La Sierra del Chichinautzin, ubicada al sur de la CDMX es considerada una cadena montañosa y se estima que alberga más de 300 volcanes monogenéticos, entre ellos el Volcán Xitle.
Regeneración Mx, 13 junio 2023. En un estudio liderado por investigadores de la UNAM, se estableció que hay una probabilidad de que surja un nuevo volcán al sur de la Ciudad de México, específicamente en la Sierra del Chichinautzin.
Esta cadena montañose se ubica en la alcaldía Tlalpan, dentro del Parque Nacional de Cumbres del Ajusco y abarca parte de las alcaldías de Xochimilco y Milpa alta, además, entre las formaciones montañosas de esta sierra se ubica el Volcán Xitle, que nació hace casi 2 mil años.
Cabe destacar que en gran parte la certeza de la formación de un nuevo Volcán proviene de la formación del mismo Xitle. Te lo explicamos.
A diferencia de Volcanes como el Popocatépetl, que tienen definido un cráter, por el que asciende el magma, los volcanes monogenéticos buscan la salida del magma, en fallas o fracturas, que a su vez están cubiertas por erupciones anteriores, formando pequeños volcanes.
“Los campos volcánicos monogenéticos son regiones donde nacen nuevos volcanes, de acuerdo a cierta periodicidad, y estos surgen en la intersección de fallas y fracturas que permiten el ascenso de los magmas, pero están cubiertas por las erupciones de volcanes previos”, señaló un investigador del instituto de Geofísica en entrevista para Milenio.
¿Cuándo nacerá el nuevo volcán en la CDMX?
Esta es una de las interrogantes que los investigadores de la UNAM tendrán que resolver, pues aunque se estima que tomando en cuenta que el volcán Xitle se formó hace dos mil años y que el periodo estimado de formación de nuevos volcanes es de entre 800 y 1200 años, es probable que nos encontremos cerca de vivir este fenómeno.
“Necesitamos estudios muchísimo más detallados de las edades de los volcanes, y eso no lo hemos hecho, entre varios colegas tenemos una idea de los volcanes más recientes, si eso funciona ya nos pasamos del tiempo, ya debió haber nacido el nuevo volcán, pero como no conocemos toda la historia de los demás volcanes, de los otros 300, la estadística nos falla y necesitamos hacer más estudios, sobre todo más fechamientos de los edificios volcánicos”, indicó un investigador de la UNAM.
Actualmente, hay un monitoreo constante de emisiones de bióxido de carbono difusas en el suelo, que les servirían a los investigadores para poder detectar las señales a tiempo de una nueva formación.