El juez Baltasar Garzón tendría una estrategia para afectar el juicio del ex Director de PEMEX, para evitar que pise la cárcel.
Regeneración, 25 de julio de 2020. Fue polémica la llegada de Emilio Lozoya a la Ciudad de México, pues antes de ser trasladado al Reclusorio Norte, se argumentó, fue llevado al hospital para estar bajo revisión médica, lo que provocó más especulación.
Asimismo, mientras que creció la expectativa por su declaración ante la Fiscalía General de la República, ocurrió la filtración de una declaración que habría hecho en España, hecho que provocó que información sensible del caso se promoviera en medios de comunicación.
Ambos hechos representan, aseguran litigantes entrevistados por ‘La Jornada’, una estrategia para evitar que Lozoya sea encarcelado. “Se trata de evitar que pise la cárcel: encontrarle una salida digna y viciar el proceso que impida al Ministerio Público Federal llevarlo a prisión”.
Normalmente, cuando se trata de casos delicados y de redes de corrupción, es recomendable que no se filtre la información, pues es un intento de la misma defensa del acusado por desordenar el proceso, que a su vez implica que los órganos de justicia mexicanos requieran otras pruebas para presentar en el juicio.
Finalmente, se señaló que si bien el Gobierno Federal coopera para tenerlo en forma de testigo protegido, las filtraciones y las resistencias podrían afectar su derecho al debido proceso.
El beneficio de la empresa Odebrecht, alentar a través de sobornos la reforma energética, así como impulsar la compraventa de la empresa Agronitrogenados con sobreprecio, son los principales delitos en los que está involucrado Emilio Lozoya.