La Organización de Naciones Unidas (ONU), en 2012, estableció el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
El secretario General llamó a priorizar la erradicación de un flagelo que azota a más de mil 200 millones de personas, la mayoría de ellas habitantes de países del Sur.
Llegó el momento de hacer realidad las promesas y de concretar acciones nacionales e internacionales para acabar con la pobreza y promover la inclusión social y la armonía inter-cultural, dijo en el texto circulado aquí.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, John Ashe, señaló que la elaboración de la agenda de desarrollo sostenible post-2015 resulta un escenario favorable para reconocer a la felicidad como una aspiración fundamental de la humanidad.
Eso debe traducirse en el mejoramiento de las políticas públicas de los estados, en aras de perseguir la equidad y el fin de la pobreza, manifestó.
También en un mensaje por la jornada, Ashe recordó que el nuevo marco de desarrollo, que sustituirá el año próximo a los Objetivos del Milenio, tendrá su pilar en el progreso social, económico y ambiental.