Regeneración, 24 de enero de 2016.- Las principales ciudades de Túnez se encuentran envueltas en disturbios y confrontaciones con la policía debido al descontento provocado por la falta de empleos y el nepotismo. Más de un tercio de los jóvenes tunecinos son desempleados. El 62% de los graduados de universidades no tienen trabajo.
Los disturbios han sido los más violentos desde la revolución tunecina de 2011, que culminó con el derrocamiento del gobierno autocrático del expresidente Zine El Abidine Ben Ali.
La frustración de largos años en el desempleo se transforma en ira al comprobar que los pocos empleos disponibles se distribuyen a través del nepotismo.
Ricard González, en su columna en El País, informó que la negligencia y corrupción del gobierno tunecino provocaron la ira en la zona central del país y ésta se fue propagando por todo el país. Los resultados de la inconformidad iniciaron cuando Ridha Yahyaoui, un joven desempleado de 28 años, se suicidó durante una manifestación subiendo a un poste de luz y electrocutándose. Había perdido su oportunidad de empleo debido al nepotismo.
“Su nombre y los de otros cuatro chicos desaparecieron de las listas de empleados en favor de otros con palancas”, comentó Abai Badredin, uno de los manifestantes que conocía la historia de Yahyaoui y lo vio morir electrocutado. “La administración del Gobierno actúa como una mafia. Cuando hay una vacante colocan a sus familiares. Cayó Ben Alí, pero el sistema corrupto que creó continúa vigente”, declaró.
El gobierno de Túnez estableció el viernes 22 un toque de queda de 8:00 pm a 5:00 am en todo el país como medida ante los disturbios y para proteger la propiedad pública y privada.
Hasta ahora las manifestaciones han dejado dos policías muertos y más de un centenar de manifestantes heridos. Los arrestos, la mayoría por violar el toque de queda, han llegado hasta 200. Además, se han reportado más intentos de suicidio por la falta de trabajos y huelgas de hambre.
(El País, Aristegui Noticias)