Productores de café abandonados por el gobierno frente a la roya


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Cafeticultores aseguran que el gobierno intenta destruir al campo, minimizando apoyos para que familias enteras abandonen sus tierras. En Veracruz se perdió 70% de la producción. Los productores de café demandan apoyo de dos mil quinientos pesos por hectárea y un programa de empleo temporal para renovar los cafetales.

Por Edith Peredo

Regeneración, 23 de marzo de 2016.- La situación en que se encuentra sumido el campo mexicano, afecta a miles de campesinos a lo largo y ancho de la república. Productores de café de los estados de Chiapas, Guerrero y Veracruz, han denunciado la falta de apoyos por parte del gobierno y el intento de desmantelar el agro para que familias completas abandonen sus tierras y puedan ser utilizadas con fines económicos.

El señor Isaías Navarro Aguilar, originario del municipio de Cosautlán de Carvajal, perteneciente a la zona centro del estado de Veracruz, dijo en entrevista que debido a la plaga de la roya del café, este año no tuvo producción y se ha dedicado a “hacer hoyos” para sembrar nuevas plantas resistentes a la plaga que destruyó cientos de cafetales en los estados productores del aromático.

Con mirada triste, el campesino comentó que el café es el único sustento de su familia y de decenas de personas en su comunidad que no cuentan con otro ingreso económico.

“Ahí en mi comunidad la mayoría depende de ese ramo porque ya ve que no hay ni trabajo, no hay nada ahorita, por ejemplo si hubiera trabajo pero no, y ya uno ya grande pues a lo mejor podríamos venir a buscar trabajo pero hay jóvenes que buscan y no encuentran, uno menos. En mi comunidad, la mayoría depende del café, no hay otro producto que digamos sea alternativo”.

Don Isaías, con sombrero que lo cubre del sol mientras habla sobre su situación, asegura que lo que “a él le vale”, es que su hija trabaja como empleada doméstica en la capital de Veracruz, Xalapa; y de ese modo su familia obtiene recursos mínimos para subsistir.

63 años a cuestas, no impiden que el señor Isaías abandone el campo y la labor que aprendió desde que era pequeño.

“Eso es lo que hemos aprendido de mis papás, de mi abuelo, a lo mejor antes había otros productos que era la caña pero hoy por tantas situaciones que se han venido dando, todo se abarató y muchos dejaron de producir caña, y se dedicaron mejor al café porque se veía que era un producto que tenía mejor precio y a ver ahorita que no hay, a lo mejor ahorita vale pero no hay producto”.

Agregó que con la crisis económica que se vive en todo México, las personas delinquen “por necesidad” y roban racimos de plátanos de las fincas, hoja para vender y otros productos que encuentren a su paso.

“Pues uno intenta entender la necesidad de tener dinero y ahora si al que tenga más pues van y jalan lo que haya, naranja y lo que encuentren. Desgraciadamente eso se ha dado pero no tanto como ahorita, ahorita es peor, se teme ya en las comunidades por ejemplo hay pequeños grupos de personas que van, se asocian con vecinos de ahí y se van a robar, pretenden meterse hasta las casas y roban lo que encuentren, hasta comida”.

Sus manos gastadas por el trabajo en el campo y su piel curtida por los constantes cambios de temperatura en la zona centro de Veracruz, no borran la sonrisa en su rostro cuando recuerda que el amor por el campo, su campo, lo heredó de sus abuelos.

“Es lo que por ejemplo tenemos como patrimonio que nos dejó nuestro abuelo y es eso la tierra, la tierra por si sola sí vale y sí cuenta porque ahí estamos asentados, ahí estamos viviendo, pero le tenemos que sembrar también producto. Lo que hace falta es recurso, créamelo que toda la gente necesitamos dinero para poder empezar de cero, de abajo y le digo, créamelo que eso no lo vamos a cambiar. Le tenemos amor a la tierra, porque ahí nacimos, ahí vivimos y ahí vamos a estar, ahí estamos, ahorita no andamos bien económicamente pero ahí vamos a permanecer y vamos a seguir luchando por esto a ver que sale”.

Fernando Celis Callejas, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, comentó que “es la cosecha más baja desde 1960, en Veracruz se perdió como el 70 por ciento de la producción”. Dijo que las demandas centrales de los productores de café son que haya un programa de apoyo para cada uno, por lo menos de 2 mil quinientos pesos por hectárea y un programa de empleo temporal donde el productor pueda hacer labores en su finca de café, además de otro de ayuda alimentaria.

Concluyó que el gobierno solo está entretenido en la “grilla política” e interesado en las próximas elecciones a la mini gubernatura.