisco y Guanajuato, los Alcaldes del Área Metropolitana de Guadalajara y de Cañadas de Obregón, Jalisco, así como el de León, Guanajuato, de los Diputados federales de todos los partidos políticos, los Diputados locales del Congreso de Jalisco, y diversos actores de Guanajuato y de Jalisco, así como de la Universidad de Guadalajara y de los productores de los Altos de Jalisco, queremos

MANIFESTAR

Que después de casi 12 años de lucha y resistencia en contra de la presa El Zapotillo, la postura de nuestras comunidades sigue siendo la misma y no ha cambiado, apostamos por la vida de nuestros pueblos, por el respeto de nuestros derechos humanos y por una política de gestión integral del agua, para que haya agua para todos y agua para siempre.

 

Nosotros no hemos cambiado de postura, son los políticos de todas las corrientes políticas los que algunas veces manifiestan apoyarnos y pocos días después, declaran que siempre no, para nosotros esto no es nuevo, de hecho, estamos acostumbrados y no nos sorprende, pues sabemos que muchas veces se responde a los intereses de los más poderosos y al cálculo político-electoral, antes que a los derechos de nuestros pueblos.

 

Las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, históricamente han sido habitadas por asentamientos humanos desde el siglo VI. A lo largo de su existencia han superado diversas vicisitudes en todos los temas: sociales, políticos, educativos, religiosos, de salubridad y supervivencia, como lo fueron la Guerra del Mixtón y la Guerra Cristera. Ya desde los años 50’s, se registra el tema de represas en la región del río Verde y las diversas posturas de los habitantes.

En la actualidad, la resistencia pacífica y directa ha sido contra la presa El Zapotillo que de forma ilegal se comenzó a construir, favoreciendo la ambición de empresas y gobernantes para pretender privatizar el vital líquido y comercializarlo como mercancía.

Nosotros, con el auxilio de la sociedad civil organizada y grandes aliados hemos creado un movimiento primero para salvar nuestros pueblos de la inundación, que se opone a la construcción de presas y que llama a una revolución del agua y de volver a la raiz, que consiste en que haya agua para todos y para siempre.

Nuestra postura sigue siendo la misma, nos oponemos a la construcción de presas y trasvases porque son megaproyectos que han demostrado tener mayores perjuicios que beneficios por los altos impactos ambientales, sociales y culturales, beneficiando a unas cuantas empresas que elevan los costos de construcción y funcionamiento, fomentando la mercantilización y privatización del agua.

Muchos políticos y funcionarios han retomado la propuesta de Gestión integral del Agua como bandera política, sin embargo, ellos y nosotros tenemos ideas muy distintas de lo que este concepto significa, para nosotros no hay Gestión Integral con represas, desperdicio, contaminación, privatización y sin saneamiento, lo que se traduce en pensar el agua como un bien natural común, que aproveche y proteja aguas superficiales y subterráneas basadas en el ciclo natural de la misma, evitar el desperdicio del vital líquido causado por fugas y mala infraestructura, resguardar las áreas de recarga natural, ordenar los distintos usos del agua, basados en estándares internacionales conforme a los derechos humanos.

Nuestras comunidades desde un principio no fueron consultadas y se han realizado actos constantes de hostigamiento, tanto por los gobiernos federales, estatales y municipales.  Se han documentado múltiples actos de corrupción, despilfarro de recursos públicos y demagogia política de los distintos actores políticos y funcionarios públicos.

Durante todos estos años hemos recibido muchísimas muestras de solidaridad y apoyo, pero también una serie de estudios, tesis doctorales, dictámenes, informes, resoluciones judiciales y sentencias que de alguno u otra forma nos han dado la razón: la presa El Zapotillo no tiene razón de ser, con todas estas opiniones en contra y violando derechos humanos la presa se siguió construyendo.

En 2013 y 2014, cuando parecía que no había más que hacer y que la necedad y ceguera de los gobernantes se iba a imponer, un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reforzado por 3 suspensiones definitivas concedidas en 3 diferentes amparos presentadas por nuestra comunidad detuvieron la obra a la altura de 80 metros y así se mantiene desde el 3 de julio de 2014 a la fecha.

Aunque existen juicios pendientes de resolverse en tribunales, las autoridades de todos los niveles siguen moviendo sus hilos, el Gobierno de Jalisco contrató un estudio millonario a la UNOPS, para elaborar un dictamen que parece no dará mejores resultados que los que ya se tenían. Actores políticos tanto de Jalisco como de Guanajuato parecen haber iniciado una guerra de declaraciones, pugnas y pujas para ver cuál es el mejor postor o impostor, todos quieren el agua a cualquier costo, pero sin buscar una solución real al problema, mucho menos presentan propuestas.

Para nosotros ese ya no es el debate, no podemos pelear por algo que es de todos y todas, por el contrario, deberíamos estar trabajando para defender el agua de manera integral, eso pasa por defender la tierra, el aire, los bosques, la agricultura, el patrimonio cultural y ambiental, rechazar cualquier intento de privatización y buscar soluciones que nos incluyan para un bien común y por la autogestión de los pueblos, así como la construcción de poder popular.

Ante esta situación y de manera urgente, llamamos a todos los y las jaliscienses y mexicanos conscientes a defender el agua, a seguir rechazando la presa El Zapotillo, impedir que se desplacen e inunden las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, rechazar el trasvase y el acueducto, así como denunciar la ineficiencia de la Comisiones Nacional del Agua (CONAGUA) y Estatales del Agua, tanto de Jalisco como de Guanajuato, y que se acaten las recomendaciones del Observatorio Ciudadano del Agua de Jalisco que son vinculantes y de obligada consideración.

Es momento de unirnos más allá de discursos políticos hipócritas y falsas posturas. Los pueblos y comunidades afectados por diversos problemas ambientales, de agua, tierra, aire, bosques, hagamos un solo frente a favor de la vida, de la justicia y la paz.

No nos vamos a rendir. Trabajaremos hasta conseguir una verdadera gestión integral del agua.

COMITÉ SALVEMOS TEMACAPULÍN, ACASICO Y PALMAREJO

COMITÉS DE HIJOS AUSENTES DE TEMACAPULÍN EN LA REPÚBLICA MEXICANA Y ESTADOS UNIDOS