Regeneración, 23 de octubre de 2014.- Ángel Aguirre Rivero, gobernador del estado de Guerrero, pidió el jueves separarse de su cargo respondiendo a presiones políticas y de activistas que lo consideran incapaz de manejar la ola de violencia en la región. Guerrero es la entidad que actualmente tiene el mayor índice de homicidios del país.
Aguirre instó al Congreso del estado acepte su pedido de licencia, «para favorecer un clima político que ponga la atención y la solución de estas prioridades, el día de hoy he decidido solicitar licencia al honorable Congreso del estado», dijo en una rueda de prensa en Chilpancingo .
Aguirre fue gobernador interino entre 1996 y 1999, después de que su antecesor Rubén Figueroa Alcocer renunciara tras la matanza de Aguas Blancas, donde murieron 17 indígenas campesinos a manos de fuerzas de seguridad del estado.
Autores intelectuales prófugos
La Procuraduría General de la República (PGR) está buscando detener al alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y a su esposa, María de los Angeles Pineda, a quienes un líder de Guerreros Unidos arrestado hace pocos días señaló como los que dieron la orden de desaparecer a los estudiantes.
Según las investigaciones de la PGR, los estudiantes -que asistían a una escuela de magisterio rural- habían tomado autobuses en Chilpancingo, la capital del estado, y se dirigían a Iguala.
El alcalde ordenó a la policía municipal detenerlos y entregaros a sicarios de Guerreros Unidos, temiendo que irrumpieran en un acto público que encabezaba su esposa.
El caso vino a echar tierra sobre el discurso del gobierno federal, que aseguraba que la violencia heredada de la administración de Felipe Calderón (2006-2012) estaba bajando.
Cerca de 30,000 personas han muerto durante los casi dos años de Peña Nieto, que se suman a más de 70,000 asesinados durante el periodo de Calderón, que lanzó a poco de asumir operativos con militares para intentar frenar a los cárteles del narcotráfico.
Con el tiempo y la caída de varios capos como Arturo Beltrán Leyva, estas organizaciones se fueron fraccionando y dieron paso a grupos más pequeños y más violentos que libran cruentas batallas por territorios, en especial en estados productores de droga como Guerrero.
(Reuters)