Los menores fueron liberados pero sus familiares exigen que los organismos defensores de derechos humanos intervengan para que la situación no se repita.
Regeneración, 1 de noviembre de 2017.- En Chiapas, policías municipales de La Concordia, encabezados por el mando único, Josué Hernández Villareal, detuvieron una veintena de niños fueron detenidos por escandalizar en la vía pública, luego de que salieran a las calles a pedir calaverita.
Esta acción de los municipales molestó a los pobladores que decidieron manifestarse en el palacio municipal y exigieron al alcalde, Emmanuel Córdova García, que liberara de inmediato a los menores y que se disculpara públicamente por el agravio.
Los menores detenidos eran de entre 10 y 17 años. Los policías los aprehendieron en los barrios de La Concordia luego de que recibieron un reporte de que personas estaban lanzando huevos, así que se dieron a la tarea de buscarlos y detenerlos para llevarlos a la cárcel del municipio.
La maestra Liliana Barragán, dijo en entrevista con Proceso que “según por alterar el orden en nuestro pueblo y andar quebrando huevos, eran alrededor de 20 niños y adolescentes los que fueron detenidos y encarcelados como viles delincuentes les quitaron los celulares y fueron agredidos, subidos a las camionetas con violencia y golpes, dentro de esos niños un sobrino mío al que le doblaron sus bracitos al subirlo con violencia y maltrato al carro”.
Incluso, señalaron que uno de los menores se asustó tanto que se orinó y otros más lloraron por el temor.
Familiares de los menores acusaron al comandante de la policía de dirigir el operativo contra los menores y señalaron a José Ángel Guzmán Torres, otro de los mandos, porque él “amenazó con trasladar al reclusorio juvenil” a tres de los detenidos por ser mayores de 14 años, pero menores de 18.
Además, padres y madres también dijeron que un agente de apellido “Altuzar” “agredió físicamente a los menores mientras realizaban la detención”.
Los menores fueron liberados pero sus familiares exigen que los organismos defensores de derechos humanos intervengan para que la situación no se repita.
Con información de Proceso