Gracias al financiamiento de la UNAM fue posible la localización de 61 mil estructuras de la civilización maya, entre las que se encuentran fortalezas y pirámides ocultas entre la vegetación de la selva guatemalteca
Regeneración, 30 de septiembre de 2018.- Regeneración, 30 de septiembre de 2018.- Durante más de 2 mil 500 años, los mayas incidieron en el paisaje que los rodeaba. De lo que construyeron en ese entonces (desde el año 1000 a. C. hasta el 1500 d. C., aproximadamente), 61 mil estructuras cubiertas por vegetación fueron descubiertas e informadas a través del documento Above and below the Maya forest, producto de los investigadores Anabel Ford y Sherman Horn, que se dieron a conocer en la revista Science el pasado 27 de septiembre.
Es así que, en medio de la selva ubicada en las tierras bajas de Guatemala, se hallaron pirámides escondidas y enormes fortalezas, así como granjas y canales dispersos en los pantanos.
El hallazgo fue posible con la tecnología laser de mapeo llamada líder, que es similar al sonar o al radar, pero usa ráfagas de láser para mapear un área.
“Estás viendo a una serie de reinos, todos involucrados en una historia política al estilo de Juego de tronos en la que se casaban, peleaban, se mataban entre ellos y se traicionaban”, dijo Thomas Garrison, un arqueólogo en la Universidad de Ithaca y uno de los autores del artículo en Science. “El lídar revela el escenario en el que se desarrollaron estos dramas registrados en los textos”.
Con la información obtenida, el equipo calcula que tal vez había entre siete y once millones de personas viviendo en las tierras bajas centrales de los mayas durante el que es conocido como el periodo clásico tardío, que duró desde alrededor del 650 d. C. hasta alrededor del 800 d. C.
Como sabemos, la civilización maya se asentó en Mesoamérica y trascendió por su escritura jeroglífica, uno de los pocos sistemas de escritura plenamente desarrollados del continente americano precolombino. Además, destacó su arte, arquitectura y sistemas de numeración, astronomía y ecología. Su desarrollo ocurrió en el sureste de México, abarcando lo que hoy son los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, así como en la mayor parte de Guatemala, Belice, la parte occidental de Honduras y de El Salvador.
De acuerdo con información publicada por The New York Times en español, el investigador Juan Fernández Díaz, adscrito al Centro Nacional para Mapeo Láser Aerotransportado en la Universidad de Houston, realizó un sobrevuelo en 2016 junto con su equipo. Cubrieron más de 2 mil kilómetros sobre las copas de los árboles. Por cada segundo de vuelo, el líder envió un promedio de medio millón de pulsos láser.
“Básicamente es como cortar el césped. Es ir para adelante y atrás, volando líneas muy paralelas a lo largo de la selva”, dijo Fernández Díaz.
El resultado que arrojó el mapa 3D contiene nuevos asentamientos con viviendas y templos, fortificaciones para la defensa como zanjas y fosos, así como terrazas agrícolas y caminos.
Una de las sorpresas más grandes para Francisco Estrada Belli, arqueólogo de la Universidad de Tulane (Nuevo Orleans, EU), fueron vastas áreas de humedales llenas de canales. “Todos estos cientos de kilómetros cuadrados de lo que pensamos que era pantano inutilizable realmente era parte de la tierra agrícola más productiva”.
“Quedé asombrado muchas veces a medida que abría estas imágenes”, y dijo que, mientras los mayas mantuvieron viva su civilización, sus granjas probablemente se asemejaban a lo que vemos en la actualidad en el sureste de Asia.
Se trata del “estudio más amplio de su tipo en Mesoamérica hasta la fecha”, dijo Marcello Canuto, también arqueólogo de la Universidad de Tulane.
La labor del equipo fue financiada por la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM). A través de National Geographic, el equipo anunció en febrero pasado que habían descubierto las ruinas y ahora se publican los resultados completos en Science.
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— Science Magazine (@sciencemagazine) 27 de septiembre de 2018