Causas del insomnio y cómo combatirlo

Al menos 40 millones de mexicanos sufre insomnio, pero aquí le presentamos al menos cuatro cosas para ayudar a conciliar el sueño.

 

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Regeneración, 05 de marzo de 2017.- El insomnio es uno de los principales problemas de sueño en el cual intervienen múltiples factores tanto orgánicos (enfermedades) como inorgánicos (hábitos y estilo de vida) y que afecta a cerca de 40 millones de mexicanos, quienes llegan a desarrollar otras enfermedades o sufren más accidentes automovilísticos.

El coordinador de Salud Pública de la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, Ismael Rodríguez Chávez, explicó que para que el organismo se regenere y funcione adecuadamente, requiere de un buen descanso, por lo que si se padece insomnio, hay que saber cómo combatirlo.

Algunos de los malestares que llega a ocasionar, detalla, son irritabilidad, ansiedad, depresión, dificultades de concentración, fatiga contante, accidentes de tráfico y laborales, mala memorización y desorientación existencial.

El insomnio puede durar desde seis meses e incluso volverse crónico y afectar toda la vida, ocasionando un gran deterioro de la salud.

Es por ello que el experto recomienda cuatro pasos principales:

1) Interrumpir el consumo de cualquier producto que contenga cafeína o nicotina de cuatro a seis horas antes de ir a dormir.
2) Cenar alimentos ligeros, por lo menos dos horas antes de ir a la camma
3) Si haces ejercicio, hay que hacerlo cuatro horas antes de dormir.
4) Minimizar el ruido, la luz y la temperatura.

Las causas de este padecimiento podrían ser:
Estar bajo situaciones que generan estrés temporal o crónico por cuestiones laborales, familiares, sexuales o económicas; baja calidad del ambiente para dormir caracterizada por luz o mucho ruido; cambios constantes de horario para dormir o levantarse.

Además, cenas tardías abundantes, o irse a dormir con hambre, consumo de sustancias que activan el cerebro como té, café, alcohol, refrescos, tabaco o drogas no permitidas.

También podrían ser trastornos de estrés post-traumático, estados de ansiedad excesiva, siestas extensas por la tarde, pasar demasiado tiempo en la cama estando despiertos, ver la televisión, estar en la computadora o el teléfono celular por las noches.

Así mismo, algunas enfermedades mentales como el trastorno bipolar, la depresión, o alteraciones en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Si padeces alguno de esos síntomas, lo mejor es acudir con el médico para que te dé el tratamiento necesario.