Renuncian todos los obispos chilenos por escándalos de pederastia

Francisco I, depurará iglesia. Todos los obispos ponen a disposición del Papa sus cargos “para que libremente decida”. Afectados celebran la medida

Regeneración 18 de mayo del 2018. Todos los obispos del episcopado chileno renunciaron y pusieron a disposición sus cargos para que Francisco I, “libremente decida sobre cada uno de nosotros”; señalaron.

La noticias que conmocionó a Chile y que fue cubierta por los diarios locales e internacionales como El País, señalan que lo anterior ocurrió después de los encuentros privados que ha mantenido el Pontífice los tres últimos días con los obispos del país sudamericano en el Vaticano para depurar responsabilidades por los casos de abusos sexuales por parte del clero en las últimas décadas.

El portal informativo de El País precisa que a partir de este momento, el Papa deberá decidir si acepta todas las renuncias o por el contrario solo alguna de ellas, lo que de algún modo confirmaría el grado de implicación y responsabilidad de cada prelado en los casos.

Así las cosas el Papa, a través de una carta pública les agradeció la “plena disponibilidad que cada uno ha manifestado para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar.”

En documentos filtrados a la prensa local el Papa Francisco habría señalado que la gravedad de la situación requiere profundizar mucho más .

“Los problemas que hoy se viven dentro de la comunidad eclesial no se solucionan solamente abordando los casos concretos y reduciéndolos a remoción de personas; esto -y lo digo claramente- hay que hacerlo, pero no es suficiente, hay que ir más allá”, escribía en el documento.

LEER MÁS:  Arzobispo Íñiguez pidió a EE.UU intervenir en elecciones del 2006: AMLO

También habla de que algo no funciona en todo el cuerpo eclesial.
El País refiere que el Papa señala “Sería irresponsable de nuestra parte no ahondar en buscar las raíces y las estructuras que permitieron que estos acontecimientos concretos se sucedieran y perpetuasen”.

El texto escrito por el Papa es fruto del informe de 2.300 folios que sus enviados especiales a Chile, el español Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Charles J. Scicluna, arzobispo de Malta, le entregaron hace unas semanas.

Dicho diario indica que las víctimas de los abusos en Chile, que habían pasado unos días en el Vaticano invitados por el Papa, no han tardado en expresar su satisfacción.

“Me alegra tremendamente para empezar a sanar esta Iglesia que no se merece a estos verdaderos corruptos y criminales”, afirmo Juan Carlos Cruz, que en su adolescencia fue abusado por el influyente sacerdote Fernando Karadima, caso que desató la crisis que atraviesa actualmente la iglesia chilena; relató la periodista Lorena Pacheco.

Desde 2015 los casos de abusos en Chile por parte del clero han gravitado en torno al nombre del obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos del expárroco Fernando Karadima.

Durante su reciente viaje a Chile, el Papa defendió a Barros, que siempre negó las acusaciones.

Pero las protestas de las víctimas desencadenaron el proceso de investigación que ha derivado en este proceso de purga.

El Papa, que había tachado primer las acusaciones de “calumnias”, pidió perdón en el vuelo de regreso a Roma e invitó a tres de los afectados al Vaticano.

LEER MÁS:  Arzobispo Íñiguez pide no votar por Morena, "viene el comunismo"

Poco después, envió una misión especial encabezada por el arzobispo de Malta a Chile para investigar en profundidad los casos.

Barros había presentado su renuncia en dos ocasiones, pero el Pontífice no la admitió entonces.

En esta ocasión, parece claro será uno de los que terminarán su andadura.

Según el documento redactado por Francisco para los prelados chilenos se confirmó “que a algunos religiosos expulsados de su orden a causa de la inmoralidad de su conducta y tras haberse minimizado la absoluta gravedad de sus hechos delictivos (…) se les habrían confiado cargos diocesanos o parroquiales que implican un contacto cotidiano y directo con menores de edad” .

En el documento, el Papa advierte que la Iglesia del país andino experimentó “una transformación en su centro” y agrega que “ su pecado se volvió el centro de atención”.

Y también habla de una cadena de errores de las autoridades de la Iglesia chilena a la hora de investigar y castigar los abusos.

Y de las irregularidades en los procedimientos, el trato a las víctimas y el modo de gestionar sus denuncias; todo lo anterior según recupero el diario El País.