Desde su inicio, el Movimiento en Defensa de la Economía Popular ha insistido en un cambio del modelo económico, del capitalismo de cuates que se practica en México, que sólo beneficia a unas cuantas empresas a costa de la pobreza de la mayoría de los mexicanos.
Es inocultable el fracaso neoliberal en México. Hoy somos el país con la mayor caída económica del continente y uno de los que más tardará en recuperarse. Sin embargo, el gobierno de Calderón insiste en seguir la misma política que desmanteló la planta productiva nacional, privatizó empresas estratégicas y apostó a la dependencia con el exterior.
Desde hace dos años, Andrés Manuel López Obrador advirtió la inminencia de la crisis económica y sus nocivos efectos para el país. Entonces los conductores y opinadores de radio y televisión lo descalificaron; el gobierno habló de un catarrito. Y desdeñaron las propuesta del movimiento para reactivar la economía y proteger a la población.
A principios de 2007, a nombre del movimiento, López Obrador propuso un Programa para la Defensa de la Economía Popular para apoyar al campo y la producción de granos básicos; el pago justo y equitativo de impuestos; eliminar los monopolios que encarecen bienes y servicios; reducir el gasto del gobierno. También propuso construir tres refinerías para contar con gasolina, diesel, fertilizantes y electricidad a bajos precios. El Congreso, la televisión y el gobierno ignoraron la propuesta.
En noviembre de 2008, se volvió a presentar al Congreso un Plan Anticrisis destinado a fortalecer la producción interna, evitar mayor desempleo y reducir el déficit comercial. Se recomendó cancelar los aumentos de gasolinas, gas y electricidad; aumentar el presupuesto al campo; las tres refinerías y propuso un programa de obras públicas para generar empleos; becas a estudiantes y establecer la pensión alimentaria a todos los adultos mayores del país. Volvieron a guardar silencio.
A fines de 2008, el Movimiento enfocó su trabajo a la defensa de la economía popular. Es claro que nuestras propuestas se han desatendido ya que implican ir en contra de los intereses de los poderosos y de los gobernantes corruptos.
Contra el paquetazo
En la discusión del presupuesto de 2010, y frente a la crisis de las finanzas públicas, el Movimiento se opuso a los aumentos de impuestos y de combustibles que ya anunciaba el gobierno. El 21 de septiembre, el 12 y el 26 de octubre de 2009 se organizaron mítines frente a las cámaras de Diputados y Senadores. Ahí se presentó una propuesta alternativa para obtener recursos sin perjudicar al pueblo de México. Se tomaron las tribunas del Congreso, pero el PRI y el PAN aprobaron el paquetazo contra la población.
Seguiremos padeciendo las nefastas consecuencias de su decisión. Por eso el Movimiento en Defensa de la Economía Popular sostiene que la única alternativa que tenemos es seguir luchando hasta derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, para hacer valer la democracia, rescatar las instituciones y establecer un gobierno que combata la codicia y la corrupción, distribuya las riquezas de México y garantice el bienestar y la felicidad del pueblo.