Este plaguicida debilita el sistema inmunológico, lo que hace susceptible a la población a enfermedades como el Covid-19.
Regeneración, 22 de mayo del 2020. El glifosato es el herbicida de mayor uso en el mundo y también es el más peligroso, este plaguicida se emplea en cultivos de soya, maíz y algodón.
Las repercusiones de este químico han sido ocultas por años por aquellos que se benefician con su venta.
Por sus efectos nocivos la venta del glifosato se ha prohibido en países como Austia, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Tailandia, Sri Lanka y Bermudas. Además de regiones de Argentina España y Nueva Zelanda.
La Antología Toxicologica del Glifosato de E. Martín Rossi, enlista 1108 articulos sobre las implicaciones de esta sustancia.
El conjunto de estos textos establece que el glifosato es altamente peligroso para la salud humana.
Genera encefalopatía, autismo, parkinsonismo, malformaciones y diversos tipos de cáncer.
También afecta los sistemas endocrino, reproductivo, inmunológico, digestivo, hepático, renal, nervioso y cadiovascular de las personas.
Sin embargo, los humanos no son los únicos afectados pues se han documentado daños en crustáceos, moluscos,hongos, tortugas, aves, mamíferos y arácnidos.
Preocupa especialmente los efectos que tiene entre insectos polimizadores como las abejas.
Su peligrosidad aumenta debido a la permanencia de este producto en el suelo, aire, agua y en algunos alimentos.
Por lo que actualmente es el plaguicida que causa mayor destrucción en el planeta.
Se usa en más de 54 millones de hectáreas de soya transgénica en 5 países de Sudamerica, lo que equivale al territorio de Francia en destrucción de zonas naturales.
México continúa la aplicación del glifosato principalmente en estados del norte y centro del país.
Como se mencionó este plaguicida debilita el sistema inmunológico, lo que hace susceptible a la población a enfermedades como el Covid-19.
ACCIONES EN MÉXICO
El secretario Víctor M. Toledo, reiteró la urgencia de tomar medidas legales para eliminar en forma progresiva la importación y el uso del glifosato en México.
Durante la sexta reunión virtual del sector ambiental federal, el titular de la Semarnat puso sobre la mesa la discusión sobre la veracidad de estudios científicos que mantienen dos posturas diferentes sobre los efectos dañinos del glifosato.
Y dijo que se necesita una ciencia digna, comprometida, que no se autosilencie, ya que en este tema se juegan muchos intereses económicos.
Recordó que en noviembre del año pasado la Semarnat adoptó el principio precautorio al negar la importación de mil toneladas de glifosato.
Consideró que en México ya se debe trabajar en un decreto para eliminar su uso de forma gradual.
Sostuvo que, contrario a lo que algunos grupos opinan, la Semarnat sí debe tener una participación clave en la agricultura, por lo que se empuja la propuesta de reformar la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) para considerar el término “agroecología”.
Aseguró que esto será uno de los principios para una transición gradual hacia una cultura agroecológica.
Toledo recordó que la política de la dependencia que encabeza se basa en seis transiciones ambientales, que son: alimentos, energía, agua, conservación, industrias, ciudades y educación.
Agregó que recientemente envió al presidente López Obrador, dos notas en las que se hace énfasis en la conexión que existe entre “una nueva normalidad y todo el tema de la transición ecológica”.
Tema que ya se está planteando en Alemania, el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de China, el impulso a una revolución ecológica hacia el 2035.