Aún no se sabe la razón de estas muertes, pero se cree que puede ser la temperatura del agua.
Regeneración 15 de febrero del 2016.- Alrededor de 445 tortugas marinas muertas se encontraron en playas de Guerrero en las últimas semanas, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), investigarán las causas de la mortandad.
Se trata de ejemplares de las especies golfina y prieta, para lo cual se estableció un grupo de trabajo, ya que se encontraron la última semana de enero y la primera de febrero tras recorridos de inspección y vigilancia a lo largo 20 kilómetros de costa, por autoridades ambientales federales, estatales y de protección civil.
Instancias del gobierno de Guerrero se encargarán de monitorear la temperatura del agua, cambios en las corrientes marinas y de tomar muestras de los ejemplares muertos para enviarlas a un laboratorio especializado.
El mayor número de ejemplares muertos se encontró en una extensión de 20 kilómetros, desde la zona conocida como Playa Boca Chica, El Carrizal hasta Barra de Nuxco, donde se encontraron 232 cadáveres de tortugas marinas en avanzado estado de descomposición. La mayoría eran tortugas prietas que no presentabas lesiones, marcas de redes de pesca o lesiones.
En Playa Tlacoyunque, con categoría de Área Natural Protegida, se encontraron 70 cadáveres de tortugas en avanzado estado de descomposición y con amoratamiento en cuello.
Otro recorrido efectuado el pasado 2 de febrero, en atención a los reportes de campamentos tortugueros de Playa Carrizal de Cinta Larga, personal de Inspección y Vigilancia de la Profepa encontró en un tramo de 5 kilómetros de playa, otros 20 ejemplares de tortugas marinas muertas en estado de descomposición.
El 3 de febrero de 2016, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado de Guerrero y la Dirección de Protección Civil de esa entidad, reportaron el hallazgo de 123 tortugas muertas en el tramo de Playa Nuxco a Playa Michigan.
Vía La Jornada