Al borde de su peor recesión económica en 25 años, Brasil inaugurará los XXXI Juegos Olímpicos.
Regeneración, 05 de agosto de 2016.- Trabajos a marchas forzadas, estado de emergencia económica, marchas masivas por la destitución Dilma Rousseff, escándalos de corrupción y descontento social, así recibirá Brasil a las 206 Comités internacionales.
Brasil aún no logra recuperarse de las consecuencias económicas que le trajo el sobregasto en el Mundial de Futbol cuando ya tiene encima el compromiso internacional de la Olimpiadas.
El escenario se complica, pues la resaca económica podría profundizarse si se excede en gastos como sucedió en el mundial.
En 2014, la economía sudamericana desembolsó 13 mil 600 millones de dólares (mdd) para la Copa del Mundo, cifra 312% superior a los 3 mil 300 mdd presupuestados por el comité organizador.
Ahora, a 11 meses de realizarse la Olimpiada, la economía Brasil, considerada la primera en América Latina, ha gastado 70 mdd más de los 11 mil millones establecidos como gasto para el desarrollo de la infraestructura olímpica.
Ya en junio pasado, el gobierno brasileño decretó “estado de calamidad pública” por la grave crisis económica que atraviesa; las medidas significaron racionalizar al máximo los servicios públicos esenciales como seguridad, salud, educación y transporte.
Pero las cosas no sólo van mal en el sentido económico también en sentido político pues ayer, la Comisión Especial del Senado, que discutió el juicio de destitución (impeachment) contra Dilma Rousseff, sólo tomó tres horas para sentenciar la destitución de la presidenta.
Nadie, a esta altura, cree que el juicio pueda ser favorable a Dilma. Las razones no se relacionan con las acusaciones en su contra que fueron desmontadas por los peritos llamados por el propio Senado. Es decir, no existe una razón judicial para el proceso.
Otros han señalado el asunto, como el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Humberto Costa quien aformó que el proceso que se terminó ayer no es otra cosas que “una estafa” a la Constitución, ya que se pretende alejar a la jefa de Estado sin que ésta haya cometido delitos.
“Las causas mencionadas jamás justificarían la retirada de la presidenta. Las irregularidades que ella cometió también fueron hechos por los presidentes anteriores. Ahora, lo que se hizo fue elegir quién debía ser la delincuente y luego se procedió a buscar el crimen”, dijo.
Para acabar, también está la alerta por el virus del Zika, que motivó que algunos atletas declinaran su participación e incluso se planteara la posibilidad de cambiar la sede, algo que fue descartado en primera instancias.
A pesar de los problemas del País sudamericano, los organizadores y funcionarios de turismo en Río todavía creen que los Juegos serán un éxito.
Los funcionarios están apostando a la bajada del real, la moneda brasileña, para atraer a los visitantes extranjeros.
De acuerdo con la rama en Río de Janeiro de la Asociación de la Industria Hotelera de Brasil, los hoteles de la ciudad están casi completamente llenos para los Juegos. A pesar de la reciente mala publicidad, no hubo ninguna cancelación.
El secretario de Turismo de Río de Janeiro, Antonio Pedro Viegas, dijo que la ciudad espera más de un millón de turistas durante los Juegos.
“La gente ya sabe nuestros problemas, pero van a sorprenderse por la belleza de Río y la calidez de su gente”.
Los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo desde hoy, 5 de agosto y hasta el 21.
Vía El Mundo ESPNy Forbes