Trump amenaza con renovados aranceles antes de cumbre en Corea del Sur. El conflicto comercial con China se intensifica por tierras raras
Regeneración, 20 de octubre.– La tensa guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo experimenta una escalada dramática.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado la apuesta al amenazar a Beijing con un arancel adicional del 100% sobre productos chinos, buscando concesiones cruciales antes de la cumbre de líderes en Asia.
Esta renovada tensión se produce en respuesta directa a las recientes restricciones de exportación impuestas por China sobre los minerales de tierras raras, materiales críticos para las industrias de alta tecnología y defensa de Washington.
En consecuencia, el enfrentamiento arancelario, que ha persistido desde el primer mandato de Trump, se recalienta con nuevas cifras, generando incertidumbre en los mercados globales.
El mandatario estadounidense ya ha implementado aranceles adicionales del 30% en general sobre China desde su regreso a la presidencia, lo que, sumado a tasas previas, coloca la carga total actual entre el 55% y 57%.
Es importante destacar que el presidente afirma que los aranceles ya han rendido resultados al generar una respuesta más respetuosa por parte de Beijing en las mesas de negociación.
Asimismo, el presidente Trump, en una reunión reciente con el primer ministro australiano Anthony Albanese, dejó clara su postura de confrontación.
El mandatario republicano sentenció que: “Si no hacemos un acuerdo, voy a imponer un 100% adicional el 1 de noviembre”, una amenaza que busca acelerar las concesiones chinas en temas clave.
Sin embargo, en una entrevista con Fox Business, Trump matizó que un arancel del 100% “no es sostenible”, aunque responsabilizó a China de haberlo “obligado” a considerar tal medida por las últimas tensiones comerciales.
Próxima Reunión
El contexto de la negociación se centra en dos frentes principales: las negociaciones previas de los enviados comerciales y el esperado encuentro de los líderes en la cumbre multilateral.
Los equipos negociadores, liderados por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, acordaron sostener una nueva ronda de negociaciones en Malasia esta semana.
Esta reunión tiene como objetivo preparar el terreno y reducir las fricciones para el diálogo de alto nivel.
El encuentro principal entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, se llevará a cabo a fines de este mes al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que tendrá lugar en Corea del Sur.
El representante Scott Bessent, el nuevo rostro en la relación comercial, ha manifestado que la agenda estadounidense incluye la exigencia de que China reanude las compras de soya estadounidense, una demanda clave para el sector agrícola de Estados Unidos.
La búsqueda de un entendimiento que reduzca las fricciones comerciales y establezca reglas sobre la transferencia tecnológica es el objetivo principal del mandatario.
A pesar de estas gestiones diplomáticas, la desconfianza mutua se mantiene palpable, alimentada por la guerra comercial en curso.
China ha advertido a Washington que “amenazar con altos aranceles no es la manera correcta de tratar con China”, según declaró Lin Jian, portavoz del ministerio de relaciones exteriores chino, dejando en claro que Beijing jugará duro.
El presidente Trump, por su parte, busca no solo el fin de la restricción china a las tierras raras, sino también asegurar que la segunda mayor economía mundial respete la propiedad intelectual y evite las prácticas que considera desleales.
