Volver a levantar México

Volver a levantar México

Enrique González Pedrero

 

¿Hacia dónde va este pobre país?

Es una frase que, con variantes,  escuchamos ahora con harta frecuencia. En este caso, lo cierto es que a nuestro país México pareciera irle de mal en peor. Cada día hay más pobres, más desigualdad, cada día más inseguridad, más violencia, menos Estado, más mercado.

Frente a ello, podemos reaccionar  encogiendo los hombros y resignarnos o podemos preguntarnos con honradez ¿y tú qué estas haciendo para remediar lo que pasa? Hay, pues, dos caminos frente a lo que nos ocurre: resignarse y pasarnos la vida lamentándonos de la mala suerte, o reaccionar  viendo qué podemos hacer para que las cosas vayan mejor. Huir o enfrentar la realidad.

 Ahora bien, lo que ahora contemplo me llena de entusiasmo: miles de  hombres y mujeres dispuestos a contribuir con esfuerzo, para cambiar este presente lamentable y mezquino, por un futuro digno. Transformar esta nación roída por el egoísmo y la codicia  de unos cuantos, por una patria menos desigual, más solidaria, más digna, más libre, más humana. Una patria donde el hombre en vez de ser considerado capital humano sea lo que es: el creador de la riqueza por medio de su trabajo libre y limpio.

 Tenemos que volver a creer en las grandes palabras que son como estrellas que nos guían en la oscuridad de la noche, tenemos que volver creer en la justicia, en la libertad, en los seres dignos, en los semejantes solidarios, en la generosidad, en la fraternidad.

 Tenemos que legar a nuestros hijos una nación mejor a la que nos ha tocado vivir. La patria de nuestros hijos debe ser mejor que la que hoy vivimos  nosotros.

¿Y esto cómo vamos a lograrlo?

 Recuerdo que hacia la mitad del siglo pasado un hombre generoso, prudente, patriota, un gran estadista: el general Lázaro Cárdenas, cada vez que venía  al caso, insistía en la necesidad que tenía el pueblo de México para conseguir sus metas de organizarse.

 La meta hoy, conciudadanos, es la que recomendaba aquel gran mexicano que ajustó su palabra a los hechos y que hoy nosotros sustentamos: tenemos que organizarnos.

 Para conseguir un cambio como el que nos proponemos hay que organizarse. Algo que, hay que recordarlo  ahora, está presente en la exclamación  con la que celebramos los días patrios:

¡Qué viva México! Para que viva México  y no se nos vaya de las manos, tenemos que organizarnos; para rehacerlo, para  reconstruirlo. Para que viva México tenemos que forjar una nación mejor para nuestros hijos y eso sólo se logrará con organización: Organización política, organización social, organización para defender la economía nacional,  para defender nuestra soberanía.

 Para recordar con la mano en el corazón a los héroes que nos dieron la Independencia, a los que lograron la Reforma, a los que hicieron posible a la Revolución de 1910, tenemos que organizarnos para recrear, para volver a levantar a México. Y esto puede obtenerse  haciendo posible el Proyecto Alternativo  de Nación. Un programa donde se busca que México sean un país para todos los mexicanos: pobres y ricos, indígenas y mestizos, obreros y empresarios, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. Un país  seguro, que propicie el bienestar para todos los ciudadanos. En el que se respeten la libertad y la diversidad cultural,  sexual, religiosa, étnica.

 Y no lo olviden, primero la organización, después organización y siempre la organización.

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