Desde el 2015 las placas tectónicas que afectan a nuestro país han aumentado su actividad, generalmente entre junio y septiembre de cada año.
Regeneración, 02 de octubre de 2017.- Según datos del Servicio Sismológico Nacional de la UNAM en los últimos tres años, la sismicidad en el país aumentó en por lo menos tres meses, no sólo por su frecuencia, sino por su magnitud.
Las estadísticas indican que de 2015 a 2016, los temblores aumentaron de 10 mil 706 a 15 mil 279, lo que significó un aumento de casi el 30 por ciento.
Esto se debe a que México está situado entre cinco placas tectónicas: la placa de Norteamérica, Placa del Pacífico, Placa de Rivera, Placa de Cocos y la Placa del Caribe.
La mayoría de los sismos se ubicaron en la Costa del Pacífico y el Golfo de California; lo que tuvo afecto en estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y el Istmo de Tehuantepec.
En 2015, el sismo de mayor magnitud ocurrió el 13 de septiembre con magnitud de 6.7 grados, con epicentro en las cercanías de Los Mochis, este movimiento se debió a una “falla de desplazamiento lateral”; y sucedió 29 años después de un movimiento similar el 18 de junio de 1988.
Para 2016, el sismo más fuerte ocurrió el 21 de enero con magnitud 6.5 grados, con epicentro al oeste de Cihuatlan, Jalisco, y también obedeció una falla en el límite de dos placas: las de Rivera y Pacífico.
Desde que inició el año y hasta agosto, el Sismológico Nacional ya había registrado 10 mil 325 sismos, pero para el 7 de septiembre, se registró el mayor sismo hasta ahora, de 8.2 grados Richter con epicentro en Chiapas.
Desde entonces, ha habido más de 4 mil 326 sacudimientos.
Vía Excélsior.