Regeneración, 10 de diciembre de 2014.-Los servicios secretos de Estados Unidos siguen vigilando masivamente a los habitantes pese a las denuncias del extécnico de la NSA, Edward Snowden, declaró Andranik Migranyan, director del Instituto para la Democracia y la Cooperación, en Nueva York.
«No hay cambios sustanciales, se trata del modo en que se toman las decisiones, a espaldas de los ciudadanos de a pie», dijo.
Agregó que «existen tribunales secretos que emiten sentencias secretas que desconoce la opinión pública y que otorgan formalmente a los servicios especiales el derecho de vigilar a los ciudadanos».
«A menudo los servicios secretos, sin esperar una decisión judicial, actúan por cuenta propia y controlan diferentes ámbitos, desde las cuentas bancarias hasta cuestiones íntimas», denunció.
Actualmente, la NSA tiene derecho a recopilar y guardar durante cinco años los datos de llamadas desde móviles de todas las operadoras estadounidenses. El programa permaneció clasificado hasta que Snowden lo desveló en 2013, provocando debates en la opinión pública sobre la legitimidad de esas prácticas.
En enero pasado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció su intención de revisar el programa de vigilancia.
En mayo, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley destinado a poner fin a la práctica que autorizaba a recopilar datos a las operadoras que podrían guardarlos durante 18 meses. Los servicios secretos podrían acceder a la información solo por decisión judicial.
Sin embargo, el 19 de noviembre el Senado declinó el proyecto de ley después de que los republicanos considerasen que estaba «plagado de defectos» y denunciaran el daño que causaría a la capacidad de los servicios secretos.