El 7 de Septiembre de 1949, muere en México el gran muralista jalisciense José Clemente Orozco. Máximo exponente de la plástica mexicana del siglo XX
Este 7 de septiembre se cumplen 65 años de la muerte del muralista mexicano José Clemente Orozco, que en su obra utilizó la pintura como un instrumento de lucha, protesta y denuncia. Con un estilo pictórico fuerte y directo desarrolló una estética agresiva, crítica, reflexiva, inquietante y combativa.
En su obra retrata a los personajes de las clases bajas, la Revolución Mexicana, la metafísica existencial, la crisis del capitalismo, fueron algunos de los temas que ocuparon la mente y la obra de José Clemente Orozco.
Alguna Obras
Orozco nació en Zapotlán, Jalisco, el 22 de noviembre de 1883. A los 7 años se trasladó a la ciudad de México, donde realizó sus estudios superiores en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Conoció el taller del grabador José Guadalupe Posada, que lo impresionó y cuya influencia marcaría toda su obra.
En 1922 se unió a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en el sindicato de pintores y escultores, que buscaba recuperar el arte de la pintura mural bajo el patrocinio del gobierno mexicano.
Una de sus primeras y más destacadas obras fue la serie de murales que hizo para la Escuela Nacional Preparatoria sobre la conquista, la colonización y la Revolución Mexicana. Entre 1927 y 1934 trabajó en Estados Unidos. Allí realizó un grupo de murales para la New School for Social Research de Nueva York y en el Pomona College de California pintó un mural con el tema del héroe griego Prometeo.
Sus murales para la Biblioteca Baker en el Dartmouth College (1932-1934) escenifican la historia de América con la serie La llegada de Quetzalcóatl, El retorno de Quetzalcóatl y Modern industrial man.
De regreso a su país realizó grandes murales en el Palacio de Bellas Artes (1934) o la Suprema Corte de Justicia (1941) en la ciudad de México, además de diversas series en importantes instituciones de la ciudad de Guadalajara, como el Palacio de Gobierno, la Universidad o el Hospicio Cabañas. En la década de 1940 pintó algunos lienzos caracterizados por las líneas diagonales y el color gris que ya venía utilizando para sus murales. En los últimos años su estilo se fue simplificando, buscando sobre todo un carácter más dramático y violento que le aproximara más al expresionismo.
José Clemente Orozco murió en México D.F. el 7 de septiembre de 1949. Fue enterrado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, honor que por primera vez se dio en México a un pintor
(Vía: http://www.epdlp.com/)