El juicio por el asalto a Kim Kardashian en París en 2016 comenzó este lunes en el histórico Palacio de Justicia, rodeado de gran expectación mediática.
RegeneraciónMx, 28 de abril de 2025.- La superestrella de 44 años, Kim Kardashian, no asistió al inicio del proceso de juicio de los involucrados en el robo que sufrió en 2016, pero está previsto que testifique en persona el próximo 13 de mayo, según informaron fuentes judiciales.
Los acusados son nueve hombres y una mujer, quienes rondaban los 60 años durante el robo. Hoy, muchos lucen cabello blanco y requieren bastones o audífonos.
El juicio es presidido por el juez David De Pas y está programado para durar hasta el 23 de mayo, con la presencia de más de 400 periodistas acreditados.
Entre los acusados destacan Aomar Ait Khedache, «Omar el viejo», quien ha perdido la audición y el habla, y Didier Dubreucq, «Ojos azules», que recibe quimioterapia.
Otros acusados, como Christiane Glotin y Yunice Abbas, también presentan condiciones de salud y han mostrado arrepentimiento, según la defensa de Abbas.
El robo ocurrió el 3 de octubre de 2016, a las 03:00 horas, cuando dos hombres encapuchados irrumpieron en la habitación de Kardashian a punta de pistola.
Los asaltantes, tras amordazar y encerrar a Kardashian en el baño, robaron joyas valuadas en 10 millones de dólares, incluyendo un anillo de compromiso de cuatro millones.
La estrella de telerrealidad solía publicar en redes sociales su ubicación y joyas, facilitando así la planeación del atraco por los denominados «abuelos ladrones».
El caso de Kim Kardashian, a la espera de 10 años
Según Ait Khedache, no fue un gran robo a mano armada, sino un «trabajo fácil», aunque niega haber sido el cabecilla, como sostienen los investigadores.
El asalto duró apenas diez minutos, pero dejó traumatizada a Kardashian, quien entonces contaba con 84 millones de seguidores en Instagram, cifra que hoy asciende a 357 millones.
De todo el botín, solo un collar fue recuperado. Se sospecha que el resto de las joyas fue fundido y vendido posteriormente en Bélgica.
Los «bandidos a la antigua» fueron detenidos tres meses después, tras una intensa investigación que incluyó análisis de ADN y decomisos de dinero en efectivo.
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