Ante el plan de nueva refinación de AMLO, que consiste en rehabilitar las refinerías existentes y crear dos más en México, el columnista propone un lugar.
Por Antonio Gershenson| La Jornada
Regeneración, 08 de julio de 2018.- La victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador nos mueve a preguntarnos cuándo estaría la primera nueva refinería en México. Obviamente ya no se plantearía con empresas extranjeras manejándola, como se publicó en 2015.
En estudios recientes se vio el sitio para ella en Poza Rica, Veracruz, porque ahí hubo una refinería que fue destruida por uno de los gobiernos entreguistas, el de Carlos Salinas de Gortari. Pero, claro, queda la infraestructura. Y ésta se puede aprovechar para la nueva obra. Ahorra tiempo y dinero.
La propuesta en Poza Rica se suma a las que se indican en Tabasco y Campeche, pero puede empezar antes, y con menos costo, por las ventajas ya referidas.
Esto, además de las refinerías modulares a las que recién nos referimos en un artículo publicado en estas páginas. Ya hay unidades más grandes, y rebasan los 300 mil barriles. Producen gasolinas, diésel, combustóleo, asfalto y derivados de gas, y son más baratas que las anteriores.
El cálculo y la instalación lo llevan a cabo los fabricantes a lo largo de 14 meses. Se requiere un estudio inicial para definir tiempos y costos, aunque podemos tener una idea general que implicaría un lapso de entre dos y tres años; en el caso de Poza Rica sería de aproximadamente dos años, mientras en Tabasco y Campeche podrían requerirse cerca de tres años. En suma, su iniciación podría ser el 1º de diciembre y, claro, con la necesidad de una infraestructura en cada caso.
El primer proyecto podrá iniciar en cuanto haya un acuerdo en ese sentido, porque Poza Rica ya está gobernada por una autoridad que llegó al poder con un programa en este sentido. Ya hablamos del tema en el artículo del 24 de junio pasado.
Pero la historia viene también, en esta ciudad, a partir de una huelga de los trabajadores que duró 58 días en 1937. Ésta fue contra la empresa inglesa «El Águila», con un triunfo de los trabajadores. Éstos contribuyeron definitivamente a la expropiación petrolera que se concretó el siguiente 18 de marzo. Y a la operación del entonces nuevo Pemex; ahora se plantea en esa ciudad una nueva refinería.
El gobierno que ya llega a su fin, ha reducido la producción nacional de gasolina. Para citar un ejemplo, en la siguiente forma, en miles de barriles diarios de ese combustible:(ver imagen)
Han bajado a la mitad la producción de gasolina, del primer año de este sexenio a los primeros cinco meses del año actual.
Hay que arreglar las refinerías existentes que lo requieran, pero con esta nueva de Poza Rica y las otras, que por lo visto estarían en Tabasco y Campeche, aumentarían la producción a más del doble de la que hubo en el primer año completo del gobierno actual. Y si se construyen las tres, se acabarían las importaciones y tal vez se podría exportar gasolina, en vez de importar, como ahora, más de tres cuartas partes del consumo nacional.
Lo mismo puede suceder con otros derivados que se producen en las refinerías, como diésel y combustóleo, entre otros.
Otra medida relacionada con los cambios que se deben realizar es el impulso al transporte colectivo en sustitución de algunos de los vehículos individuales que circulan. En especial, lo hemos sugerido reiteradamente, es fundamental el regreso de los ferrocarriles. Ya los teníamos, pero los gobiernos entreguistas los sustituyeron con transporte de combustión interna hasta donde pudieron.
En las décadas recientes, los ferrocarriles se desarrollaron primero en Europa, y luego mucho más en Asia. Ya lo mostramos con ejemplos. Por un lado, China ya tiene la mayor red ferroviaria del mundo, e India tiene más de 200 terminales de trenes que funcionan, incluso, con diferentes anchos de vías.
Las terminales de India operan con sistemas que mueven el cuerpo de cada carro del ferrocarril, levantando sin su base con las ruedas, y lo llevan a otra área en el otro tramo de vía de diferente ancho, con sus propias ruedas de su tamaño de separación.
Las refinerías, sin altos costos, como hasta ahora, sino mucho menos, son no sólo una fuente de trabajo, sino un servicio que puede abaratar la gasolina y otros combustibles y productos.