Regeneración, 16 de diciembre del 2015.-De acuerdo a información de la empresa Edmiston, Emilio Azcárraga Jean principal accionista de Televisa ha puesto a la venta el Yate “TV” por la cantidad de 2 mil 431 millones de pesos. La empresa Edmiston, es una empresa especializada en la venta y renta de yates de lujo.
Anteriormente el periodista Jenaro Villamil publicó un reportaje sobre la «embarcación de ensueño, un megayate, llamado «TV», incluido en la lista de los más caros y lujosos del mundo». Villamil señaló que Azcárraga había «querido mantener esa posesión en secreto».
El «yate con un valor cercano a los 180 millones de dólares, equipado con helipuerto, seis suites de lujo, sala de cine, jacuzzi, gimnasio, un sistema avanzado de telecomunicaciones, spa para 16 personas, un exclusivo salón de masajes y un espacio para fiestas». Había sido adquirido en el año 2010 bajo estrictas medidas de confidencialidad a través de la empresa alemana Lurssen, cuyo precio original era de 178 millones de dólares –casi 2 mil 500 millones de pesos–, superior al del Mayan Queen IV, propiedad de otro multimillonario mexicano: Alberto Bailleres.
«En el TV sólo viajan sus amigos empresarios y familiares, así como los ejecutivos más allegados a Azcárraga Jean y a los vicepresidentes de Televisa Alfonso de Angoitia, Bernardo Gómez y José Bastón. Se llaman a sí mismos Los Cuatro Fantásticos desde que se encumbraron en abril de 1997 al tomar el control del imperio televisivo fundado por Emilio Azcárraga Vidaurreta, abuelo del actual presidente de la empresa».
«Según el registro del sitio especializado Superyachts.com, el TV –cuyo nombre anterior fue Mad Summer (Verano Loco)– está en la lista de los 57 yates más caros y lujosos del mundo, comparable al Eclipse, del multimillonario ruso Roman Abramovich, a los del emir de Dubai o del sultán de Omán o al Octopus, el barco de recreo de Paul Allen, uno de los fundadores del imperio Microsoft».
Fragmento del reportaje de Jenaro Villamil en Proceso:
Delirio por los yates
El yate de Azcárraga Jean opaca, con mucho, la famosa embarcación Eco donde su padre, Emilio Azcárraga Milmo, falleció el 16 de abril de 1997. El Tigre solía pasar en esta embarcación la mayor parte del tiempo en sus últimos días. Ahí concretaba los negocios más importantes de una empresa a la que dejó en bancarrota, según su propio heredero.
Eco se convirtió en el símbolo de la expansión de Azcárraga Milmo y del Grupo Televisa hacia el mercado de televisión de habla hispana en Estados Unidos. Se llamó igual que el fallido intento de una cadena de noticias latinoamericana fundada por El Tigre.
Según Claudia Fernández y Andrew Paxman, autores de la biografía El Tigre, Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, el empresario “adoraba pasar el tiempo descalzo y en pantaloncillos en sus yates, bien recibiendo a sus amigos, observando a las ballenas o sencillamente relajándose”.
El 5 de enero de 1997, cuatro meses antes de fallecer, Azcárraga Milmo invitó al cantante español Julio Iglesias a su yate y también a Emilio y Gloria Estefan, los productores musicales más influyentes en Miami.
Según relató Julio Iglesias a Fernández y Paxman, luego de la cena en su lujoso yate Azcárraga despidió al cantante y le dijo: “Qué pena que los leones tenemos que luchar hasta el final”.
El yate Eco tenía 40 pies de eslora, fue diseñado por Martin Francis, navegaba con bandera británica y fue considerado uno de los más modernos de su tiempo. Su costo empalidece frente al megayate de su heredero: 2 millones de dólares frente a los 178 millones del de su hijo, más un pago de 50 mil pesos al mes por los servicios del Club de Yates de Acapulco (Proceso 1438) frente a los cerca de 200 mil dólares mensuales que Azcárraga Jean tiene que destinar al mantenimiento de TV.
Otro integrante de la dinastía Azcárraga, Alejandro Burillo, dueño del Grupo Pegaso, propietario del equipo de futbol Atlante, accionista de Telefónica de México y licitante frustrado de una tercera cadena de televisión durante este sexenio, adquirió a mediados de 2011 un ostentoso yate construido en el astillero vigués de Freyre, según los periódicos españoles El Mundo y La Voz de Galicia.
Bautizado Pegaso, el yate de Burillo Azcárraga tiene 73 metros de eslora, 13 de manga (ancho) y capacidad para 30 personas, entre tripulantes y pasajeros. Posee también un helipuerto, seis camarotes de lujo para invitados y su precio oficial fue de 80 millones de euros, menor que los 135 millones de euros del TV de su primo.
La revista Quién publicó en agosto de 2011 una fotografía del Pegaso y anotó: “La particularidad del yate por el que Burillo podría pagar hasta 84 millones de euros, según el portal español (El Mundo), es que no sólo es un barco lujoso sino también un laboratorio para desarrollar a bordo misiones científicas.
“Quería un camarote con vistas privilegiadas al laboratorio oceanográfico flotante más avanzado del mundo y ya lo tiene”, escribió el reportero Antonino García.
Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca, también posee un megayate, El Azteca, de 50 metros de eslora, que ha sido motivo de polémica en la prensa beliceña.
El 17 de mayo de 2009 Proceso informó que Salinas Pliego se negó a pagar los 787 mil dólares de sanción que le impuso el Departamento de Ecología de Belice por haber dañado un arrecife de coral vivo en la zona de San Pedro Town.
El “accidente” del yate de Salinas Pliego ocurrió el 7 de abril de 2009 cuando se dirigía al balneario de San Pedro, Belice, cerca de Xcalac, Quintana Roo. Al acercarse al muelle de Cayo Ambergris una cuerda se enredó en la propela de la embarcación y, “para evitar un daño mayor”, el capitán Salvador Villeras Eckart decidió arrojar las anclas para frenar el yate, provocando la devastación de casi 400 metros cuadrados de arrecife.
El periódico San Pedro Sun publicó fotos donde se observa el daño ocasionado por las anclas del yate de Salinas Pliego, en el que viajaban 25 invitados del propietario también de las tiendas Elektra, Grupo Iusacell y Banco Azteca.
Martín Alegría, jefe del Departamento de Ecología beliceño, expidió una prohibición para que el Azteca volviera a navegar, en tanto el grupo técnico de la dependencia fue enviado a observar el daño y calcular el costo de la sanción. Desde el 12 de abril el yate de Salinas Pliego “desapareció”. La nave volvió a aparecer en las costas de Cozumel, navegando sin problema alguno y con apoyo del Resguardo Marítimo Federal.