Por: César Zavala
- Civilización por cooperación
Esta manera de entender la civilización se conecta directamente con su discurso (que ya he comentado) sobre Simón Bolívar y la historia de Latinoamérica. Sólo es posible la civilización cuando los pueblos son libres y eligen cooperar con los más fuertes (o sea, EUA), pero no mediante la imposición militar de sus dirigentes, sino por la cooperación voluntaria y mutuamente beneficiosa.
Se agradecen las recomendaciones del FMI, pero es el gobierno mexicano quien dicta las políticas fiscales y monetarias.
En aquel discurso AMLO advierte a los americanos el avance inminente de las naciones asiáticas y le insta a cooperar con México para balancear la guerra por la hegemonía económica y política del mundo. Pero la cooperación será de igual a igual. ¡Basta ya del imperialismo yanqui! ¡basta ya de la colonia!
Esta re-evaluación de la historia escudriña la filosofía inmanente tanto de las organizaciones (la corona de Castilla, los lobbies americanos) como de la filosofía práctica de los individuos (Cortés y los revolucionarios) y nos ayuda a reformular un criterio de la conducta acaso ya de antaño discutido: las decisiones humanas a la luz de un fuero interno racional.
- Fuero interno y red ontológica del poder
Esta racionalidad de la persona, de la subjetividad, este criterio reflexivo de resonancias juaristas (el respeto al derecho ajeno…) no es una moralina rancia, opaca y fantasmagórica. Es más bien la actualización del pensamiento ilustrado kantiano.
“Suele pasar que la ambición y la tristeza viajan, viven y duermen juntas”
Esta máxima sirve tanto para los dirigentes como para cualquier sujeto en el mundo. Para muestra hoy mismo en la presa de Temacapulín, en Jalisco, AMLO insta a pobladores y a dirigentes ecologistas a dialogar sobre el proyecto de la presa SIN inundar a los pueblos.
En esta conferencia el presidente es contundente al reconocer que todos podemos ser los abanderados de alguna causa de izquierda. Yo puedo ser ecologista, feminista, vegano, lgbt, pero no puedo sólo voltear a ver mi lucha y así olvidar las demás. Tengo que pensar en La Alteridad, en los otros-sujetos-en-el-mundo.
Básicamente el planteamiento obradorista es a reconocer que todos existimos en una red ontológica de poder, en la que todos ejercemos poder a la vez que todos dependemos y somos sometidos en algún sentido. El mandato del fuero interno es a reconocer esa tan manoseada palabra “privilegio”. A reconocer que todos debemos considerar siempre por encima de nuestros propios intereses el beneficio del otro como criterio de la mesura en la acción.
Este reconocimiento de nuestra posición en el entramado ontológico del poder fundamenta la Política del Perdón y la Cultura de la Paz. En el momento en que nuestro presidente pide perdón por las acciones del Estado en contra de nuestros pueblos originarios no lo hace en nombre de él mismo sino en nombre de todas las instituciones que forman el Estado mexicano a través de los siglos. En ese mismo tenor se insta al gobierno español a reconocer las atrocidades ejercidas por los genocidas militares de Castilla. No se le insta al gobierno español a pedir perdón por las acciones humanistas de Bartolomé o Antonio Alcalde.
Reconocer estas diferencias históricas entre Bartolomé y Cortés, son ejemplos de rehabitar la Historia, de mapeo de actitudes y decisiones. Todos podemos mapear nuestra existencia mediante el análisis de clase y privilegios, todos debemos hacerlo. Si el mayor representante del poder ejecutivo puede hacerlo, cualquier ciudadano puede. Cualquiera que aspire a ser Persona.
Quizá y con estas máximas algún día se libren los Estados y las naciones de los ejércitos, quizá y con estas reflexiones se llegue algún día a La Paz Perpetua kantiana.
Por lo pronto, de esta talla es nuestro presidente.
César Zavala es cronista para Primero Fue El Sonido y cofundador de dos emprendimientos. Ha cursado la licenciatura de Filosofía en la universidad de Guadalajara, así como la licenciatura en Administración de Empresas por la misma universidad. Ha sido activista desde el 2012 en diversos colectivos sociales como #YoSoy132GDL y RUM (red universitaria para la movilidad). Dentro de la universidad coordinó un proyecto, premiado por la UDG, sobre desarrollo organizacional y gestión del trabajo en la A. C. Dignidad y Justicia en el Camino, también conocida como FM4 Paso Libre.